Coronavirus: los parlamentos del mundo, claves en la crisis
En la mayoría de los países, las cámaras legislativas votaron leyes y exigieron rendiciones de cuentas a los gobiernos, a diferencia de la Argentina
Mientras el Congreso argentino se mantiene envuelto en discusiones interminables sobre cómo legislar en tiempos de pandemia, la irrupción del coronavirus no significó un obstáculo para que los poderes legislativos de las naciones más afectadas continuaran su actividad. En efecto, en España, Francia e Italia, como también en los Estados Unidos y en varios países de la región, los legisladores se las ingeniaron para encontrar modalidades de funcionamiento que les permite no solo sancionar leyes, sino también interpelar y exigir rendiciones de cuentas a ministros y jefes de Estado.
De ello podría dar fe Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España. El miércoles pasado fue recibido en el Congreso de los Diputados y no precisamente con elogios. "El Covid-19 es un iceberg y su gobierno es el Titanic; pero no pretenda que nosotros seamos su orquesta. Coja el timón, gestione de una vez o, por lo menos, gestione los botes salvavidas, capitán Sánchez", espetó el líder del Partido Popular, Pablo Casado, quien lo responsabilizó de haber convertido a España en el epicentro europeo de la pandemia. Sentado frente a un recinto semivacío, Sánchez soportó estoico la embestida, pero se llevó lo que venía a buscar: la prórroga, por tercera vez, del estado de alarma en todo el país.
En España, donde rige el sistema parlamentario de gobierno, ambas cámaras debieron adaptar su funcionamiento a las limitaciones que les impuso la pandemia. Los plenarios se celebran con la sola presencia de los oradores designados por los bloques legislativos y con la participación de un número mínimo de autoridades del cuerpo. El resto de los diputados pueden seguir la sesión y ejercer su derecho a voto mediante medios telemáticos. Las reuniones de comisión siguen las mismas reglas.
Otros parlamentos optaron por estrategias distintas. Hay países que aún mantienen las sesiones presenciales, mientras que otros dispusieron una presencia restringida de legisladores en el recinto con derecho a voto por bloque parlamentario.
También están aquellos parlamentos en los que tanto las sesiones como las reuniones de comisión se celebran de manera telemática: los debates se realizan por videoconferencia y la votación se efectúa por la vía electrónica remota.
Esta última modalidad pretenden instrumentar en el Congreso argentino el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la titular del Senado, Cristina Kirchner.
El debut de este sistema, cuyo prototipo fue elaborado por el equipo técnico de la Cámara baja, tendrá lugar el martes próximo, en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que revisará la validez de los 20 decretos de necesidad y urgencia (DNU) que dictó el presidente Alberto Fernández en el último mes.
Sin embargo, la oposición de Juntos por el Cambio hizo saber que prefiere la continuidad de las sesiones presenciales hasta que se reglamente el nuevo sistema virtual.
Distintas modalidades
En el resto de las naciones este debate ya fue superado y los parlamentos celebran sesiones bajo distintas modalidades, ya sea para recibir informes de sus jefes de Estado o para aprobar planes de asistencia a los afectados.
En Estados Unidos, por caso, la Cámara de Representantes aprobó el jueves último un nuevo plan de estímulos por 484.000 millones de dólares, destinado a la asistencia de las pequeñas empresas, hospitales y a la compra de pruebas diagnósticas del virus para su aplicación masiva.
La votación fue presencial, lo que demoró la sesión por varias horas; en efecto, con 435 representantes divididos en pequeños grupos, cada uno emitió su voto, con pausas cada 30 minutos mientras se limpiaba el recinto.
La Asamblea Nacional de Francia -con 577 miembros- y la Cámara de Diputados de Italia -630 integrantes-, optaron por funcionar con un número reducido de legisladores por grupo parlamentario, con derecho a voto por todo el bloque que cada diputado presente representa. En Italia, el 25 de marzo pasado el Parlamento recibió al primer ministro Giuseppe Conte, quien rindió un homenaje a las víctimas de la pandemia, que ya suman casi 26.000. En Francia, en tanto, la Asamblea acaba de aprobar una segunda reforma de su presupuesto en un mes, con un fondo de 20.000 millones de euros para recapitalizar empresas estratégicas con dificultades, en sectores estratégicos , de la aeronáutica a la industria del automóvil.
"No estamos viviendo en la fase final de la pandemia, sino en su comienzo. Tendremos que vivir con este virus durante mucho tiempo", advirtió el jueves pasado, frente al recinto semivacío del Bundestag alemán, la canciller Angela Merkel. A fines del mes pasado, el Parlamento de ese país aprobó el mayor paquete de asistencia desde la Segunda Guerra Mundial, con un volumen total de 750.000 millones de euros, equivalente a casi el 22% del PBI alemán.
Qué pasa en América del Sur
En nuestra región, los poderes legislativos funcionan de manera dispar. Un informe elaborado por la fundación Directorio Legislativo da cuenta que, desde que estalló la pandemia, al menos cuatro poderes legislativos comenzaron a sesionar en forma virtual (Brasil, Chile, Ecuador y Paraguay), mientras que otros seis (Argentina, Bolivia, Colombia, Honduras, Panamá y Perú) trabajan para adaptarse a las nuevas circunstancias, abocados en modificar sus respectivos reglamentos y en desarrollar plataformas para la deliberación y votación a distancia.
En Chile, ambas cámaras reformaron sus reglamentos para habilitar sesiones telemáticas y el voto electrónico en situaciones de excepción. Así, los legisladores que pueden asistir al Congreso deliberan de manera presencial, mientras que quienes no estén en condiciones de hacerlo participan de manera virtual. En la sesión del martes pasado, cuatro ministros desfilaron por el recinto para rendir cuentas sobre las medidas contra la pandemia que lleva adelante el gobierno de Sebastián Piñera.
El Congreso de Brasil fue uno de los primeros en avanzar, previa modificación de sus reglamentos, en la instrumentación de la modalidad del trabajo remoto. Así, se pueden realizar deliberaciones plenarias virtuales, aunque con temarios previamente acordados por los líderes parlamentarios. Lejos de paralizar su funcionamiento, la Cámara de Diputados, con 24 pedidos de destitución presentados contra el presidente Jair Bolsonaro, debe decidir si acepta iniciar el proceso de impeachment contra el primer mandatario.
Convencido de las bondades de la tecnología, Massa se asesoró sobre el sistema remoto brasileño para aplicarlo en la Cámara de Diputados de nuestro país. Con ese objetivo, la Comisión de Modernización acordó la semana pasada avanzar en un protocolo de sesión virtual. Sin embargo, en la oposición de Juntos por el Cambio cunde la desconfianza y este martes se movilizará al Congreso para reclamar por sesiones presenciales.