Justo hoy, que está a cargo de la presidencia de la Nación, se produjo la peor noticia para Cristina Kirchner: su empleado, socio, testaferro y amigo Lázaro Báez fue condenado a 12 años de cárcel. Ese es un aviso inquietante para la hoy jefa del estado. A Cristina, le está costando más de lo que imaginaba ejecutar su plan sistemático de impunidad y venganza. Pese a las amenazas y los aprietes que sufren por parte de Alberto y Cristina, los jueces y los fiscales, en su mayoría, siguen adelante. Es que hay muchas pruebas documentales, testimonios de arrepentidos que contaron todo, escuchas y planillas bancarias. Se robaron todo, eso está confirmado. Pero fueron demasiado soberbios. Estaban seguros de que nunca iban a pagar por lo que hicieron y dejaron los dedos pegados por todos lados.
Insisto. Los 12 años de prisión para Lázaro Báez repiquetean en la cabeza de Cristina de una manera muy especial. Como un anticipo. Y como si esto fuera poco, para el Tribunal Oral Federal 4, la condena fue por lavado de dinero en lo que se conoce como "La ruta del dinero K".
Esto la complica mucho más todavía a la exitosa abogada, que nunca ganó un juicio pero lo perdió varias veces. Ahora mismo dicen que está sacada, que su furia se multiplicó con semejante fallo. No es para menos: 12 años y por lavado de dinero. La investigación probó que Lázaro lavó 60 millones de dólares en solo tres años. No tengo dudas de que lavó mucho más. Pero esto fue lo que se le pudo probar con contundencia. ¿Escuchó bien? Lázaro lavó 60 palos verdes. Todos los caminos conducen a Cristina porque esa colosal fortuna blanqueada le llegó de los millonarios contratos viales que le otorgaron los Kirchner. ¿Se entiende? No es que Lázaro robó un banco y después blanqueó ese dinero. Son los sobreprecios del 65% de promedio, las coimas, los retornos de los negocios sucios que hizo con el kirchnerismo. Otra vez. ¿Escuchó bien? Sobreprecios del 65% de promedio. Una obra que costaba 100 millones de dólares, la facturaban por 165 millones. Una locura que pagamos todos y todas. Nos metían la mano en el bolsillo a todos para enriquecerse unos pocos. Siempre le digo lo mismo: vinieron a redistribuir la riqueza y cumplieron: la distribuyeron entre ellos.
Hay que ver qué hace el resto de la familia Báez. Porque hasta ahora se sellaron la boca con la esperanza de zafar de esta condena. ¿Qué va a decir Norma Calismonte, la exmujer de Báez al ver que Martín, su hijo mayor, fue condenado a 9 años de cárcel? ¿Se decidirán a prender el ventilador y contar toda la verdad? Veremos. Lázaro, al igual que Cristina, metió a toda su familia en el delito. Repito: a Martin le dieron 9 años; a Leandro, 5 y a sus hermanas Luciana y Melina, tres años en suspenso. Todos tienen las manos manchadas de dólares negros robados al pueblo argentino.
El juicio comenzó hace tres años, y el terremoto que le estoy contando lo produjo esta sentencia histórica de los jueces Néstor Costabel, Gabriela López Iñiguez y Adriana Pallioti.
La nave insignia de estas estafas seriales y monumentales fue la empresa Austral Construcciones. Lázaro la resucitó 12 días antes de que su amigo y patrón Néstor Kirchner asumiera la presidencia de la Nación. Es la culminación de un riguroso trabajo del fiscal Guillermo Marijuan y el juez Sebastián Casanello. Las condenas tuvieron en cuenta el atesoramiento de fondos en bancos de Suiza. El circuito delictivo incluyó sociedades fantasmas y cuentas en el exterior, la financiera SGI, la empresa Helvetic SA y personajes nefastos y partícipes necesarios como Federico Elaskar, Leonardo Fariña o los abogados de la familia Báez, que también fueron condenados.
Lázaro, en su momento, fue beneficiado por el arresto domiciliario y trató de defenderse al estilo Cristina argumentando que era un perseguido político por Macri, pese a que todo se destapó antes de que llegara Macri al poder. A Lázaro no le creyó nadie. Un verdadero caradura que con su silencio cómplice y el pánico que le tiene a Cristina incineró a toda su familia en el altar del poder. Se sentían tan impunes que Lázaro compró 1400 propiedades y más de 1000 vehículos, muchos de alta gama. Sin embargo, hace 8 años solamente había declarado 66 millones de pesos en la AFIP. La misma codicia y voracidad por el dinero que los Kirchner. Se robaron todo, montañas de dólares, propiedades, autos pero encima no querían pagar impuestos o directamente dejaban obras sin terminar.
