Los legisladores de la oposición que recién desembarcaron en el Congreso y ya delinean sus planes para 2023
A pesar de haber ingresado hace pocos días y tener mandato hasta 2025, aspiran a que sus bancas sirvan de impulso hacia un cargo ejecutivo dentro de dos años
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Llegaron al Congreso con discursos plagados de consignas: pedían el voto para ponerle un “freno” al kirchnerismo o “rugir” contra la “casta política” en el parlamento. Sin embargo, a pesar de haber ingresado hace pocos días en el Palacio -y tener mandato hasta el 2025-, sus objetivos van más allá de la actividad legislativa. Se trata de las nuevas figuras de la oposición que irrumpieron con fuerza en la última campaña electoral no solo para acceder a una banca, sino para fortalecer su armado territorial y posicionarse en la carrera por las candidaturas de 2023.
Desde Diego Santilli, Facundo Manes o María Eugenia Vidal hasta Rogelio Frigerio o Javier Milei aspiran a que su estadía en el Congreso sea un trampolín hacia un cargo ejecutivo dentro de dos años. Con distintas estrategias, los nuevos referentes de JxC y el economista libertario ya delinean sus planes para 2023.
“Es la última foto de la gente antes del 2023″, reconoce uno de los dirigentes que apostó por competir en las legislativas para instalarse en la carrera por la presidencia.
Diego Santilli
A Santilli nunca le entusiasmó la idea de volver al Congreso. De hecho, cuando aún manejaba la botonera del ministerio de Seguridad en la Ciudad, el exvicejefe porteño transmitía a los suyos que prefería lidiar con la adrenalina de la gestión que convivir con la tediosa tarea legislativa. Temía caer en una suerte ostracismo político o que su figura se erosione en la trituradora parlamentaria, como le ocurrió a Sergio Massa en 2013. Pero Santilli aceptó sin titubear el pedido de Horacio Rodríguez Larreta, su jefe político, y se puso el traje de candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires.
Tras superar al médico radical Facundo Manes en la interna de Juntos y cosechar un triunfo con capital simbólico en el principal bastión del kirchnerismo, Santilli desembarcó en la Cámara baja hace dos semanas. En un interbloque plagado de caciques de Pro y la UCR, el exvice porteño apuesta por conservar el bajo perfil. No ocupa cargos en las comisiones y se corrió de las internas. Es que su principal objetivo es pelear por la sucesión de Axel Kicillof en 2023. Con esa meta, el diputado busca fortalecer su armado en Buenos Aires: ya recorrió unos veinte distritos desde que terminó la elección y trabaja en la conformación de “una mesa de pensamiento estratégico” para la provincia. Allí, reunirá a economistas, sociólogos y economistas. El miércoles, en medio de las tensiones entre el vidalismo y los caciques de Pro, participó de una cena junto a Larreta y un grupo de intendentes de JxC. En el mitin se escucharon fuertes reproches a María Eugenia Vidal, quien había salido a rechazar cualquier negociación con el kirchnerismo que habilite un cambio en la ley que estableció el fin de las reelecciones indefinidas.
Cauteloso, Santilli evita hablar de candidaturas. Pretende cuidar la unidad y aboga por sumar a José Luis Espert y a Cynthia Hotton para aumentar la base de sustentación de la fuerza.
En paralelo, Santilli estará al frente del armado nacional del proyecto presidencial de Larreta. Ya mantuvo reuniones con otros estrategas del alcalde para delinear la hoja de ruta de 2022. También de aplacar tensiones con los aliados, como la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Facundo Manes
“Facundo va ir al Congreso a saludar y a votar. Su meta no es ser legislador”, interpreta uno de los caciques radicales que convencieron al médico de dar el salto a la política. Tras experimentar su primera campaña, Manes pretende ser un diputado “raso”. Al igual que Santilli, prefirió no ocupar cargos en la Cámara baja. Delegó en su hermano los preparativos de su oficina y el armado de su equipo de asesores. Días atrás, incorporó como jefa de despacho a la exdiputada radical Josefina Mendoza.
Si bien se mantuvo al margen de la discusión entre Mario Negri y Rodrigo De Loredo, alfil de Martín Lousteau, que derivó en la fractura del bloque de la UCR, dejó trascender que no compartía la postura de los rebeldes. Como Gerardo Morales, el médico desconfía de la alianza entre Larreta y Lousteau.
