Lousteau se enfoca en la pelea por la Ciudad y espera un gesto de Larreta frente a la presión de Macri
Lanzado como candidato a jefe de gobierno, el senador radical pide que Larreta apueste por fórmulas “cruzadas” con la UCR e impulsa el desdoblamiento de los comicios en el distrito
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El juego de equilibrio que ensaya Horacio Rodríguez Larreta en la carrera por su sucesión en la Ciudad, que se convirtió en el epicentro de la disputa por el liderazgo opositor, comienza a impacientar a sus aliados del radicalismo. A medida que se acerca la etapa de negociación y definición de las listas electorales, crece la tensión en el esquema porteño de Juntos por el Cambio. Incómodo con los realineamientos que provoca el resurgimiento de Mauricio Macri en el conglomerado opositor y la postura ambivalente de Larreta, el senador nacional Martín Lousteau aguarda un gesto disruptivo del alcalde: que se anime a liderar una coalición de partidos, un nuevo Cambiemos, que tenga un mayor protagonismo del radicalismo. Eso se traduce en un complejo intercambio de fichas: el apoyo de Larreta a su candidatura a jefe de gobierno a cambio de que la UCR -o una parte del centenario partido- respalde su proyecto presidencial.
Con esa configuración, Lousteau y sus leales consideran que JxC tendrá garantizado un mayor equilibrio interno que la coalición liderada por Macri en la etapa inicial de Cambiemos. Quienes lo rodean machacan con que el Pro no puede volver a quedarse con la “triple corona”, es decir, la Casa Rosada, la provincia y la Ciudad, como en 2015. “Eso no funcionó”, argumentan.
También piden que Larreta desdoble la elección. Eso le resolvería un problema a Lousteau, que por ahora no cuenta con un candidato a presidente de la UCR con poder electoral que lo ayude a traccionar votos en la Capital. De esa forma, dicen en el radicalismo porteño, JxC podría impedir que el libertario Javier Milei se quede con varias bancas nacionales, ya que no habría un efecto arrastre. En la sede de Uspallata evaluaron esa alternativa, pero por ahora insisten en que serían unificadas.
El ambicioso plan del sector de Lousteau y Emiliano Yacobitti, quienes refuerzan su asociación con Gerardo Morales en el universo radical, lo pone a Larreta frente a un dilema. Si acepta el trato con la UCR, una alianza esencial para sus ambiciones presidenciales, quebrará definitivamente su vínculo con Macri, quien no avalará ningún acuerdo que brinde facilidades a Lousteau en la contienda porteña. Para el expresidente, la Ciudad debe seguir en manos de Pro.
Por el contrario, si Larreta unge Jorge Macri, el postulante que ya bendijeron el expresidente y Patricia Bullrich, sus contrincantes internos, no solo se quedará sin un candidato propio en el distrito que gobierna, sino que pondrá en riesgo su alianza con Lousteau y la UCR. Un rompecabezas difícil de resolver. “Horacio no lo va a cerrar hasta el final. Hoy está entre Jorge y Martín, pero todo puede cambiar”, dice un interlocutor habitual del alcalde. En el larretismo aún contemplan la chance de seducir a María Eugenia Vidal, por ahora dedicada a la disputa presidencial. Sería la prenda de unidad de Pro. Larreta ya sacó a la cancha a Fernán Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario. En el macrismo insisten en que ese operativo falló y que Jorge Macri lidera las mediciones. “Con Fernán y Diego Santilli en provincia, Horacio tiene dos cartas para negociar”, replica un armador del alcalde. En terminales del macrismo circula la versión de que Larreta le sugirió al expresidente que no respaldará a su primo si no recibe su bendición en la interna con Bullrich. ¿En Cumelén Larreta le dijo a Macri que la exministra no podría gobernar el país? El larretismo niega esas versiones y dice que en la cumbre en el Sur no se habló sobre la ciudad. El jefe porteño repite que priorizará al Pro y que esperan que los aspirantes se instalen antes de definir. Quirós está en la cima de los larretistas puros en los sondeos de los armadores del alcalde.
En el búnker de la UCR porteña insisten en que Lousteau está “enfocado cien por ciento” a su proyecto para gobernar la Ciudad y que no piensa por ahora en activar una eventual candidatura presidencial ante la chance de que se frustre el acuerdo con Larreta.
A la espera de la definición del jefe porteño, seguirán apostando por fortalecer “todo lo posible” al radicalismo a nivel nacional. Consideran que el centenario partido aporta “federalismo” a JxC y que tiene mayor capacidad electoral que en 2015, cuando Ernesto Sanz compitió en las PASO con Macri y Elisa Carrió. En ese momento el radicalismo aportó su estructura y el Pro puso el candidato competitivo. Ahora, consideran cerca de Lousteau, la UCR tiene chances de pelear con la fuerza fundada por Macri. Por eso, frente a la demora de Larreta de patear el tablero de Pro, Lousteau y Yacobitti planean apuntalar la candidatura presidencial de Morales.
El jujeño se lanzará de manera formal en marzo. Después de monitorear las encuestas, el jefe de la UCR confía en que cuenta con mucho espacio para crecer dado que su figura tiene un 40 por ciento de desconocimiento. Morales ve que el escenario está abierto y que Larreta y Bullrich se plancharon. “En 2015, Macri medía 22 puntos. Ahora ninguno llega a eso”, dicen cerca del jujeño. En el radicalismo porteño consideran que el perfil de Morales combina el perfil moderado con firmeza para gobernar o combatir piquetes y organizaciones sociales. “Eso el radicalismo lo puede poner en valor. Tanto Gerardo como Manes tienen que crecer todo lo posible”, evalúan. Si el radicalismo logra tener un candidato a presidente competitivo, la UCR porteña tendrá mayor poder de negociación.
Lousteau y sus estrategas notan que la figura de Larreta sufrió un desgaste por los embates de Macri. Olfatean dudas en el círculo rojo sobre las posibilidades electorales del jefe porteño, pero aún consideran que está a tiempo de ganar la pulseada. Para eso, entienden, debe dar un golpe en la mesa. “El upgrade a la candidatura de Horacio solo se lo da el radicalismo. Estamos esperando que una parte de Pro quiera liderar una coalición de partidos, no toda amarilla”, apunta un interlocutor habitual de Lousteau, quien ayer volvió a compartir una actividad con Larreta. Recorrieron una empresa agrícola en Belgrano junto al ministro de Desarrollo Económico y Producción porteño, José Luis Giusti y el presidente del Banco Ciudad, Guillermo Laje, dos alfiles de Lousteau en la administración porteña.
Si bien aún JxC no definió sus reglas de juego a nivel nacional, lo que decantará en el armado porteño, el senador y sus estrategas imaginan un escenario de fórmulas “cruzadas”. En su ingeniería electoral, especulan con que si el Pro pone el candidato a presidente, el radicalismo debe colocar al vice. Ese esquema, dicen, tendrá un correlato en la Ciudad. La UCR lideraría la boleta a jefe porteño y el Pro ubicaría al vice. Para el macrismo, esa ecuación es inaceptable.
Atentos a la intransigencia de Macri a ceder su territorio, Lousteau y sus laderos animan a Larreta a desafiar al expresidente. “Macri ya dejó en claro que Horacio no es su candidato y le hizo todo el daño que pudo”, evalúan cerca de Lousteau.
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