Los viejos barones del conurbano, sin poder y relegados en sus propios distritos
Hugo Curto, Mariano West, Raúl Othacehé, Jesús Cariglino y Baldomero Álvarez ya no tienen injerencia política en las intendencias que supieron tener en un puño durante años
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Fueron figuras prominentes de la política bonaerense, sus nombres se escucharon hasta el cansancio en cada uno de los rincones de sus distritos y sus apellidos decoraron las paredes y pasacalles de los barrios que gobernaron durante años, incluso décadas. ¿Cuál es hoy la situación actual de cinco exintendentes a partir de los que se construyó el mote de “barones del conurbano”?
Después del reciente debate legislativo para habilitar las reelecciones, LA NACION indagó sobre la actualidad de cinco excaudillos bonaerenses y el panorama político que reina en sus distritos.
Hugo Curto, Tres de Febrero
“No conduce, pero sí puede romper”, dice un concejal del Frente de Todos sobre Hugo Curto, exintendente de Tres de Febrero desde 1991 hasta 2015. Durante sus 24 años de gobierno, Curto supo construir, a través de un liderazgo personalísimo y buenos vínculos con la provincia y la Nación, un poder que hoy ya no detenta.
“Me reelegí por 24 años, ¿Qué voy a pensar?”, respondió, irónico, sobre la marcha atrás en el freno de las reelecciones de intendentes bonaerenses que se aprobó el año pasado en la Legislatura bonaerense con aval del oficialismo y un sector de Juntos por el Cambio.
Exdirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y hombre cercano a Eduardo Duhalde y al matrimonio Kirchner, Curto llegó a la intendencia luego de cumplir un mandato como diputado nacional, iniciando su carrera política del brazo del sindicalismo. En los últimos años, y habiendo pasado el umbral de los 80, su actividad se redujo significativamente, ejerciendo un cargo en el PJ provincial como presidente de la junta electoral. Hoy ya tampoco ejerce ese cargo.
"[Sobre la marcha atrás en las reelecciones de intendentes] Me reelegí por 24 años, ¿Qué voy a pensar?"
Hugo Curto
Juan Debandi, candidato a intendente de Tres de Febrero en 2019 y cabeza de lista en las elecciones legislativas municipales de 2021, fue una de las personas que intentó reemplazar a Curto. Pero cayó derrotado y eso lo marcó en el PJ local.
Por un margen muy estrecho en las generales de 2019, Diego Valenzuela (Juntos por el Cambio) resultó victorioso luego de una campaña en la que proliferaron los pedidos de corte de boleta. Fue así que el actual intendente de la primera sección electoral logró hacerse con la reelección por tres puntos de diferencia después de que en agosto, los cinco precandidatos del Frente de Todos consiguieran un 46%, contra un 34% obtenido por Juntos por el Cambio.
A pesar de haber ganado la interna dentro de su partido, Debandi no pudo conservar el apoyo del justicialismo local, que derivó en una victoria de su rival.
Por esta razón, la oposición peronista en uno de los distritos más poblados del conurbano bonaerense se desgrana en un vacío de poder que todavía no se ha podido llenar. “Es una cacería”, comentaron en el Frente de Todos local ante la incertidumbre por la conducción partidaria.
Mariano West, Moreno
En el municipio de la primera sección electoral la situación es similar, aunque el poder lo sigue reteniendo el peronismo. El hombre fuerte supo ser Mariano West, intendente desde 1995 hasta 2015, que pidió licencia entre 2002 y 2011 para desempeñar cargos ejecutivos y legislativos en la provincia.
Con un apellido que le hace honor a sus antiguas influencias en las tierras del oeste, West pudo reelegirse por 20 años al frente del ejecutivo local de una de las zonas más relegadas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Su ingreso a la política se dio a finales de los 80 y principio de los 90, primero de la mano de Antonio Cafiero y luego cercano al exgobernador Eduardo Duhalde. Su carrera es por demás prolífica: tuvo cargos ejecutivos municipales, provinciales, fue electo diputado nacional e intendente por cuatro períodos consecutivos, fue diputado provincial y hasta se dio el lujo de ser convencional constituyente en 1994.
Consultado por LA NACION, West se excusó de opinar sobre la marcha atrás en la reelección de los intendentes bonaerenses diciendo que está “muy retirado”. Sin embargo, dijo que le parece “injusto” el mote de “barón del conurbano”, pero que “la historia a lo mejor lo aclara”. Y justificó su opinión diciendo que “los intendentes sostuvieron al país en el 2002 gobernando cerca de la gente”.
Su salida de la intendencia se dio en 2015, luego de que su rival kirchnerista, Walter Festa, le ganara la interna en las primarias. Festa se quedó con la intendencia por solo un período: perdió ante la dirigente del Movimiento Evita, Mariel Fernández, la primera mujer en gobernar el distrito.
Con este panorama, Moreno se convierte en otro municipio del AMBA que sufre la fragmentación del peronismo. Si bien Fernández tiene un Concejo Deliberante plagado de personalidades del Frente de Todos, muchos le siguen respondiendo al exintendente Festa y desconocen su liderazgo.
Raúl Othacehé, Merlo
La figura del histórico Raúl Othacehé se difuminó desde el momento en que perdió la interna peronista en manos de Gustavo Menéndez, en 2015, luego de 24 años en el poder.
