Los libertarios y la izquierda confluyeron para rechazar el Presupuesto de Kicillof

En la madrugada del 29 de diciembre, durante la sesión extraordinaria en la legislatura bonaerense en la que se aprobó, entre otras cosas, el presupuesto 2022, se produjo una confluencia inédita entre los libertarios y la izquierda.

Las dos fuerzas antagónicas, que sorprendieron por sus resultados en las últimas elecciones legislativas –una por derecha y otra por izquierda–, conjugaron su postura en contra de la ley que determinó el nivel de gastos, endeudamiento e inversión para este año en la provincia de Buenos Aires. Entre sus puntos más relevantes, la norma prevé un endeudamiento de algo más de $90 mil millones y la creación de 25.450 nuevos cargos provinciales.

“Estamos legislando en el buen camino desde el momento en que se ponen de acuerdo la izquierda y Espert -jefe político del bloque libertario- en este recinto”, chicaneó Maximiliano Abad, presidente del bloque Juntos de la Cámara de Diputados bonaerense.

Con el apoyo fundamental de Juntos, el oficialismo pudo convertir en ley el Presupuesto 2022, luego de una maratónica sesión en ambas cámaras. Así, con el sostén de los 41 legisladores del bloque que comanda Abad, sumado al respaldo de Fabio Britos del monobloque 17 de Noviembre, y de quienes integran Cambio Federal, Walter Carusso y Martín Domínguez Yelpo, los diputados del Frente de Todos sancionaron la “ley de leyes”.

En contraposición, el bloque Avanza Libertad, compuesto por Guillermo Castello, Constanza Moragues Santos y Nahuel Sotelo Larcher, votaron en contra de la medida coincidiendo con los diputados de los dos monobloques de izquierda: Guillermo Kane y Graciela Calderón.

Ante este panorama, José Luis Espert, diputado nacional (Buenos Aires) por el partido Avanza Libertad, supo capitalizar la situación y deslizó en su cuenta de Twitter: “Juntos votó a favor. Los legisladores de #AvanzaLibertad en contra. No sé, fijate dónde está la verdadera oposición y quiénes son realmente funcionales a los K”.

En la misma línea, Guillermo Kane, diputado que preside el monobloque del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, dijo en diálogo con LA NACION: “La chicana de Abad es llamativa. Plantea una supuesta coincidencia entre la izquierda y los libertarios, cuando el dato de la sesión fue el gran acuerdo de Juntos y el Frente de Todos para aprobar un presupuesto de ajuste y endeudamiento”.

Como parte de la distancia ideológica que separa a la izquierda de los libertarios, resulta llamativo que sus posicionamientos desembocaran en un mismo rechazo, en contraste con el voto positivo de los partidos “centro” -de izquierda y derecha- como el Frente de Todos y Juntos.

Tal es así que hasta sus protagonistas desestimaron esta coincidencia. En diálogo con LA NACION, la diputada Moragues fue determinante: “No hemos coincidido en los fundamentos del voto. Ellos (por los diputados de izquierda) votaron en contra por considerarlo de ajuste y nosotros lo hicimos por considerarlo un despilfarro”.

La diputada Calderón, por su parte, también fue categórica: “No coincidimos en absoluto. Votamos en contra pero con fundamentos opuestos. No tenemos ningún punto en común con los libertarios”.

De esta manera, las diferencias surgen cuando se indaga en los motivos de sus decisiones. Si bien vuelven a coincidir en que la razón principal del rechazo es el ajuste, los libertarios lo consideran insuficiente, y a la izquierda le parece excesivo.

Aumento de cargos públicos

Otro de los puntos de coincidencia entre los monobloques de izquierda y Avanza Libertad fue la resistencia a la habilitación, como parte del paquete presupuestario, de la creación de 25.450 cargos en el Estado provincial. Nuevamente, su sincronía en la nominalidad del voto difirió en las causas por las que llegaron a esa decisión.

“Gran parte de los cargos en Salud y todos los de Educación son precarizados. Solo son de planta permanente la totalidad de los empleos correspondientes a la policía bonaerense. Esto muestra que la prioridad del gobierno está en tapar la crisis social con militarización”, explicó Kane a LA NACION.

Por su parte, la diputada Moragues argumentó que su partido rechazó la medida porque la considera un despilfarro: “Nunca vamos a estar de acuerdo con un presupuesto que presente como eje de las políticas públicas la intervención permanente de un Estado gigante e ineficiente”, destacó.

De los más de 25 mil nuevos cargos, 12 mil irán a la Dirección General de Cultura y Educación, parte del ministerio que lidera Alberto Sileoni; 10 mil irán al Ministerio de Seguridad que comanda Sergio Berni; 1600 al Ministerio de Salud, a cargo de Nicolás Kreplak; y 1500 al Ministerio de Justicia, con Julio Alak a la cabeza.

El resto de los plazas se distribuyen entre el Poder Judicial, el Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual y el Instituto Universitario Policial Provincial “Comisario General Honoris Causa Juan Vucetich”.

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