Los sindicalistas negocian sus posicionamientos rumbo a 2015
Algunos blanquearon su apoyo a un candidato y otros prefieren esperar la interna del PJ; Scioli y Massa, con oficialistas y opositores
El campanazo de largada camino a la sucesión presidencial ya hizo eco entre los sindicatos. Con un amplio abanico de posibles candidatos , los dirigentes gremiales comenzaron a reposicionarse y negocian su apoyo político para 2015 . Los respaldos, hasta ahora, son variados, aunque un eventual desenlace de la interna del Partido Justicialista (PJ) podría inclinar la balanza y volcar a la mayoría hacia un mismo nombre.
Antonio Caló blanqueó hace unos meses el rostro más camaleónico de los sindicalistas. "Somos pendulares: un día estamos con uno; otro día, con otro", admitió el jefe de la CGT oficialista en una charla con Diario Popular. Lo ratificó, sin aclarar nada, unos días después ante LA NACION. Coinciden con la postura del metalúrgico muchos otros dirigentes. Uno de ellos, muy vinculado al PJ porteño, graficó la estrategia: "Habrá un baraje y se dará de nuevo. El movimiento obrero suele jugar el segundo tiempo".
Los apoyos sindicales están repartidos, sobre todo, entre Daniel Scioli y Sergio Massa , quienes parecen haber picado en punta. Pero hay un puñado de gremios que coquetean con los posibles postulantes de cuña kirchnerista, como pueden ser el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri , y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo . Y surge una excepción entre las fuerzas cegetistas: el líder de los bancarios, Sergio Palazzo, participa activamente del armado electoral de la alianza entre la UCR y el Frente Amplio Progresista. Palazzo se define como un militante radical en un ambiente en el que se reivindican casi de manera unánime las conquistas peronistas.
La carrera electoral a 2015 generó un hervidero de especulaciones en la CGT oficialista. Los sindicatos que se habían unido para desbancar a Hugo Moyano de la mano del Gobierno se dispersaron al poco tiempo. Todo explotó cuando el sector de "los Gordos" (representante de los grandes gremios) impulsó la candidatura de Sergio Massa y se sumó al Frente Renovador (FR), incluso con el aporte de dos diputados nacionales: Héctor Daer y Alberto Roberti. La fuerza política del ex intendente de Tigre es la única que cuenta hoy entre su tropa con sindicalistas de las tres CGT y de la CTA oficialista.
La reclutación de sindicalistas enfrentados con el Gobierno le valió a Massa que desde el kirchnerismo se lo emparente con el paro general que activaron Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para el jueves próximo.
En la cúpula de la CGT oficialista, las simpatías están dispersas. Hay algo concreto: Caló jugará con Scioli. El nexo se fortaleció cuando el gobernador de Buenos Aires divulgó una foto juntos, el mismo día en el que el metalúrgico dijo que "a la gente no le alcanza para comer". Esta frase le valió un reto de la Presidenta por cadena nacional.
Con Urribarri
Pero hay otros referentes sindicales de la central oficialista que están dispuestos a dar la sorpresa. Omar Viviani y su tropa de adherentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino prefieren por ahora mostrarse más cerca de los kirchneristas Urribari y del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, a quien impulsarían para la gobernación bonaerense.
En las CGT opositoras duró poco el malestar con Massa y Scioli por el plantón de ambos a la cumbre de Mar del Plata. Quien quedó en el camino en su afán de sumar avales es el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Se complicó cuando se conoció su intento de neutralizar el derecho a huelga en su provincia, a través de un proyecto de ley.
Hugo Moyano no está tan decidido como Barrionuevo a darle su apoyo a Massa. El jefe gastronómico, de hecho, ya es un hombre del FR: su esposa Graciela Camaño es una de las principales espadas legislativas del massismo. "Luis ahora apuesta a Massa porque se cansó de esperar señales de De la Sota. Massa fue a la reapertura del Sasso como una demostración afectiva. Ya está todo dicho", conjeturó el barrionuevista Carlos Acuña, hombre fuerte de la CGT Azul y Blanca.
Tras su fracaso electoral con Francisco De Narváez, Moyano jugará su carta a último momento. Mientras tanto, se acerca a Massa a través de su hijo Facundo, que es diputado nacional por el Partido de la Educación, la Cultura y el Trabajo (CET), la fuerza política moyanista, pero que podría acompañar los proyectos de ley del FR.
Pero en el moyanismo las aguas también están divididas. El otro diputado nacional del espacio, Omar Plaini, no da por hecho actuar como un interbloque con el FR. "Cerrada la puerta con el kirchnerismo, hay mayor predisposición para dialogar con Scioli que con el massismo. Después del Mundial habrá algún tipo de posicionamiento", especularon cerca del jefe de los canillitas.
La CTA disidente, aferrada a sus orígenes, toma distancia del sindicalismo peronista, por lo menos en lo político-electoral, ya que compartirán sus reclamos gremiales en el paro del 10 de abril. Pablo Micheli y Víctor De Gennaro mantendrán su alianza con el progresismo. Mientras que en la CTA oficialista, su jefe, Hugo Yasky, caminó con pies de plomo sobre Scioli, y advirtió que no apoyará su candidatura. Pero otro hombre de peso de la central, como Fabián Alessandrini, activó la fuga y se sumó al massismo.
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