Si bien forjó una relación estrecha con Santilli, el neurocientífico mantiene sus diferencias con Pro. Y, a partir de enero, comenzará a tejer su plan presidencial. Convencido de que la UCR debe asumir un mayor protagonismo en JxC y pelear por la Casa Rosada en 2023, el médico intensificará sus recorridas por el interior del país. Es más, planea mostrarse en Córdoba y Mar del Plata, una vidriera para los políticos con aspiraciones, en plena temporada de verano. Para evitar tensiones, Manes les avisó a Negri y De Loredo, rivales en la interna de la UCR de Córdoba, que visitará la provincia a medidos de enero. “Facundo se pone por encima de la interna”, repiten cerca del médico.
Gracias @UNRoficial @fbartolacci por invitarme a charlar sobre los desafíos presentes y futuros que deben unirnos a los argentinos. ¡Y gracias a mi amigo @pablojavkin por acompañarme!
— Facundo Manes (@ManesF) December 18, 2021
Es tiempo de construir juntos para encaminarnos hacia el desarrollo. ¡Hasta pronto, Rosario! pic.twitter.com/ZKPwIHZJgw
A pesar de que no se considera un outsider, Manes pretende mostrarse como una figura emergente, alejada de las “viejas prácticas” y “mezquindades” de la política. Quiere que JxC se convierta en una coalición de centro popular. Por eso, busca atraer a nuevas figuras al espacio, como el intendente de Rosario, Pablo Javkin, a quien visitó la semana pasada, tras la derrota del gobierno en la votación del presupuesto. “Con Argentina”, su usina y plataforma política, ya trabaja en proyectos legislativos y para su programa de gobierno.
María Eugenia Vidal
Vidal no piensa abandonar la primera línea de fuego. Después de su triunfo en la Capital, bastión de Pro, la exgobernadora bonaerense quiere mantenerse en el centro de la escena política. A sabiendas de los costos que le generó su silencio prudente de 2020 –no quería entorpecer a Kicillof y Fernández, ganadores en las urnas en 2019-, Vidal conservará un alto perfil. “Va a tener una presencia activa”, avisan cerca de la diputada, quien salió a cruzar a los intendentes de Pro que negocian con el kirchnerismo un cambio en la ley que limita las relecciones.
Si bien está pendiente de la agenda legislativa -habló en la votación del presupuesto-, la exgobernadora ya trabaja en su plan presidencial. Sus laderos remarcan que Vidal, junto a Macri, Larreta o Patricia Bullrich, es una de los pocos dirigentes de Pro con “escala nacional”. Por esa razón, saldrá a recorrer el interior del país para fortalecer al partido fundado por Macri y apuntalar a alfiles locales. Sus estrategas se entusiasman con sus números en las encuestas. Y consideran que el ala moderada de Pro debe tener un plan B a Larreta: “¿Qué pasa si se manca el proyecto de Horacio? Hay que construir algo paralelo”, dice uno de sus escuderos en Buenos Aires. Quieren que Vidal tenga un perfil propio.
Rogelio Frigerio
Tras alzarse con una contundente victoria en Entre Ríos, terruño de Gustavo Bordet (Frente de Todos), Frigerio apuesta por disputar la gobernación en 2023. Con una construcción peronista, el exministro del Interior fortaleció su estructura y se posicionó para la futura contienda en el distrito. No solo logró tejer un frente amplio, sino que también cosechó el apoyo de Macri, Larreta y Bullrich, referentes de las distintas tribus de Pro. El expresidente le pide que no descuide su armado y trabaje para pelear por las intendencias en Entre Ríos.
Tras asumir su banca en el Congreso, Frigerio se integró al bloque de Pro y apostó por un bajo perfil en las pujas legislativas. A Frigerio, protagonista de uno de los batacazos electorales de la oposición en las legislativas, le preocupa la falta de coordinación que mostró Juntos por el Cambio en sus primeras batallas legislativas con el oficialismo en la Cámara baja. Cerca del exfuncionario aseguran que Frigerio no ocultaba su fastidio con el traspié en la sesión por los cambios en Bienes Personales.
Al exministro del Interior también le inquieta que los jefes de la coalición opositora no apuesten por lograr una mayor institucionalidad en el espacio. El blanco de sus quejas es la conformación de la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Entiende que debe haber un criterio institucional para diseñar el esquema de conducción de la coalición. Es una visión que comparten Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Santilli, entre otros.
Rodrigo de Loredo
Rodrigo De Loredo es una de las nuevas figuras de JxC que emergieron en las legislativas. Junto a Luis Juez, encabezó la boleta de la coalición opositora que arrasó en las elecciones en Córdoba. Tras acceder a una banca en el Congreso, De Loredo, una de las grandes apuestas de Martín Lousteau, fue ungido como el jefe del bloque “Evolución Radical”, el espacio que conformaron los díscolos en la Cámara baja tras la fractura de la bancada de la UCR. Apalancado por el economista, De Loredo buscará mostrar un alto perfil en el Congreso para posicionarse en la carrera por la gobernación de Córdoba en 2023. Sufrió un traspié en debut como jefe de bancada: Gabriela Brouwer de Koning, una de las integrantes de su bloque, fue una de las diputadas opositoras que se ausentaron de la sesión en la que se votaron la actualización de Bienes Personales. Brouwer de Koning le había permiso para viajar a Miami junto a su familia.
