Los motivos que llevaron a Alberto Fernández a estirar la cuarentena a tres semanas
LA NACIONMaia Jastreblansky
La iniciativa surgió primero de la psiquiatría. Cuando el miércoles Alberto Fernández se reunió con los expertos en niñez, uno de los especialistas comentó que sería positivo extender los plazos de los anuncios de la cuarentena para dar más previsibilidad y no cargar de ansiedades a la ciudadanía. Al Presidente -contó uno de sus funcionarios más cercanos- le picó la idea.
Esa recomendación, sumada a la necesidad de oxigenar la agenda y exhibir una reactivación del interior del país, lo llevaron romper la inercia y anunciar una fase ya no de dos, sino de tres semanas.
De esa reunión con expertos en salud infantil también había participado Horacio Rodríguez Larreta. Pero el jefe de gobierno porteño se enteró de la decisión ayer a la noche, al filo del anuncio tripartito en Olivos. "No cayó ni bien ni mal, porque es el Gobierno el que fija el marco general de las medidas", señalaron desde la sede de Uspallata.
De algún modo, la extensión de la fase nacional, que marca un "paraguas" de medidas, deriva en Rodríguez Larreta y en Axel Kicillof la decisión sobre las cláusulas particulares de la cuarentena. Podría haber avances y retrocesos.
El propio jefe de gobierno porteño lo dijo hoy cuando afirmó: "Yo me enteré un rato antes que se extendía hasta el 28, me lo comentó el Presidente a mí y al gobernador (Kicillof). Pero en el camino se pueden tomar decisiones".
En la Casa Rosada coincidieron en el diagnóstico. "Se invirtió la ecuación, ahora la mayoría del país pasa a una fase de mayor normalidad y cualquier cambio que se deba hacer en AMBA, está el marco para que lo puedan hacer los gobernadores", señaló un portavoz oficial. Y agregó: "Hay un marco de previsibilidad para este mes que probablemente sea el más difícil en términos de cantidad de casos, y las medidas que sean necesarias se pueden tomar dentro de ese marco nacional".
Los motivos
Cerca del Presidente reconocieron que, más allá de los factores psicológicos, en la agenda de la Casa Rosada hay una necesidad de comenzar a mostrar y priorizar "al país productivo".
Una fase más extensa, de tres semanas, también busca dar una señal de "normalización" y marca un ritmo más pausado, sin una dinámica intensiva de reuniones. En los últimos dos meses y medio el gobierno alternó una semana de mayor tranquilidad, con otra enfocada en los anuncios, con una seguidilla de reuniones solo para eso. Hay desgaste.
En esa trama se inscriben las recorridas del Presidente por provincias del interior. Fernández necesita exhibir que, por fuera de la paralizada AMBA, el resto del país comenzó una reactivación y tiene otro paisaje.
En el mismo sentido figura la nutrida agenda del Presidente con los empresarios. Además de demostrar que su programa económico debe ser de la mano, y no en contra, de los hombres de negocios, Fernández comienza a alimentar la expectativa de "el día después".
Con el anuncio de ayer, en tanto, se fijó un estado de cosas más perdurable: un "85% del país" en palabras del Presidente que pasa a una fase, ya no de "aislamiento" sino de "distanciamiento" con mayor normalidad y el AMBA más otros puntos del mapa puntuales que siguen en cuarentena aunque con un menú muy variado de excepciones. Esto aunque el mapa se haya mostrado con más puntos en coloreados (por los contagios) que hace dos semanas atrás.
"Tenemos que poner a la economía en actividad sin quitarle los ojos a lo sanitario", dijo un estrecho colaborador presidencial.
Hoy el jefe de Estado viajó a La Pampa y Neuquén. En paralelo, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, viajó a Chaco con funcionarios de Salud para abordar la cuestión sanitaria con Jorge Capitanich. A diferencia de otros mandatarios provinciales, el chaqueño no logra salir de una situación crítica.
En materia sanitaria, sin embargo, la rutina nacional no cambiará. Desde el Ministerio de Salud confirmaron que continuarán con los partes epidemiológicos diarios, a la mañana y a la noche. "La gente lo incorporó, es importante mantener la información", dicen. También seguirán abocados a continuar con el equipamiento de salud, sobre todo lo vinculado a nutrir de respiradores a los hospitales. Y buscarán extender el plan Detectar, de búsqueda activa de casos en barrios con alta circulación del virus.
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