Como se pensaban quedar a vivir en el poder, Lázaro, Néstor y Cristina hicieron muchos negocios entre ellos. Hubo compra-venta de inmuebles, administración y alquiler de hoteles en los que se pagaban habitaciones que no se ocupaban, fideicomisos, terrenos en condominio y la ampliación de un hotel sobre los terrenos de Lázaro.
Esto certifica todo lo que el mejor periodismo investigó, reveló y denunció. Hablo del querido Nicolás Wiñazki y de Jorge Lanata. Empieza a confirmarse solo una ínfima parte de lo que fue el robo del siglo. Nunca nadie antes en la vida democrática argentina robó tanto dinero durante tanto tiempo.
Es la peor noticia para Cristina en el peor momento de su gobierno. Porque con la condena de hoy, la causa quedó directamente vinculada a la vicepresidenta, que está siendo juzgada por el TOF 2. Está acusada de defraudación al estado por la asignación irregular de las obras públicas y de asociación ilícita. Es doblemente grave. Se confirmó que sin las obras que los Kirchner le dieron en forma irregular, Lázaro no hubiera accedido al dinero que finalmente lavó. Ese es el delito precedente. Eso deja pegada a Cristina.
Lázaro hoy tiene colocada una tobillera electrónica y tiene custodia policial las 24 horas. Hay que redoblar los cuidados para evitar que huya fuera del país.
Todos vimos esas imágenes pornográficas en La Rosadita. A todos se nos revolvió el estómago mientras fumaban habanos, tomaban whisky como magnates mientras usaban maquinitas para contar nuestro dinero.
Es tanta la bronca acumulada por los ciudadanos honrados que, en su momento, los vecinos no lo dejaron entrar al country donde tiene dos propiedades. ¿Se acuerda? Los vecinos con carteles, huevos y piedras impidieron en cuatro ocasiones el ingreso de Lázaro Báez a su arresto domiciliario. Se produjo una conmoción inédita. Patadas a la camioneta, jóvenes que se sentaron delante del vehículo y lo obligaron a dar marcha atrás y retirarse con un grito: "Volvé a la cárcel, la puta que te parió". Ni los abogados pudieron entrar al barrio cerrado. La indignación se hizo rebelión ciudadana.
Pocos se atreven a decirlo, pero todo el mundo lo sabe: Lázaro Báez es Cristina. Son lo mismo. No se movía ni una mosca en el gobierno de Cristina sin la orden de Cristina. Lázaro fue el amigo, testaferro, socio, empleado y cómplice del matrimonio Kirchner. Muerto Néstor, la jefatura de la asociación ilícita fue ocupada por Cristina. Por eso sostengo que Báez es Cristina.
A esta altura no hay ninguna duda: el gobierno de la familia Kirchner fue el más corrupto de la historia. Los del menemismo fueron vueltos, chirolas al lado de estas montañas de dólares y euros contados con maquinitas, transportados en bolsos y aviones, pesados en balanzas y en una parte, invertidos en el exterior a nombre de Daniel Muñoz, el secretario de mayor confianza de la familia K.
Más que pingüinos son los buitres de Río Gallegos. Los que tienen niveles de codicia nunca vistos. Los que son capaces de vender a la madre y a las Madres de Plaza de Mayo por una caja fuerte llena de miserables billetes.
¿Son muy tontos o demasiado vivos? Alguna vez escribí que Lázaro era el Alfredo Yabrán de los Kirchner. Un mafioso todo terreno.
Hay mucho misterio que develar en el caso más espectacular de movilidad social ascendente de toda la historia. Lázaro Báez pasó de empleado bancario a megamillonario. Y fue en apenas diez años, en la década ganada por los Kirchner y sus amigos y cómplices. Lázaro se levantó y anduvo.
Tuvo un papel destacado en el ladriprogresismo feudal. Es el terrateniente más grande del país con: 1412 propiedades y estancias que en tamaño son igual a 13 veces la Ciudad de Buenos Aires. ¿Escuchó bien semejante locura? Las tierras que nos robaron las familias Kirchner y Báez ocupan el mismo territorio que 13 veces la Capital Federal: 263 mil hectáreas. Y dos lujosos aviones que en realidad, eran tres y uno se incendió sospechosamente. Y siguen las estafas. Récord Guinnes. Por eso los Kirchner están entre los más corruptos del planeta.
La parte más bizarra de su historia es que Lázaro fue el constructor, el donante y el vigilador en retiro efectivo del faraónico mausoleo de Néstor Kirchner.
La noche en que Néstor Kirchner se murió había estado cenando con Cristina y Lázaro. La colosal corrupción comprobada, de la cleptocracia K nos permite rebautizar la ruta del dinero K como la Autopista del dinero K.
Los Kirchner y los Báez formaron un concubinato para el delito. Están más unidos que nunca. Por eso le digo que la cárcel para Báez es un aviso para Cristina.
Le doy mi palabra. Sin saco, sin corbata y sin miedo.
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