De Loredo considera que JxC debe ordenarse a partir del “voto de la gente”. Junto a otros dirigentes de la fuerza, De Loredo ya expresó que la principal alianza opositora debe tener un tinte más federal.
Luis Juez
Luis Juez (Frente Cívico) evita hablar de candidaturas. El senador nacional prefiere no apresurarse, pero está claro que su contundente victoria en Córdoba, el segundo distrito más poblado del país, lo instaló en la carrera por la gobernación en 2023.
Desde el entorno de Juez, dejan transcender sus aspiraciones y se muestran optimistas: consideran que las chances del senador de llegar a la gobernación son “altísimas” después de su triunfo en las legislativas. Perciben que están ante una “gran oportunidad” luego de que trascendió que Juan Schiaretti, quien transita su tercer mandato como gobernador, medita pelear por la Casa Rosada. Confían, además, en que el radical De Loredo “no se animará” a competir por la gobernación. Pero son cautelosos, entienden que los próximos dos años deben buscar la unidad para conseguir “romper el hechizo peronista”. Cualquier paso en falso puede reactivar la interna.
Javier Milei
Durante la campaña sus armadores repetían que Javier Milei estaba concentrando en la ciudad de Buenos Aires hasta el día de la elección y cumplieron. Esa misma noche, a pocos minutos de haberse convertido en diputado nacional con el 17% de los votos porteños, el economista anunció: “Quiero que sepan que a partir de mañana vamos a empezar a recorrer cada rincón de la Argentina para que en el 2023 haya una boleta liberal en cada rincón del país”. A partir de ese día, reconocieron públicamente que la idea era que Milei empiece a mostrarse como un dirigente nacional.
Su audiencia, conformada en su mayoría por hombres jóvenes, respondió cantando “Milei presidente, Milei presidente”, algunos incluso ya estaban preparados y sacaron carteles que inmortalizaban esa frase. No eran los únicos, después del resultado que obtuvo en las PASO, algunos de sus armadores políticos empezaron a “tejer vínculos” de cara al futuro.
Parece que el fenómeno vecinal está creciendo fuerte en todo el país... pic.twitter.com/FWmqoAaGBq
— Javier Milei (@JMilei) December 13, 2021
Mientras sus laderos remarcaban que, a pesar de que su imagen era utilizada por varios candidatos liberales a lo largo del país, no había apoyado a ninguno fuera del distrito donde se presentó, Milei no se pudo resistir. El martes anterior a la elección visitó La Rioja para compartir un acto con su amigo Martín Menem, sobrino del expresidente Carlos Menem. Desde su entorno celebraban no solo la convocatoria que tuvo en una plaza de la capital sino también la elección que hizo Menem que tras esa visita consiguió una banca como diputado provincial, a diferencia de la mayoría de los candidatos liberales en el país que no recibieron la bendición de Milei. El propio Menem dijo a LA NACION que el acto con Milei “colaboró un montón” y reconoció que con su “amigo” discuten desde hace tiempo “la construcción de un espacio nacional”.
La gira oficial empezó en Formosa, la segunda parada fue Rosario. Ese día, Milei dejó en claro que su prioridad está puesta en la construcción de un liderazgo nacional: no asistió a la comisión de presupuesto y perdió la oportunidad de enfrentarse cara a cara con el ministro de economía, Martin Guzmán. Aunque el economista defiende su postura y remarca que no forma parte de la comisión -podía asistir pero no votar-, algunos de sus armadores reconocen que fue un error. Otros celebran su convocatoria. “Somos un boom en todo el país”, aseguran. La próxima parada del tour Milei ya tiene fecha: 12 de enero en Mar del plata.
Mientras tanto, su figura incómoda tanto en el oficialismo como en la oposición. El propio Alberto Fernández le dedicó una frase en el Dia de la militancia por no querer dialogar con el Gobierno y en Juntos por el Cambio una eventual alianza de cara al 2023 ya divide aguas. Mientras los “halcones” buscan conquistarlo de cara al 2023 -tiene buena relación con Patricia Bullrich y Mauricio Macri suele elogiarlo- a la Coalición Cívica y al radicalismo les espanta la idea de incorporarlo. “La incorporación de Javier Milei es un límite; no se puede mezclar todo”, lanzó Morales tras haber sido elegido como el nuevo jefe de la UCR. Fuentes libertarias, mientras tanto, niegan estar pensando en un acuerdo.
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