Los motivos detrás la reconciliación entre Mauricio Macri y Facundo Manes en la cumbre de Los Abrojos
El expresidente y el médico ensayan un acercamiento táctico mientras Larreta cierra filas con Morales y Lousteau; el diputado radical ratifica su ambición presidencial y complica el plan del jefe porteño
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Facundo Manes y Mauricio Macri nunca cortaron el diálogo entre ellos, pese a sus diferencias políticas y los cruces públicos. El expresidente le reprocha haber dicho que debía declarar en la causa por supuesto espionaje a los familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan -en la que fue sobreseído-. Y el médico le recrimina haber deslizado que su problema era el “ego” después de que recordara las denuncias por espionaje ilegal y operaciones judiciales, bajo el concepto de “populismo institucional”, en el gobierno de Cambiemos.
Sin embargo, ambos optaron por cerrar filas en la antesala de una etapa crucial para el principal espacio opositor: la inscripción de alianzas y la negociación por las candidaturas para la batalla electoral con el kirchnerismo. Ese acercamiento enciende las alarmas en los campamentos de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, aliados tácticos y máximos referentes del renovado polo “antigrieta” en Juntos por el Cambio.
Los dos quedaron muy satisfechos tras la reunión del último sábado en Los Abrojos, la quinta familiar del expresidente, que reveló el diario Clarín. No solo intercambiaron visiones sobre la futura orientación de Juntos por el Cambio, sino que coincidieron en que el espacio opositor debe dar señales de unidad y enfocarse en las preocupaciones de la ciudadanía, como la inflación o la creciente pobreza y la falta de empleo, si pretende mantener la chance de derrotar al Frente de Todos. Hablaron de ampliar la coalición y de apostar por un modelo de desarrollo. Más allá de que tienen diversas miradas sobre cuál debe ser la receta para impulsar las reformas estructurales, encontraron coincidencias en el “trazo grueso” del proyecto de país. También hicieron hincapié en que cada socio de JxC debe tener una identidad clara. Manes le reconoció a Macri su liderazgo en Pro y su experiencia como expresidente.
El cofundador de Cambiemos, en tanto, valoró su cosecha de votos en la interna de Juntos en las legislativas 2021, cuando cayó frente a Diego Santilli, la apuesta de Larreta. “Hubo mucho respeto y complementariedad”, dicen allegados a Manes, quien se mostró sorprendido en la intimidad por el gesto de Macri de recibirlo en Los Abrojos.
La charla de una hora y media transcurrió en un clima de camaradería. De hecho, el expresidente le presentó a Juliana Awada y a Antonia, la hija del matrimonio, antes de la reunión privada. En el círculo de Macri destacaron que “hubo buena sintonía” y que el exmandatario “quedó impactado” por la conversación. Y Manes le dejó en claro que está en la cancha y que pretende ser candidato a presidente. Su presencia en el tablero opositor representa un escollo para el larretismo: especulan que se superponen los votos del jefe porteño con los del médico. Ambos apuestan a seducir al electorado del centro y progresistas. Hay un socia que los conecta y espera definiciones: Margarita Stolbizer, líder de GEN.
Días antes de tomar un café con Manes, Macri se había mostrado junto a uno de los dirigentes radicales por los que tiene predilección: Gustavo Valdés. También mantiene un vínculo estrecho con Alfredo Cornejo y Rodrigo de Loredo o Martín Tetaz. Y suele destacar a Carolina Losada. Todos ellos no comulgan con el estilo de Morales. En su contacto con Manes, el expresidente insistió en que visualiza nuevos emergentes con “visión de futuro” en el radicalismo. Al jujeño, en cambio, lo asocia al “populismo light”. Y desconfía de su vínculo con Sergio Massa.
Reencuentro
La reconciliación entre Macri y Manes se gestó muchos días antes de la reunión del sábado en Los Abrojos. Según fuentes al tanto de las negociaciones, el expresidente y el neurólogo no cortaron los puentes de diálogo. Ambos venían chateando desde hace varias semanas. Es más, hubo un intento por llevar al médico a la presentación del libro Para Qué en Mar del Plata. Manes no fue por razones familiares, pero estuvo Maximiliano Abad, jefe de la UCR bonaerense y uno de sus socios más estrechos.
Hay versiones contrapuestas sobre quién pidió la reunión del último sábado en Los Abrojos. Cerca de Macri aseguran que fue el neurólogo y que Fernando de Andreis ofició de nexo. En cambio, colaboradores de Manes deslizan que el expresidente lo invitó para conversar. Los dos se habían visto en 2021 en las oficinas de Macri en Olivos, antes de que Manes aceptara ser candidato de la UCR en Buenos Aires. El expresidente celebró esa decisión. De hecho, en el larretismo recuerdan que Macri no veía con malos ojos que Manes encabezara una lista de unidad en la provincia ante la salida de María Eugenia Vidal. Larreta y Diego Santilli alertaron que el Pro no podía regalar esa silla en el distrito más poblado. “Ni a [Raúl] Alfonsín le hicieron este acto”, bromeó Macri ante Manes cuando lo presentaron en el comité nacional de la UCR.
