Los ministros apuntados por Cristina tuvieron su semana de “reivindicación” y levantaron el perfil
Luego de conversarlo con el Presidente, tuvieron apariciones mediáticas y ´participaron de foros para defender la gestión de los ataques del cristinismo; seguirán en sus cargos
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La consigna, conversada con el presidente Alberto Fernández luego de las críticas directas de la vicepresidenta Cristina Kirchner el viernes, fue “salir a contestar”. Con palabras, pero también con gestos en clave política, los ministros apuntados por la vicepresidenta-Martín Guzmán, Matías Kulfas, Claudio Moroni-completaron una semana de alta exposición, en defensa de la gestión del Gobierno y como modo de ratificar que están más firmes que nunca en sus puestos de comando.
“El Presidente estaba muy enojado, si un extranjero hubiera escuchado a Cristina en Chaco habría pensado que ganaron caminando la elección de 2015. Había que contestarle, ya no era (Andrés) Larroque el que te criticaba”, reflexionaron muy cerca de uno de los “funcionarios que no funcionan”, que esta semana, y a distancia del Presidente, tuvieron su revancha política y dieron la batalla en la discusión por la herencia del cristinismo y la actual gestión, que según Cristina “defraudó las expectativas” de sus votantes.
Siempre en la mira de la vicepresidenta, el ministro de Economía comenzó su raid de apariciones públicas cuando terminaba el domingo. “El no acuerdo con el FMI era ajuste. Lo que había que lograr era un acuerdo de no ajuste, y eso fue lo que logramos”, dijo Guzmán en una entrevista con Urbana Play, grabada esa noche y emitida el lunes. Luego de esa entrevista, dónde incluso puntualizó “problemas de consistencia macroeconómica” en el período 2007-2015, Guzmán participó el martes de la reunión de la AmCham, y ante empresarios de empresas norteamericanas pareció contestarle nuevamente a Cristina. “Hay que actuar con seriedad. ¿Debe la Argentina ordenar sus cuentas públicas? Sí, debe hacerlo. Si no, siempre vamos a tener problemas de deuda o de una moneda débil”, afirmó. El miércoles, en una nueva entrevista-esta vez al canal TN-enfatizó que “la distribución del ingreso mejoró” y que “la economía creció 10,3 por ciento”, durante la actual gestión del Frente de Todos.
Cerca del ministro de Economía aseguran que “está tranquilo, y sigue con su idea de no meterse en peleas de poder porque él no es líder en esta coalición”. Fuentes oficiales reconocen que hubo instrucciones para el ministro de “contestar desde lo técnico” y desafían al kirchnerismo duro “a salir de la clandestinidad y decir en voz alta qué alternativas aportarían para temas sensibles, como la baja de subsidios a la energía para sectores medios y altos que, encima, no nos van a votar”.
La misma hiperactividad demostró Kulfas, el ministro de Producción a quien Cristina fustigó de manera implacable el viernes, incluso cuestionando su libro los tres kirchnerismos, dónde critica aspectos de la política económica entre 2003 y 2015. “Tuve desde el primer día el apoyo del Presidente, los ministros no somos los diputados que tienen un mandato de cuatro años. Entiendo que si estoy es porque los resultados son los que él está esperando”, dijo Kulfas el jueves, en una de sus tantas apariciones radiales de la semana, que comenzaron en la mañana del lunes y que se mezclaron con actos de gestión con multitud de invitados como la presentación, el miércoles, de dos líneas de crédito para pymes junto al secretario del área, Guillermo Merediz, y al día siguiente en un anuncio de microcréditos junto al titular del Banco Nación, Eduardo Hecker. “Si la economía anda bien, Alberto es competitivo para 2023″, aseguran cerca de Kulfas, miembro original del grupo Callao, en sintonía con las declaraciones de su jefe político desde su gira por Europa.
En diálogo con sus colaboradores, Kulfas dejó trascender que se siente fortalecido y contento por el contraataque coordinado, mientras minimiza en público sus diferencias con la vicepresidenta. “No tenemos diferencias con Cristina Fernández sobre dónde hay que ir”, dijo Kulfas, antes de agregar que “no sé si Cristina leyó mi libro o le pasaron un resumen”, sostuvo, en alusión veladas a alguna “maldad” de colaboradores cercanos a la vicepresidenta.
Con un perfil mucho más bajo, pero igualmente activo estuvo el ministro de Trabajo, otro de los funcionarios criticados por el kirchnerismo duro. Impedidos de opinar sobre la coyuntura “en medio de un proceso de discusiones paritarias”, Moroni se las arregló para mostrarse con empresarios y sindicalistas casi en iguales proporciones. El lunes compartió con el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, y el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, una reunión con autoridades de la OIT, y también estuvo en el congreso del sindicato de Sanidad y la Cámara Argentina de la Construcción. El jueves, en otra foto simbólica, compartió un acto en el Banco Nación con la primera dama, Fabiola Yañez.
“No nos importa quien se lleva los laureles, con un 60 por ciento de inflación (anual) hay que dar soluciones a la gente” comentaron, salomónicos, cerca del ministro, quien el martes firmó los adelantos en los aumentos del salario mínimo vital y móvil, reclamados por el diputado Máximo Kirchner desde el mes pasado. Cerca del ministro recalcan como logros la “baja del 13 al 7 por ciento” del índice de desempleo y el cierre “sin paros” de la gran mayoría de las paritarias, con la solitaria excepción de la de los bancarios de Sergio Palazzo, cercano a la vicepresidenta.
Los ministros albertistas creen que el Presidente está en una etapa de fortalecimiento, mientras continúa la batalla interna. “Cada tanto Cristina tira una bomba, pero cada vez consigue menos efecto. En septiembre consiguió cambios de gabinete, aunque no fueran los que ella quería. Ahora dijo de todo y no pasó nada”, reflexionaron cerca de uno de los ministros en la mira de La Cámpora, que esta semana subieron el perfil y defendieron, no sólo a su gobierno, sino también a ellos mismos. Saben que cerca del Presidente los engloban con una frase edulcorada: “Son los mejores ministros que tenemos, ¿cómo los vamos a echar?”.
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