Tras cortar los accesos a la Ciudad, los piqueteros opositores confluyen hacia el centro porteño
Encabezadas por el Polo Obrero, las organizaciones de izquierda se manifiestan contra el Gobierno y los empresarios; se apostaron ante el Ministerio de Desarrollo Social; hubo movilizaciones en 17 provincias
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“Desde La Quiaca a Tierra del Fuego”. Esa extensión territorial tiene, según sus organizadores, la nueva jornada nacional de cortes protagonizada por el Frente Piquetero. Con el Polo Obrero a la cabeza, miles de personas protestan desde la mañana en varios puntos del país. Se trata de otra demostración de fuerza de los movimientos sociales identificados con la izquierda, que le reclaman al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, la creación de “empleo genuino” y una mejor provisión de alimentos para los comedores de los barrios.
El epicentro está en la ciudad de Buenos Aires, donde los manifestantes obstruyeron sus principales accesos, como Puente Saavedra, Puente Pueyrredón, Puente La Noria y también la avenida Pavón, en Avellaneda. Otros puntos de cortes fueron en avenida Belgrano y Puerto Madero (Puente Villaflor), en avenida Corrientes y Alem (Puente Güemes) y en avenida Córdoba y Alem (Puente Grierson). Pasadas las 16, varias de esas columnas confluyeron en el Ministerio de Desarrollo Social, sobre la avenida 9 de Julio. Las agrupaciones no acamparán en el lugar, pero esta tarde bloquearon la circulación del Metrobus.
“Luego de más de un mes de haber presentado un programa de empleo genuino, no hemos obtenido ni siquiera una respuesta formal de parte del ministro Zabaleta”, habían apuntado, mediante un comunicado, las organizaciones convocantes. Sucede que, una semana antes de las PASO, sus referentes fueron recibidos por el exintendente de Hurlingham en su despacho. Durante esa reunión, le entregaron al funcionario una carpeta con planteos de obras públicas en los barrios y construcción de viviendas populares que, en palabras del dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, “permitiría darle trabajo a 100 mil compañeros con oficios registrados para empezar a laburar mañana mismo”.
Sin embargo, esta vez la protesta no focaliza solo contra el Gobierno sino también contra el empresariado. “Señalamos a los empresarios y al Gobierno como principales responsables de nuestra pobreza. Sin afectar las ganancias de los multimillonarios no se puede salir de la crisis ni generar trabajo genuino. ¡No queremos migajas!”, expresaron los movimientos en un comunicado.
La semana pasada, el Gobierno presentó, a través de Sergio Massa, un proyecto de ley con el objetivo de erradicar paulatinamente los planes sociales. Según indica el proyecto, que contiene 22 artículos, el programa denominado “Un puente al empleo” tiene el fin de “transformar, de manera gradual y con un criterio federal, a los planes, programas sociales y prestaciones de la seguridad social en trabajo formal de calidad”. Además, contempla que, por 12 meses, el trabajador o la trabajadora que se adhiera pueda mantener “el plan social como complemento del salario”.
La iniciativa, sin embargo, es mirada de reojo por Belliboni y compañía. Desde las organizaciones la califican de “maniobra electoral”. Y subrayan que intenta “responsabilizar a las víctimas de la desocupación y la precarización laboral de aquellos que sufren la falta de trabajo, producto de las políticas desastrosas de los gobiernos de las últimas décadas”. “Nos enteramos por los medios que el gobierno vuelve a la vieja y remanida fórmula de anunciar el cambio de planes sociales por ‘trabajo’. Lamentablemente, ya hemos escuchado, gobierno tras gobierno, esta fórmula vacía de contenido, porque no tiene un correlato con la situación económica”, sostienen.
Para los referentes sociales, la “apertura de nuevas fuentes de trabajo, las fábricas y la inversión pública” deberían ser “el correlato de estos anuncios para creer que sean ciertos” y “no la frase de ocasión de ‘cambiar planes sociales por trabajo’”. En ese sentido, también critican el lanzamiento del programa “A Construir”, una medida anunciada para incorporar a los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo al empleo del sector: “Es un plan de subsidio a las patronales de la construcción y a la patota de la Uocra, no crea un solo puesto de trabajo, como ya ocurrió con Macri y el programa ‘Empalme’”, denuncian.
“Queremos trabajo genuino, pero de verdad, no medidas cortoplacistas que sólo profundizan la precariedad de nuestras vidas y de nuestro trabajo. Eso solo surgirá del desarrollo de planes económicos, que no estén al servicio de los subsidios a los capitalistas y al pago de la deuda y el FMI”, agregan.
A partir de la asunción de Zabaleta al frente de la cartera de Desarrollo Social, hace dos meses, las protestas callejeras se multiplicaron. Lejos de la tregua que insinuaron en un primer momento, los dirigentes sociales se encargaron de dejar en claro aquella afirmación que decía que “no abandonarían las calles”. “El ministro, al asumir su mandato, expresó que no haría falta cortar calles porque su gestión abría el diálogo para todos. Pero, por el contrario, vemos cómo de forma sistemática se incumple con garantizar cuestiones básicas, como el alimento para comedores populares”, precisan desde los movimientos.
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