Los Saadi quieren una banca para la familia
SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA.- Saadi es todavía el apellido que más se pronuncia en estas tierras.
Los fieles a la línea política instaurada por don Vicente, lo nombran porque ansían que bajo el ala de sus descendientes renazca el alicaído Partido Justicialista (PJ). Los detractores, para asociarlo con la corrupción, la prostitución, la droga y otras bajezas humanas.
No se puede entender, pues, la situación política de Catamarca sin apelar a una tajante división axial: saadistas y antisaadistas.
Rompiendo las urnas
Desde el nacimiento del Frente Cívico y Social (FCS), una coalición variopinta que catapultó al gobierno a radicales, peronistas, demócratas cristianos y sumó más tarde a los disidentes antisaadistas, el PJ comenzó su lento deterioro y perdió toda contienda electoral que se realizó aquí desde 1991.
Cinco mazazos pegó la gente del gobernador Arnoldo Castillo en las urnas. Cinco mazazos que conmovieron a los Saadi y a su gente. Cinco mazazos que pusieron en jaque no sólo la legitimidad de la conducción partidaria sino también la figura de Ramón, el ex gobernador.
Pilar, la sucesora
Hoy, pocos discuten aquí que de los tres lugares que se ponen en juego pasado mañana para ocupar bancas de diputado nacional, dos sean ocupadas por los candidatos del FCS y la restante por Pilar Kent, cuyo apellido de casada es Saadi.
La esposa de Ramón rehusó, tras una larga negociación, bajarse de esta lista para llegar al Senado nacional, lugar que debió ocupar su esposo y que vetó el titular del cuerpo, Carlos Ruckauf, "por razones éticas". Una historia con un final tan abierto como lejano.
Para colmo de males, en el juicio que se sigue en esta ciudad por la muerte de la joven María Soledad Morales y que precipitó primero la intervención judicial y luego la provincia por parte de su "amigo" Carlos Menem, una testigo lo destruyó.
Patricia Gazal reveló ayer que su hermana consiguió un puesto en la administración pública a cambio de compartir la cama con Ramón cuando éste ocupaba el máximo sillón de la provincia.
Ese sayo todavía hace que los votos del PJ local se "vuelen". Y si el frente mantiene sus bancas (se sumaría Marita Colombo ya que Horacio Pernasetti va por la reelección) y el mismo caudal de sufragios, se estima que podría ser el Frepaso el beneficiario de esas adhesiones "voladoras".
La apuesta del Frente
Un reconocido y joven médico de la capital es la carta de triunfo.
Rubén Manzi, candidato con perfil académico surgido del FCS, es la cabeza de una lista que lleva la sigla de la Alianza a pesar de que aquí nunca se logró formalizar la coalición radical-frepasista.
Debido a la humillante caída que el PJ sufrió en abril último, cuando se eligieron legisladores provinciales, la campaña trasladó su eje. Todo ocurrió fuera de la capital: fue una campaña de ruta.
El interior fue el objetivo de los Saadi. Recuperar los 8000 votos perdidos (20 puntos de diferencia con el frente) en menos de dos años, la apuesta. Por eso, Pilar Kent no paró de visitar poblaciones recónditas, ésas que pudieran devolverle la sonrisa a su esposo.
¿El fin de Ramoncito?
Pero el oficialismo no se quedó atrás. De la mano del gobernador Castillo devoraron kilómetros con las obras realizadas como argumento y la lucha contra la corrupción como bandera.
Y en ese discurso, la deliberada (aunque oculta) intención de dilapidar para siempre las intenciones de Ramón Saadi.
Por eso, los 180.000 catamarqueños que pasado mañana tienen que concurrir al compromiso cívico deben meditar hoy su sufragio, que irá hacia un lado, hacia otro o hacia un tercero. Pero ninguno de ellos, en su análisis íntimo, podrá prescindir de un apellido: Saadi.
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