Después de haber coqueteado con el Frente Renovador de Sergio Massa, tentado por su gran elección nacional en las legislativas de 2013, y volviendo al peronismo kirchnerista en 2015, Othacehé tuvo que enfrentarse con una interna en la que resultó derrotado por más de quince puntos de diferencia.
Con 75 años y un estudio jurídico a su nombre, el poder de Othacehé en Merlo ya quedó muy atrás, y pese a que se quiere mostrar activo políticamente, en la localidad del oeste bonaerense desestiman sus intentos de regreso.
“Es más que nada una figura histórica que hoy no tiene preponderancia”, dijo a LA NACION Raúl Díaz, dirigente peronista de Merlo y actual vicepresidente de la empresa estatal Intercargo, a cargo del servicio en tierra para los aviones. “Solo mantiene el apellido”, señaló Díaz.
Con las sombras de un poder que supo tener desde 1991, año en que fue electo por primera vez como intendente, “el Vasco” Othacehé quiso volver a la escena política de Merlo en las últimas elecciones legislativas. Sin embargo, su lista ni siquiera llegó a competir en las primarias del Frente de Todos porque la junta electoral del partido justicialista provincial la vetó por falta de avales. Curiosamente, fue su colega Hugo Curto quien, al frente de la presidencia de la junta, tomó la decisión final.
Si bien Othacehé calificó la medida como una “mentira absoluta” y anunció que iría a la justicia, la imposibilidad de competir mermó aún más su poder, ya muy desgastado.
Queridos compañeros, compañeras, vecinos y vecinas de Merlo. Ayer nos observaron la lista para impedir que participemos de las elecciones. La excusa que nos dieron fue la de avales insuficientes. Esto es una mentira absoluta, ya que presentamos el doble de los avales necesarios. pic.twitter.com/5aYRlyapwN
— Raúl Othacehé (@RaulAOthacehe) July 30, 2021
Jesús Cariglino, Malvinas Argentinas
Jesús Cataldo Cariglino fue la persona que ocupó por cinco períodos consecutivos la intendencia en este municipio del norte del conurbano bonaerense, desde 1995 hasta 2015.
Durante sus 20 años en el poder, fue un eterno oficialista, exceptuando el breve período de gobierno de la Alianza, en el que los intendentes peronistas del conurbano jugaron un rol protagónico como aliados con Eduardo Duhalde, que con la salida de Fernando de la Rúa se convirtió en presidente.
Al igual que Othacehé, su pragmatismo político lo llevó a sumarse a las filas de Sergio Massa en 2013, sentenciando su próximo final. En 2015, con el sello del partido Unidos por Una Nueva Alternativa, la alianza conformada por Massa y el entonces gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, perdió ante Leonardo Nardini, su rival del Frente de Todos.
Desde entonces, se acercó al expresidente Mauricio Macri y comenzó a trabajar con un cargo menor en el ejecutivo de la entonces gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Hoy, sin ninguna responsabilidad institucional, milita dentro de las filas de Juntos por el Cambio bajo el Peronismo Republicano.
“Cariglino ha perdido todo tipo de influencia y su peso político es marginal en este momento”, dijo a LA NACION un dirigente del peronismo local.
Su nombre fue noticia en las últimas elecciones legislativas cuando Margarita Stolbizer cuestionó al dirigente radical Facundo Manes por incorporar en el 7° lugar al exbarón del conurbano en su lista de precandidatos a diputados nacionales con el sello Dar el Paso.
Ante esto, el neurólogo respondió de manera irónica diciendo que “no podemos importar noruegos”, y agregó que la incorporación de Cariglino era producto de la alianza con la vertiente peronista de la coalición.
Con @ManesF y @delatorrej en #LosPolvorines recorrimos el centro comercial. No podemos renunciar a la Argentina, tenemos que volver a creer en nosotros mismos. #DarElPaso es luchar por un propósito colectivo. #MalvinasArgentinas pic.twitter.com/e5Cwkv4B8q
— Jesús Cariglino (@JesusCariglino) August 18, 2021
Baldomero Álvarez, Avellaneda
El municipio del sur del conurbano bonaerense fue comandado por Baldomero “Cacho” Álvarez por 18 años, tras reelegirse por cuatro períodos consecutivos en el cargo de intendente desde 1991.
Su salida del poder fue atípica: nunca perdió. Su liderazgo se fue diluyendo en manos de Jorge Ferraresi, quien supo ser su aliado cuando dejó la intendencia para ser ministro de Desarrollo Social durante la gobernación de Daniel Scioli.
Ferraresi, actual intendente con pedido de licencia que se desempeña como ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, es quien ejerce el poder en Avellaneda y quien le arrebató, muy sutilmente, el mando a Álvarez.
“Ferraresi conduce a control remoto”, dijo a LA NACION una fuente cercana al actual ministro. Y agregó: “Tiene un Concejo Deliberante presidido por su mano derecha, que es Hugo Barrueco, y un ejecutivo con Alejo Chornobroff, que le es completamente afín”.
Esta persona, cercana al peronismo local, atribuyó el sigiloso reemplazo de Ferraresi a Álvarez a “la postura política de ese momento”. “Cuando Cacho se va a la provincia había un kirchnerismo cristinista muy duro que nada tenía que ver con Néstor [Kirchner], y Jorge [Ferraresi] coincidía más con eso”, explicó.
Luego de un período como senador provincial, “Cacho” fue perdiendo protagonismo en su territorio y actualmente trabaja en conjunto con el hombre que lo desbancó. Curiosamente, los roles se invirtieron y quien supo ser su subordinado, es hoy su jefe directo.
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