Los triunfos de Massa y Kicillof plantean un nuevo esquema de poder al interior de Unión por la Patria
Los resultados del domingo alientan una reconfiguración del mapa oficialista; el tigrense vio subir sus acciones en Unión por la Patria y el gobernador se impuso pese al escándalo Insaurralde y sus tensiones con Máximo Kirchner
- 5 minutos de lectura'
Sergio Massa y Axel Kicillof fueron los dos grandes ganadores de las elecciones generales del domingo 22. A lo largo de la campaña ambos dirigentes se mostraron juntos, compartieron actos varios y viajes, en detrimento de la aparición de otros candidatos y referentes del espacio, que tuvieron contadas apariciones. Los números los acompañaron. Massa logró remontar en ocho provincias y Kicillof, con su categórico triunfo en la provincia de Buenos Aires, que encierra casi un 40% del padrón electoral, traccionó a favor de la boleta nacional. Un trabajo mancomunado de cara a revertir la magra performance en las PASO.
Ambos triunfos plantean inevitablemente la aparición de nuevos liderazgos e impulsan un reordenamiento interno en Unión por la Patria (UP), según la visión compartida de diferentes integrantes de la coalición gobernante consultados por LA NACION. Gobernadores, intendentes y funcionarios de distinto calibre señalaron que en el oficialismo se estaría dando una “deskirchnerización” del espacio. Mencionan que después de 20 años, el kirchnerismo puro “no pudo dar un candidato competitivo” a nivel nacional y el resultado del domingo abre un escenario nuevo.
Massa emergió fortalecido tras el paso por las urnas: distintos dirigentes oficialistas reconocen que logró imponer su esquema de gestión “radial” y resaltan “el tono y propuesta que mostró en la campaña, donde buscó salir de la grieta, habló del centro y de unidad, de convocar a los mejores”.
“Si algo no tiene eso es kirchnerismo”, sintetizó uno de los consultados. “Sergio es más pragmático, bajó ‘plan platita’, que eso sí es kirchnerismo puro, pero habló de un gobierno con todos adentro, sumó muy fuerte a los gobernadores, eso claramente es propio”, detalló un alcalde.
Es el mensaje que alientan desde el propio massismo, aunque en el comando de campaña evitan definiciones categóricas sobre una “deskirchnerización”. Prefieren destacar que la centralidad fue de Massa y que el candidato agradece públicamente el corrimiento de Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Enfatizan, de todos modos, que el ministro-candidato propone “ir con todos y eso obviamente incluye al kirchnerismo. Una cosa no va en contra de la otra”. Pero, sobre todo, muestran cautela: “Sergio exigió humildad y trabajo. No ganamos nada aún”.
Entre los miembros del oficialismo, tanto a nivel de provincias como en municipios, que no hablan de “deskirchnerización”, algo que consideran apresurado, sí admiten que se está ante una “natural” reconfiguración de poder interno. En ese sentido, sostienen que mientras Massa y su Frente Renovador fueron “socios minoritarios” de la coaliciónque durante la primera parte del gobierno que comenzó en 2019, la dinámica interna lo terminó ubicando en la candidatura y le dio la centralidad absoluta.
Públicamente, el tigrense cuenta con el apoyo de Cristina Kirchner, quien lo verbalizó semanas atrás y volvió a dar una muestra -indirecta- de apoyo este domingo. Otros apuntan al mensaje que dejó el domingo pasado, luego de votar en Santa Cruz: “Desacostumbrémonos a que solo con un cargo se puede hacer política y menos en el peronismo. Voy a vivir, trabajar y militar”, afirmó. “Fue Cristina siendo Cristina, avisando desde antes de la elección que ella va a estar ahí, que no está en retirada, para nada”, sintetizó un hombre del peronismo que cifra sus expectativas en un eventual gobierno de Massa. “Si a Sergio le va bien, acá se acomoda todo. Sergio no es Alberto y Cristina lo sabe”, completó.
Kicillof, entre Insaurralde y un triunfo contundente
Frente a Kicillof, las posturas en el oficialismo son dispares. Desde fines de septiembre, tanto sus pares provinciales como los intendentes venían sosteniendo que el gobernador se encontraba ante una oportunidad importante. Señalaban el momento de quiebre en el escándalo de Martín Insaurralde, quien debió renunciar a la jefatura de Gabinete bonaerense luego de que aparecieran sus fotos en un yate frente a Marbella, rodeado por lujos. Insaurralde había desembarcado en el gobierno de Kicillof en septiembre de 2021, tras la derrota en las PASO y por imposición de Cristina y Máximo Kirchner.
Leal a la vicepresidenta como pocos, Kicillof ya venía teniendo diferencias con el líder de La Cámpora. Esas diferencias quedaron expuestas a mediados de septiembre cuando Kicillof, en un acto junto a Juan Grabois, pidió “componer una nueva canción”, en referencia a la nueva etapa que él vislumbra que se abre en el peronismo. Le valió una respuesta pública de Máximo Kirchner.
“Sin Insaurralde, que se manejaba con poder dentro de su gobierno, y con un triunfo que mostró que su estrategia de competir por la provincia era correcta, además de haber ayudado como lo hizo al triunfo de Sergio, Axel tiene más que sobrado viento a favor”, resumió un intendente.
Cerca del mandatario provincial, por el contrario, son contundentes a la hora de afirmar que “Axel es kirchnerista y su conductora es Cristina”, por lo que no se imaginan que su gobierno encarne una “deskirchnerización”. Reconocen la importancia de que revalidó su gestión y que colaboró para que Massa “entre bien y cómodo en primer lugar”. Así como también que, en términos políticos, la elección de este año es mucho más “potente y contundente que la de 2019″, y que eso pone a Kicillof en un lugar “muy importante dentro del ecosistema del peronismo, con una conducción indiscutida que es la de CFK”.
Otras noticias de Elecciones 2023
- 1
Fracasó la paritaria de los camioneros y el gremio anunció el inicio de “medidas de acción directa”
- 2
Las claves del fallo que reabre la causa judicial por el atentado más sangriento de Montoneros
- 3
La Legislatura de Neuquén destituyó por “inhabilidad moral” a la vicegobernadora
- 4
La frase de Kicillof de la que se mofaron los libertarios: “Si no hubiera Estado, no habría verano”