Desde que saltó a la arena política, el médico radical solía machacar con que Macri ni Cristina Kirchner habían logrado “unir” a la sociedad. Incluso apelaba a diferenciarse de las recetas políticas de Pro -era crítico de la gestión en ciencia y tecnología o de las supuestas campañas sucias en redes- más que resaltar sus diferencias con el kirchnerismo. En Los Abrojos coincidieron en que el tránsito de outsider a político no es sencillo. De hecho, Manes sufrió el desgaste y se distanció de varios aliados radicales, sobre todo, Morales y Martín Lousteau.
¿Alianza táctica?
Cerca de Manes y en el entorno de Macri niegan que hayan hablado de explorar un acuerdo electoral. Pero ambos se fueron con la sensación de que coinciden en los temas medulares. “Macri tiene la experiencia y Facundo, la novedad. Combinan”, dijeron en el sector que responde al médico. Una sintonía política impensada hasta hace poco. Quienes frecuentan al expresidente hacen hincapié en que Macri mantiene la apertura al diálogo y que recibe a quienes piden verlo, incluso, dicen sus leales, a aquellos que quisieron apurar su “retiro”. Niegan que haya buscado dañar la carrocería de Larreta o provocar a Morales, como sugieren representantes de la UCR o de Pro.
Seguidores fieles del expresidente se jactan de que Manes se acercó a Macri después de atacarlo por el “populismo institucional”. Lo toman como una nueva señal de que el fundador de Pro conserva la centralidad.
En las filas de Manes ensayan una reivindicación de Macri. El neurocientífico se muestra reactivo a la “rosca” partidaria, una tarea que delega en su hermano, Gastón, y Abad, pero entiende que Macri conserva el protagonismo en el esquema opositor y que la oposición debe dar señales de certeza frente a una economía al borde del abismo. “Las diferencias con Macri son mínimas con un país que está en bancarrota. Esas contradicciones nuestras agrandan la coalición. Son dos extremos y si están juntos, capturan mucha gente”, dicen quienes rodean a Manes. Entre los impulsores de su proyecto presidencial creen que la cumbre con Macri lo permite recuperar protagonismo: “Lo pone de nuevo en un lugar de centralidad. Y es un mensaje interno a los dos partidos”, interpreta un referente radical.
Manes, en carrera
El neurocientífico sabe que corre desde atrás, pero confía en que logrará seducir a una mayoría social con su perfil de outsider. Además, percibe que sus adversarios gastan dinero y no remontan en los sondeos. Está convencido de que no hay “plafón” para hacer campaña. “No esperen de mí un político tradicional”, insiste antes sus asistentes o empresarios. Siente que el electorado reclamará a un dirigente que no venga del sistema. Por eso, envía señales de que está para jugar. Hace poco reformuló su equipo y organizó un comité de campaña.
Mientras Morales prepara su lanzamiento en el Gran Rex, Manes apuesta por otra estrategia. Sus armadores creen que el signo de la época es el hartazgo con la clase dirigente tradicional. Él presta más atención al fenómeno de Javier Milei (La Libertad Avanza) que a los alineamientos en JxC. Manes y sus leales confían en que mejorarán sus números para pelear en las PASO. Es una mala noticia para Larreta, que lo imagina como un eventual socio -incluso vice-. Hace un par de semanas volvió a sondearlo para conocer sus planes.
A su vez, en el comando de Manes advierten que el candidato de la UCR no saldrá de la Convención Nacional del partido. Está claro que Morales y Lousteau tienen peso, pero el médico conserva su sociedad con Abad, jefe de la UCR bonaerense. De hecho, la semana próxima se reunirá con los intendentes radicales de Buenos Aires.
Apertura de sesiones del Congreso. Con @alfredocornejo y @MSoleCarrizo tenemos mucho en común: trabajar unidos para garantizar un futuro mejor, con más y mejor educación y nuevas oportunidades de desarrollo. pic.twitter.com/mNCOYUU460
— Facundo Manes (@ManesF) March 1, 2023
Ayer, Manes se reunió con Losada, otra dirigente del radicalismo que se disputan Larreta y el eje Bullrich-Macri. Ayer se retrató en la Asamblea Legislativa con otro aliado de Macri en JxC que está enfrentado con el jefe porteño: Cornejo. Y la semana pasada se vio con Valdés. Y estrechan lazos con Pablo Javkin, intendente de Rosario. Los Manes también arman su escudería para enfrentar a Larreta y Morales, a quienes atribuyen haberlos dado fuera de carrera. “Nos enterraron antes de tiempo, como a Macri”, sueltan en tono burlón cerca del médico.
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