Los Milei se preparan para pelear en las dos provincias que eligen gobernador: Corrientes y Santiago del Estero
Mientras que en el litoral los libertarios harán una apuesta audaz para arrebatarle el poder a los radicales, en el norte se contentan con “dejar la vara alta” frente al zamorismo; el dilema de la “pureza”
- 7 minutos de lectura'
Javier Milei se ilusiona con tener un primer gobernador. Para ello, su círculo chico aceita la maquinaria libertaria frente a los próximos comicios en los que se renuevan cargos ejecutivos: Corrientes y Santiago del Estero. Por distintas intervenciones federales, estas dos jurisdicciones tienen desacoplado el calendario electoral con la Nación –donde sólo se renovarán legisladores, lo mismo que en las 22 provincias restantes– y funcionarán como la prueba piloto para que el Gobierno tome el pulso de cuánto vale la marca La Libertad Avanza (LLA) sin llevar la cara del Presidente en la boleta.
Las probables apuestas de los libertarios son el diputado nacional Lisandro Almirón, para competir en Corrientes, y el exsecretario parlamentario de la Cámara baja Tomás Figueroa, en Santiago de Estero. En ambas geografías, LLA podría cerrar acuerdos electorales con otras fuerzas políticas, pero el dilema de la pureza asoma: ¿conviene ampliar la base de sustentación política para sumar votos en territorio desconocido o es preferible trabajar únicamente con dirigentes propios para ganar definición? Por ahora gana la tesis de Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y titular del partido nacional, que está convencida de competir con violetas de pura cepa.
Los escenarios en estas jurisdicciones son distintos, pero comparten un punto en común: la supremacía del partido gobernante durante al menos dos décadas. En Corrientes, liderada actualmente por el radical Gustavo Valdés, la UCR gobierna de manera continua desde 2001, tras la intervención federal ordenada por el entonces presidente Fernando de la Rúa. En Santiago del Estero, el control político lo ejerce desde 2005 el Frente Cívico por Santiago, liderado por Gerardo Zamora. Esta coalición, que une radicales y peronistas, consolidó su dominio tras la intervención federal que puso fin al largo mandato de los Juárez.
¿Podrán los libertarios romper con dos décadas de hegemonía? En Santiago del Estero, las posibilidades de desplazar a Zamora parecen prácticamente nulas. En cambio, en Corrientes, algunos acontecimientos recientes han abierto una pequeña ventana de oportunidad para la oposición, y tanto LLA como el peronismo se esperanzan con conquistar el poder.
Corrientes
Valdés ya no puede reelegirse en el cargo de gobernador y debe construir un sucesor, con el agravante de que el radicalismo correntino está fracturado. El mandatario está peleado con Ricardo Colombi, su padrino político y antecesor, quien pretende retomar el control provincial. A pesar de haber perdido la interna el domingo pasado (retiró su postulación a último momento), Colombi amaga con participar de la elección por fuera del sello partidario y con el acompañamiento de otros signos políticos. “Nos está buscando”, reconoce un dirigente del PJ que asegura a LA NACION que el peronismo armará una estrategia de unidad sin interferencias de otros espacios.
Durante un acto en un club de la capital provincial, antes de las elecciones internas celebradas el pasado domingo, Valdés apuntó contra la estrategia de Colombi. “Quiero abrir las puertas del Comité Central, pero veo maniobras políticas que no me agradan: besos con kirchneristas y concesiones en el Poder Judicial”. Y sentenció: “Necesitamos institucionalidad, no traidores que retuercen a la UCR”.
A la división del voto radical se le suma la erosión que produjo en el gobierno de Valdés el caso Loan Peña, el niño de cinco años que desapareció en un naranjal a mediados de junio, del que todavía no hay rastros. Parte de la sociedad correntina responsabiliza al Poder Ejecutivo provincial de la carencia de avances en la investigación.
Por último, la irrupción de los libertarios en la escena política incomoda a Valdés. El mandatario provincial especula con mostrarse amigable al gobierno nacional, que goza de una alta aceptación en su provincia, mientras apuesta a diferenciarse en el plano local. Una encuesta de Zuban Córdoba y Asociados, realizada en octubre, indica que la gestión del presidente Milei cuenta con una aprobación del 52% y una desaprobación del 47,1% entre los correntinos.
“Va a ser una elección de cuartos y el segundo puede salir primero”, se ilusionan tanto en LLA como en el PJ. Según la Constitución de Corrientes, al igual que a nivel nacional, se necesitan más del 45% de los votos válidos para proclamar ganadora a una fórmula o, en su defecto, saldrá victoriosa aquella que alcance el 40% de los votos válidos con una diferencia mayor a diez puntos porcentuales sobre la fórmula que la siga en cantidad de votos. Si ningún candidato cumple con estos requisitos en la primera vuelta, se realizará una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos más votados. Los “cuartos” que cuenta la oposición son las dos expresiones radicales, más un libertario y otro peronista.
