Los tironeos no frenan el interés de capitales externos

El Gobierno recibió buenas noticias en las últimas semanas que le inyectaron una dosis de optimismo sobre el desarrollo del verdadero potencial que puede alcanzar Vaca Muerta en el mediano plazo, en buena medida de la mano de la inversión extranjera. Avances que, más allá de los contratiempos, van en la dirección para cumplir el objetivo oficialista de convertir al megayacimiento de hidrocarburos no convencionales en un polo exportador y fructífero para generar dólares.

Un anuncio de explotación a gran escala de Shell , un acuerdo de financiamiento clave con Estados Unidos para la construcción de un gasoducto, y la posible construcción de una línea de ferrocarril con fondos rusos reavivaron el optimismo en torno de uno de los caballos de batalla al que apuesta el Gobierno para el futuro de la economía y para la campaña electoral, pese a que por estas horas algunos proyectos atraviesan dificultades por el recorte de los subsidios a las inversiones.

La rama argentina de la holandesa Shell le anunció ayer al Gobierno que iniciará un proceso de explotación a gran escala en tres áreas del yacimiento, lo que le permitiría producir unos 70.000 barriles diarios de petróleo para mediados de la próxima década.

Según informó Presidencia ayer, las autoridades de Shell Argentina fueron recibidas por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Casa Rosada. La reunión -de la que también participaron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , y el secretario de Gobierno de Energía, Gustavo Lopetegui - se concretó unas horas antes de que el presidente Mauricio Macri recibiera en Neuquén al gobernador de esa provincia, Omar Gutiérrez, quien le reclamó por proyectos frenados.

Shell pasará así de la etapa de exploración en el yacimiento no convencional a la fase de desarrollo en los bloques Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste.

En un comunicado, sin embargo, la empresa advirtió que "el desarrollo pleno (...) estará sujeto al resultado de las operaciones y condiciones económicas".

El anuncio de la petrolera de origen holandés se suma al importante acuerdo de financiamiento que se concretó después de la Cumbre del G-20 con la Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, para la construcción del gasoducto de Vaca Muerta a cargo de Tecpetrol (Techint) y Transportadora Gas del Sur.

El acuerdo total alcanza los US$3000 millones y abarca otras áreas además del yacimiento, pero la mayor inversión de ese pacto (US$350 millones) será para esa obra. El vínculo personal entre Macri y el presidente norteamericano, Donald Trump , fue clave para la confirmación de esa nueva ayuda financiera.

Asimismo, el Gobierno seguirá con atención la propuesta de Vladimir Putin para participar de una licitación internacional para la construcción de la línea de ferrocarril que comience en Vaca Muerta y conecte distintas localidades del país. Según el presidente Macri, una obra de esa característica significaría la creación de 500.000 puestos de trabajo.

Las inversiones anunciadas abonan la expectativa del macrismo de incrementar la presencia extranjera en la cuenca que abarca cuatro provincias. Actualmente, más de la mitad de los consorcios que trabajan allí tienen algún tipo de participación de compañías del exterior (45 de los 82 proyectos en marcha, según un relevamiento de LN Data) y se espera que el porcentaje se amplíe aún más.

Compañías de Francia , Estados Unidos y Canadá son las que más proyectos tienen activos, seguidos por Alemania , Holanda , Malasia, Suiza, China , México , Brasil y Chile . En la Argentina, YPF lleva el liderazgo.

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