Los moderados de JxC festejaron en San Luis, pero prefirieron “obviar” a los aliados incómodos de Poggi
En plena disputa interna con Bullrich, Larreta destacó la coalición formada por el ganador de la elección, pero tanto él como su comitiva evitaron ahondar en la inclusión de dirigentes como Adolfo Rodríguez Saá, cercano al kirchnerismo en el Senado
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SAN LUIS.- “Ya se fue El Adolfo, ¿no?”, preguntaba uno de los miembros de la delegación de Juntos por el Cambio que llegó en la medianoche del domingo al búnker ganador, preocupado por no cruzarse con el expresidente Adolfo Rodríguez Saá, activo miembro de la alianza variopinta con la que el diputado y líder del partido Avanzar, Claudio Poggi, derrotó al delfín del gobernador Alberto Rodríguez Saá, Jorge “Gato” Fernández, y se convirtió en gobernador electo de esta provincia.
La idea de una elección “provincializada”, con “todos los opositores adentro” (incluido el fugaz expresidente y hermano del gobernador) rindió sus frutos para Poggi, más allá de las caras exultantes de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Martín Lousteau y otros dirigentes “moderados”, quienes apretados en un escenario desbordado recalcaron que “lo que hace ganar es sumar, siempre sumar”, en palabras del senador y candidato de la UCR a jefe de gobierno porteño.
“Nos abrimos y le ganamos a los Rodríguez Saá después de 40 años”, afirmó Rodríguez Larreta desde el escenario, junto a Poggi y otros dirigentes que sostienen su sueño presidencial, como Maximiliano Ferraro (CC-ARI), José Luis Espert o Margarita Stolbizer (GEN). Contento por el triunfo de su aliado provincial -que incluso expresó su “simpatía” por él en diálogo con los medios nacionales- el jefe de gobierno porteño envió así un mensaje a Patricia Bullrich, su rival en la durísima interna de Pro, y a Mauricio Macri, que resiste sin medias tintas movimientos como la incorporación del cordobés Juan Schiaretti a JxC.
Pero tanto Larreta como el resto de quienes lo acompañaron en la noche del triunfo de Poggi prefirieron obviar que dentro del frente Cambia San Luis no sólo estaban los partidos que componen JxC sino rivales a nivel nacional como distintas versiones de libertarios, la izquierda de Libres del Sur, y el propio Adolfo Rodríguez Saá, que para algunos representó una inyección decisiva de votos peronistas y para otros (incluidos dirigentes de Pro local) actuó como “piantavotos” y representa parte de ese “régimen” que quedó derrotado por las urnas.
Conocedor de estos matices, Poggi evitó durante la campaña aparecer con Rodríguez Saá y negó que el cinco veces gobernador puntano y efímero presidente durante aquella semana caliente de diciembre de 2001 vaya a formar parte de su próximo gabinete. Viejo zorro de la política, Poggi no desconoce los rumores sobre una candidatura de El Adolfo para renovar en agosto y octubre su banca como senador nacional por el kirchnerismo, más allá de que el ex presidente (titular de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado) reitera a quien quiera escucharlo que no recibió ofrecimiento alguno, y que más allá de su buen vínculo con la vicepresidenta Cristina Kirchner “no le interesa” (en palabras de referentes cercanos) sumar otros seis a los 18 años que ya lleva en el Senado.
“Adolfo hace su juego y esta vez le ganó a Alberto, que era lo que quería”, comentó un político puntano que siguió los detalles de la conformación del frente con el que Poggi -antiguo contador y luego funcionario del ex presidente- logró derrotar al oficialismo provincial.
Más allá del festejo conjunto con Poggi, refrendado en un comunicado conjunto con sus aliados en el que definió su victoria como “un ejemplo nítido de que la ampliación y la unidad de JxC y la incorporación de dirigentes con una importante trayectoria política”, Rodríguez Larreta dejó clara su convicción de que ampliar “es el camino” más allá de la oposición de Macri y Bullrich, y de encuestas que hablan de un crecimiento de los “halcones”, hasta el punto de poner en duda su triunfo en las PASO.
“No es cierto que ganen los extremos, (Jair) Bolsonaro perdió, (Donald) Trump perdió, la tendencia es al revés, Horacio cree que los extremos no son buenos”, afirmaba un dirigente cercano a Rodríguez Larreta, ya sin rastros del paso de Adolfo por el búnker, y mientras en los parlantes sonaba el viejo hit “el gato volador”, una forma de mofarse de Fernández, el candidato oficialista derrotado en la jornada del domingo.
La decisión de sumar a Schiaretti podría tener novedades en las próximas horas, ya que desde la delegación dejaron trascender la posibilidad de incorporarlo al esquema dentro del peronismo republicano que encabeza Miguel Angel Pichetto.
Decididos a no cruzarse en el momento más álgido de la interna, a doce días del cierre de listas, Bullrich y Rodríguez Larreta decidieron festejar en provincias distintas: mientras la ex ministra de Seguridad llegaba a Mendoza a festejar con Alfredo Cornejo y evitaba San Luis, Rodríguez Larreta prefería saludar al gobernador correntino Gustavo Valdés y después sonreír ante los flashes con Poggi.
El bullrichista Federico Pinedo, que había llegado a San Luis en la mañana del domingo, quedó atrapado en la marea de gente que se agolpó en las puertas del búnker, y no pudo evitar saludar a Rodríguez Larreta. “!Compañero y amigo!”, saludó Pinedo a Larreta con tono cálido, antes de dejar el salón sin foto de unidad y sin subirse al escenario, copado por el jefe de gobierno y sus aliados en la interna que sacude al conglomerado opositor.
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