Almirón, apoderado de LLA en Corrientes, ya empezó a recorrer la provincia con el traje de candidato. Se ilusiona con que la marca de Milei arrastre votos a su favor y se cuele en un posible balotaje. Su competidor interno es el peronista díscolo Carlos Mauricio “Camau” Espínola, el senador desterrado del PJ local que coquetea con los libertarios con la ilusión de ser su candidato. Espínola fue salpicado por la detención de su compañero de bloque Edgardo Kueider con US$211.000 en efectivo, a quien se lo acusa, entre otras cosas, de haber vendido su voto en favor de la Ley Bases.
“Espínola es el candidato de los libertarios que impulsa Valdés”, dijo un dirigente del PJ a LA NACION. En otras palabras, se especula con que el gobernador fogonea la candidatura libertaria del senador peronista para desinflar la amenaza que otra figura de LLA, como Almirón, supondría a su propio poder. “A Camau no lo quieren, tiene un conocimiento alto, pero un techo bajo”, resume.
Gracias a todos los que me recibieron con tanto cariño. Sigamos trabajando juntos, porque el cambio comienza desde ahora. pic.twitter.com/ElZNoDZd8P
— Martín Tincho Ascúa (@AscuaTincho) December 9, 2024
El PJ local, intervenido por dos dirigentes de estirpe kirchnerista -Máximo Rodríguez, exconcejal de Tres de Febrero y pupilo de Hugo Curto, y Teresa García, senadora de la provincia de Buenos Aires–, competirá con Martín “Tincho” Ascúa, el actual intendente de Paso de los Libres. “Acá la UCR es la casta y el peronismo es lo nuevo”, se ilusiona un militante peronista, convencido de que en la próxima elección Corrientes modifica su color político.
Valdés todavía no definió a su sucesor, pero se inclina por su hermano, Juan Pablo Valdés, intendente de Ituzaingó. En la grilla de candidatos también están el alcalde de la capital correntina, Eduardo Tassano, y con menos chances, el senador radical Eduardo “Peteco” Vischi.
Santiago del Estero
En Santiago del Estero la posibilidad de un recambio es remota: Zamora es omnipresente. Desde el 2005, cuando asumió por primera vez como gobernador, este diluido radical rotó en el poder con su mujer, la senadora Claudia Ledesma Abdala, quien en esta nueva elección podría volver a funcionar como el salvoconducto de su marido para retener la gobernación en las sombras.
“Seguro va Claudia al Poder Ejecutivo y Gerardo al Senado”, analiza un dirigente peronista que conoce el engranaje del zamorismo. El vicegobernador, que usualmente representa la pata peronista de la alianza, sería un referente de la familia Neder. Desde hace más de diez años estos dos clanes –los Zamora-Abdala y los Neder– retienen el poder local cambiando los nombres de pila pero nunca los apellidos.
De hecho, a través de una división estratégica del peronismo, el gobernador logra retener todas las bancas que representan a su provincia, tanto las siete en Diputados como las tres en el Senado. No hay fisuras.
Sin embargo, LLA apuesta a Tomás Figueroa para desafiar el poder del zamorismo, quien a pesar de sus lazos con el peronismo santiagueño se acercó al gobierno nacional a través de Martín Menem en Diputados.
Es el sobrino de José “Pepe” Figueroa, un referente histórico del PJ local que mantuvo una estrecha relación con el expresidente Carlos Menem. De hecho, en 2005, el tío del actual dirigente de LLA fue el candidato del peronismo que desafió a Zamora, cuando el gobernador radical comenzó su prolongado mandato.
“No hay convicción de que podamos ganar”, consideró en diálogo con LA NACION un referente libertario, quien destacó que el objetivo es “dejar la vara alta”. En esta elección también aparece el clásico dilema libertario de abrir el juego o priorizar la pureza. “Es muy probable que si uno hace alianzas con todo el arco opositor, como los partidos vecinales y Pro, se logre una victoria, pero se busca otra cosa”, consideraron en LLA.
En palabras de Figueroa a este medio: “Hoy te digo que no haríamos alianzas. La gente demanda pureza, sobre todo la juventud”. Y remató: “Sumar es restar”.
Otras noticias de Elecciones 2025
- 1
La custodia de Fabiola en España: una concesión de Alberto Fernández un día antes de irse del poder que ahora está amenazada
- 2
Marcela Pagano denunció penalmente a Fabiola Yañez por supuesta malversación de fondos públicos, tras el video de Año Nuevo
- 3
Javier Milei recibe en la Casa Rosada a Edmundo González Urrutia y ratifica que lo considera el presidente electo de Venezuela
- 4
Los Milei se preparan para pelear en las dos provincias que eligen gobernador: Corrientes y Santiago del Estero