Los movimientos que agitan las calles, mientras pierden valor los planes sociales
Tanto las agrupaciones alineadas con la Casa Rosada como aquellas que se muestran más intransigentes, expresan sus reclamos a través de movilizaciones; los subsidios, a la baja
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En medio de una campaña electoral atípica, el conjunto de los organizaciones sociales se enfrenta a un callejón que parece no tener salida: llegar a cubrir las demandas de sus bases, cada vez más golpeadas por un deterioro económico que se agiganta mes a mes. Mientras desde las oficinas ministeriales muchas veces no llegan respuestas, tanto las agrupaciones alineadas con la Casa Rosada como aquellas que se muestran más intransigentes, no dudan en expresar sus reclamos a través de grandes movilizaciones en las calles.
En esta nota, un repaso por el “quién es quién” del mosaico de los movimientos sociales de la Argentina, en momentos en que los indicadores de pobreza e indigencia registran los niveles más altos de los últimos años:
Oficialistas
Movimiento Evita
Con su referente Emilio Pérsico como secretario de Economía Social de la Nación, y Fernando Navarro como secretario de Relaciones Parlamentarias, en el Movimiento Evita se asumen como uno más de los sectores del Frente de Todos, a la par de La Cámpora, o de los funcionarios que responden a Sergio Massa o a Alberto Fernández. Sin embargo, no dejan de reconocerse como “un actor de peso”.
Aunque en la práctica ya actuaban de manera coordinada, el Movimiento Evita y Somos-Barrios de Pie se fusionaron el pasado mes de julio. Sus referentes confían en que esta alianza les dará más volumen en la interna oficialista a la hora de sentarse a disputar poder con otros espacios que cuentan con una articulación propia en la gestión.
Según sus dirigentes, a partir de la reciente fusión con Barrios de Pie, se transformaron en “la organización social más grande de América Latina”. “Se suele caer en la tentación de cuantificar a las organizaciones populares a partir de sus ‘beneficiarios’, pero la red comunitaria excede muchísimo a eso”, señala Gildo Onorato, uno de sus referentes. Y agrega: “No hay forma de medir lo que significa el Movimiento Evita, ya que estamos arraigados en la realidad concreta de la gente, formamos parte de una idiosincrasia popular que es muy sólida y que no está atada a recursos como piensa el prejuicio estigmatizante”
A comienzos de este mes, el Ministerio de Trabajo aprobó los estatutos de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Es la organización que nuclea a una gran parte de los trabajadores informales del país y en la que el Movimiento Evita cumple un rol fundamental. Fue un guiño más del Gobierno, que se suma a la creación del Registro de Asociaciones de Trabajadores de la Economía Popular y de Subsistencia Básica, un mecanismo surgido a principios de este año con el objetivo de “generar representación y mecanismos institucionales para afrontar la lucha por más derechos laborales”.
Somos Barrios de Pie
“Esperábamos más”, es la frase que, en tono de recriminación, todavía puede escucharse entre las bases y los dirigentes de mayor peso de los movimientos sociales, que pretendían ubicar al subsecretario de Políticas de Integración y referente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, al menos entre los primeros 15 puestos de la boleta de diputados en la provincia de Buenos Aires.
“Chuky” -como lo llaman- quedó 16, y aunque dicen que lo oyeron esperanzado porque cree que el Frente de Todos perforará los 40 puntos y que entrarán “tranquilos” 17 diputados oficialistas, lo cierto es que su llegada al Congreso no está asegurada, y todo dependerá de la medida del éxito que logre la coalición en el terruño más codiciado.
Convencido de que “la política de los planes sociales fracasó como respuesta a la pobreza”, y de que la inflación “fue el talón de Aquiles de nuestra política social”, Menéndez promueve una agenda que incluye “dar prioridad al empleo” por sobre planes como la tarjeta Alimentar. Además, entiende que la presencia territorial de las organizaciones fue clave para la contención social durante la pandemia. “Hay que entender que los planes sociales han fracasado como respuesta a la pobreza, hay un problema medular y global que es el empleo”, señala el dirigente de Barrios de Pie.
La confluencia entre el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, entre otras agrupaciones, tuvo su demostración de fuerza el pasado 7 de agosto, en una marcha a Plaza de Mayo por el día de San Cayetano. Con una concurrencia de alrededor de 300.000 personas, se trató de la primera movilización masiva de los grupos más afines al oficialismo tras más de un año y medio de pandemia. En el acto se reclamó la creación de un “salario básico universal” para evitar que haya personas debajo de la línea de indigencia, y la “generación de créditos no bancarios para el desarrollo productivo de los trabajadores informales”.
