Los movimientos sociales y la izquierda se unieron para respaldar las tomas de tierras
Por segundo día consecutivo, las organizaciones sociales volvieron a marchar hoy en contra de los desalojos de las tomas de tierras y en reclamo de una solución habitacional para las familias involucradas en las usurpaciones.
El punto de encuentro esta vez fue la plaza del Congreso y, desde ahí, el grupo de manifestantes se trasladó a las afueras de la casa de la provincia de Buenos Aires –en Avenida Callao al 200– donde cortaron la calle y realizaron una asamblea bajo la consigna "Tierra para vivir".
Ayer, las organizaciones se movilizaron frente a la municipalidad de Presidente Perón, tras conocerse que la Cámara de Apelaciones de La Plata dispuso el desalojo de las más de 2500 familias que ocupan tierras en Guernica, sin fecha pactada.
Pero la marcha de hoy fue más allá de Guernica: el reclamo se hizo en respaldo de todos los focos de tomas activos en las tierras bonaerenses. En la movilización estuvieron presentes ocupantes de La Matanza, La Plata y Florencio Varela –entre otros–, además de los nuevos vecinos peronenses.
Todos ellos fueron acompañados por referentes de al menos diez organizaciones sociales, las cuales tienen presencia territorial en varias de las tomas. Polo Obrero (PO), Barrios de Pie (el sector disidente a Daniel Menéndez), Frente de Izquierda y Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) son algunas de las agrupaciones que impulsaron la movilización.
"Organizamos una primera asamblea para conocernos, escuchar a la gente y coordinar las tomas. En principio, no es para avanzar hacia otras tierras, pero sí para unificar el reclamo por los desalojos", dijo a LA NACION Edgardo Beraza, referente de PO. Junto a Beraza, Verónica Martínez, de 19 años, sostenía una bandera negra de la agrupación, mientras esperaba la orden para empezar a marchar por Callao. Martínez milita en PO desde hace dos años, y el 20 de julio pasado, tomó un terreno en Guernica, junto a su pareja y su bebé.
"No hay ningún papel que diga que los terrenos tienen dueño, así que estamos acá para luchar, todos los vecinos. Si nos sacan, nos vamos a volver a meter", advirtió Martínez.
La joven de Guernica trabajaba de moza antes de la pandemia por el coronavirus; su novio, de albañil. Ambos quedaron sin trabajo y vivían en la casa de su suegra hasta que "se les dio la posibilidad de agarrar un terreno", de la cual se enteraron por otros vecinos.
La pareja estuvo refugiada en una carpa hasta el día de ayer que, "como la policía estaba distraída" –por la protesta salarial–, pudieron ingresar maderas al predio y empezar a construir.
La mayoría de los manifestantes aseguró querer pagar por las tierras que ocuparon. "No queremos que nos regalen nada, pero sí que nos den una respuesta, acerca de si nos van a sacar o podemos empezar a armar algo", dijo a LA NACION Karen Sosa, de 23 años, que hace dos semanas tomó una porción de tierra en Villa Palito, partido de La Matanza.
Junto con Sosa, más de 400 personas se instalaron, días atrás, en un descampado frente a la intersección de las calles Peribebuy y Figueroa Alcorta. "Antes, la gente tenía trabajo y alquileres. Pero, ahora, muchos vecinos empezaron a dormir en la calle y tuvimos la necesidad de organizarnos para conseguir un lugar propio", justificó Sosa.
En base al asesoramiento legal que Sosa y sus compañeros recibieron de un abogado de la agrupación Barrios de Pie, la mujer afirmó que el terreno que ocuparon pertenece al Estado nacional. Los abogados suelen ser militantes de las organizaciones que se involucran en las causas de los demás miembros.
Apoyo legal de Barrios de Pie
Daniel Díaz y su familia también cuentan con apoyo legal de Barrios de Pie. Días atrás, intentaron, sin éxito, demarcar parcelas en un descampado del barrio Pico de Oro, en Florencio Varela. "Nos dijeron que había tierra y fuimos para allá, con la ilusión de conseguir algo, pero nos reprimió la policía. El abogado nos va a avisar cuándo podemos volver a intentar", contó Díaz, quien estuvo presente en la manifestación.
Si bien las organizaciones sociales nuclean los reclamos y dan apoyo legal y alimentario a las familias ocupantes, los principales referentes afirman que no son los responsables de impulsar las tomas.
"Nosotros acompañamos la acción, que surge entre vecinos, y nos unificamos para apoyarlos, pero no es algo planeado desde la agrupación", sostuvo Nahuel Orellana, referente de MST, quien, más tarde, agregó: "Nadie hace esto por deporte. Hay una necesidad concreta que tiene que resolver el Estado".
Silvia Saravia, coordinadora nacional de Barrios de Pie, también estuvo presente en la marcha y pidió, puntualmente, por el cumplimiento de la ley 14.449, de acceso justo al hábitat . "Hay una ley que tiene ocho años y que ningún gobierno puso en marcha. Mucha gente se está yendo a vivir a la calle, por la crisis, y está lleno de tierras ociosas para que el Estado pueda dar respuesta a eso", dijo Saravia.
Y concluyó: "La gente no quiere que le regalen nada, quieren pagar y tener un lugar digno donde vivir. El déficit habitacional supera el millón de viviendas, a nivel país. Tiene que haber un plan acorde a la necesidad".
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