Tensión en la marcha piquetera: los movimientos sociales intentaron llegar a la quinta presidencial de Olivos y lo impidió el operativo policial
El Polo Obrero, Libres del Sur y MTE, entre otras organizaciones, se movilizaron para denunciar faltantes de comida y rechazar la reestructuración del plan Potenciar; actuaron fuerzas federales para aplicar el protocolo antipiquetes
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En una semana de alta conflictividad, los movimientos sociales retomaron hoy la protesta y se movilizaron a la quinta presidencial de Olivos en reclamo por alimentos para los comedores comunitarios y en rechazo a la reestructuración del plan Potenciar Trabajo que instrumentó el gobierno de Javier Milei. Un fuerte operativo policial, dispuesto a dos cuadras de la residencia presidencial, impidió que las columnas se aproximaran a la quinta Olivos. Finalmente, después de momentos de tensión, los piqueteros desistieron de la protesta y pasadas las 12 comenzaron a desconcentrar.
La jornada fue impulsada por un amplio grupo de organizaciones. Comenzó pasadas las 10 de la mañana, cuando la columna principal, compuesta, entre otras organizaciones, por el Polo Obrero de Eduardo Belliboni, Libres del Sur, y la UTEP, inició su marcha desde avenida Maipú y Zufriategui, partido de Vicente López, hacia la residencia presidencial, epicentro de la movilización, en Olivos.
Hubo réplicas de la protesta en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, pero ninguna en la Capital Federal. Así, los grupos piqueteros buscaron eludir la intervención de la Policía de la Ciudad, apegada al protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Minutos antes de la desconcentración, en medio de las tratativas entre los referentes y las fuerzas de seguridad, un cordón policial forzó la liberación de uno de los carriles de la avenida y marcó el principio del declive: la protesta se terminó de apagar pasadas las 12, cuando los movimientos sociales, resignados ante en la intransigencia de las fuerzas de seguridad, iniciaron el repliegue.
Así el despliegue policial, del que también particpó la Gendarmería, sirvió para disuadir a los piqueteros y la mar se fue desarmando hacia el puente Saavedra, el punto desde donde partieron los manifestantes. El transito comenzó a normalizarse a la par del repliegue.
En la previa al pico de tensión, los principales dirigentes sociales mantuvieron un intercambio con un comisario de la fuerza que se presentó como interlocutor. Silvia Saravia (Libres del Sur), Eduardo Belliboni (PO), Mónica Sulle (MTS. Teresa Vive) y Alejandro Gramajo (UTEP) exigieron una reunión con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, o con el secretario de Niñez , Adolescencia y Familia, Pablo de la Torre. Exigieron, además, que el uniformado precisara en representación de quién hablaba, algo que no terminó por aclarar.
Cerca de las 11.30, el cordón policial fue reforzado por otra veintena de efectivos y un nuevo grupo de uniformados motorizados. La situación escaló en pocos minutos: la primera fila de piqueteros, enfrentados con la policía, redobló la apuesta y, a modo de barricada, echó una decena de neumáticos con el objetivo de prenderlos fuego. Una humareda negra se apoderó por unos momentos de la esquina pero la policía actuó con rapidez: el cordón de uniformados se adelantó unos metros, hizo retroceder a los manifestantes y tomó nuevamente el control de la intersección.
La tensión se aplacó, pero el clima permaneció enrarecido, con los policías y piqueteros enfrentados cara a cara. A la motorizada y a la policía federal, se lo sumó luego la Gendarmería con por lo menos otros 30 uniformados.
A la media hora, un nuevo movimiento de la Policía Federal puso en alerta a los dirigentes sociales. Con la intención de liberar uno de los carriles, una fila de uniformados se estiró sobre una de las veredas rodeando al grupo de piqueteros. Los referentes improvisaron una reunión para coordinar una respuesta y negociar, pero no hubo tiempo. Cuando se aproximaron a conversar con el nuevo brazo de efectivos, la avanzada policial desplazó a los manifestantes y desbloqueó en pocos segundos el carril en sentido a Capital Federal.
El movimiento no se dio sin incidentes: la barrida policial hizo caer a una manifestante que comenzó a convulsionar. Durante más de quince minutos la mujer permaneció tendida en el suelo mientras manifestantes y efectivos de la Policía Federal la auxiliaban. Finalmente, una ambulancia del SAME llegó al lugar para asistirla.
“Denunciamos el desguace del Programa Potenciar Trabajo, y la reducción a la mitad del salario de 200 mil trabajadores y trabajadoras del sector, y el congelamiento de los montos del sector”, indicaron las agrupaciones sociales en un comunicado previo a movilización.
“La señora (Sandra) Pettovello -ministra de Capital Humano-, que jamás recibió a las organizaciones sociales, dice que el 50 % de los comedores no existe. Bien ¿Por qué, si fuera cierto, no entrega la comida al 50 % que sí existe según ella misma dice ?”, apuntó la Unidad Piquetera, un bloque de organizaciones más combativas, en otro comunicado. “Es sencillamente una mentirosa”, cerraba.
“Van cinco meses de abandono del gobierno de Milei a los comedores populares. Siguen sin designar funcionarios que se hagan cargo de dar respuestas. Estamos frente a un desgobierno que ejecuta un genocidio económico. Esta vez, vamos a exigir una respuesta a donde viven Milei y Pettovello. Vamos a hacer un piquete en la quinta de Olivos”, indicó Matías Gayol, uno de los dirigentes del bloque piquetero.
Si bien todas las organizaciones se plegaron a la decisión de ponerle término a la jornada y evitar prolongar la confrontación con las fuerzas federales, algunas buscaban insistir con el reclamo y permanecer sobre la Avenida Maipú a la espera de respuestas oficiales.
Conflictividad y reclamos
Las organizaciones optaron por reimpulsar sus reclamos en una semana marcada por el conflicto. La CGT realizará este jueves su segundo paro general en rechazo a las reformas laborales que impulsa el Gobierno a través de la Ley Bases, pese a que los puntos más conflictivos, como las denominadas “cuotas solidarias”, fueron eliminados.
A los reclamos que arrastran desde el inicio de la gestión libertaria, como la entrega de mercadería para los comedores comunitarios y el congelamiento en el monto del Potenciar Trabajo, se sumó el rechazo a la reestructuración de este programa social, hoy dividido entre la secretaría de Trabajo y la de Niñez, Adolescencia y Familia.
El accionar policial tomó por sorpresa a los movimientos sociales que buscaban, al igual que en protestas previas, evitar el protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La primera línea de efectivos, que no superaba los 20 uniformados, se fue engordando con el correr de la mañana y pasado el mediodía, el despliegue policial se extendía por casi media cuadra. Minutos antes de que comenzara la desconcentración, algunos dirigentes todavía se lamentaban haber frenado la marcha cuando el número de efectivos era menor. “Pasábamos”, soltó uno de ellos.
La jornada de protesta no se agotó en Olivos. Las rotondas de San Justo, Lavallol, el Triangulo de Bernal, el Cruce Varela, Vergara y Autopista Autopista La Plata, fueron otros de los puntos de protesta. Entre las organizaciones que formaron parte de la movilización se encuentran la UTEP, la FeNaT -CTAA, Libres del Sur, el Movimiento Argentina Rebelde (MAR), el Frente Popular Darío Santillán, el Polo Obrero, el MTE, la Coordinadora por el Cambio Social, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el MST Teresa Vive y el FOB.
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