Corriente Clasista y Combativa (CCC)
En medio de la peor crisis económica y política que vivió el país, Juan Carlos Alderete era uno de los principales dirigentes del movimiento piquetero junto a Luis D’Elía, Raúl Castells y Néstor Pitrola. De la mano de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) militó la abstención electoral y el “que se vayan todos” durante el período de Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde. Los tiempos cambiaron y hoy es diputado nacional del Frente de Todos.
El cierre de las listas electorales de este año lo tuvo activo. Durante varias semanas se lo pudo ver en frenéticas negociaciones para ajustar la nómina en varios municipios junto con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.
Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE)/Frente Popular Darío Santillán
En los últimos tiempos, Juan Grabois comenzó a criticar con mayor fuerza la “falta representación de los sectores populares” en el Frente de Todos. El líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) reclama por “un gobierno dispuesto a darle protagonismo político a los últimos”, con figuras que no sean, en sus propias palabras, exclusivamente “de la clase media profesional”.
En la misma línea, la dirigente social Dina Sánchez del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), aclara que la relación con el Estado es de diálogo, “pero siempre planteando la agenda de quienes representamos, que es Tierra, Techo y Trabajo”. Ambos referentes apoyan al Gobierno, pero consideran urgente que, “ante el crecimiento de la desigualdad y el hambre “, se garantice un salario básico universal para todos los trabajadores.
El FPDS agrupa a 30.000 trabajadores y trabajadoras en 20 provincias del país. “Como organización, llevamos adelante cooperativas, con presencia en las distintas ramas de la economía popular”, señala Sánchez, quien además se desempeña como secretaria adjunta de la UTEP.
Opositores
Polo Obrero
El Polo Obrero es una de las agrupaciones con mayor presencia en las movilizaciones callejeras que, cada vez con mayor frecuencia, tienen lugar en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Con presencia en 22 provincias y en más de 100 ciudades, cuenta con alrededor de 65.000 miembros a lo largo y a lo ancho del país.
Según sus dirigentes, “hay mucha bronca” entre las bases de los movimientos sociales oficialistas. “Hay presión para movilizar porque la lógica de los movimientos sociales es la piquetera”, señala Eduardo Belliboni, uno de sus referentes, en una solapada alusión a la UTEP y su búsqueda por instalar el concepto de la “economía popular”.
MST Teresa Vive
“No tenemos la actitud de arriar a los compañeros como vacas”, dijo Mónica Sulle, coordinadora nacional del MST Teresa Vive. Con más de 20.000 miembros en todo el país, según Sulle, la organización se diferencia de las demás en que sus integrantes son “politizados " y trabajan también, hacen changas: “Dan la batalla política que damos con el conjunto de la militancia organizada dentro del MST, que es nuestro partido”.
Sulle aclara que “cada compañero tiene su propia tarjeta” y que la organización solo interviene cuando se reparten los cupos para los Potenciar Trabajo. “Eso es lo político”, dice, y exige al Gobierno que se lo universalice, una demanda que, según la dirigente, nunca tuvo una recepción positiva.
Frente de Organizaciones en Lucha (FOL)
En sus orígenes, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) estaba conformado por un conjunto de distintas organizaciones que surgieron al calor de la crisis del 2001. Sin embargo, aunque en su nombre continúe conservando la palabra “frente”, desde el 2014 conforman un único espacio.
Con una construcción colectiva, a nivel nacional cuenta con alrededor de 9.000 integrantes presentes en la mayoría de las provincias. “Hoy somos nosotros los que visibilizamos lo que pasa también entre los trabajadores, porque las centrales sindicales no lo hacen. Pedimos trabajo genuino. Pedimos sueldos dignos para los que trabajan”, señala una de sus voceras, Damaris Rolón.
Barrios de Pie-Libres del Sur
Con presencia en todas las provincias, Barrios de Pie-Libres del Sur cuenta con alrededor de 60.000 personas entre sus filas. “Nosotros cada seis meses hacemos un corte, ya que hay movilizada mucha gente, toda organizada a partir del trabajo”, comenta Silvia Saravia, referente de la organización que se distanció de Daniel Menéndez cuando pegó el salto al kirchnerismo.
La organización tiene representantes en las listas de Vamos con Vos, la fuerza política que lidera Florencio Randazzo. Uno de sus candidatos es Mauro López, coordinador bonaerense de la organizaciones, quien encabeza la lista de diputados provinciales en la tercera sección electoral.
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