Los jueces valoraron la condena a las juntas
Tres de los camaristas que sentenciaron a Videla resaltaron el proceso que juzgó a los militares
Tres de los camaristas que enjuiciaron y condenaron a Jorge Rafael Videla en el juicio a las juntas de 1985 destacaron la importancia del proceso y que el ex dictador haya fallecido estando preso y sentenciado.
"Estoy conforme de que Videla haya sido condenado y haya terminado su vida preso en una cárcel común", expresó el ex camarista Jorge Torlasco, que participó del juicio por la Causa XIII. El magistrado dijo que no se sintió particularmente conmovido o sorprendido por la muerte del ex dictador. "No me pasó mucho, me imaginé que iban a ir muriendo de a poco. Pero lo importante es que se murió condenado por la justicia civil y encarcelado", afirmó el ex camarista.
"Peor me sentí cuando Carlos Menem indultó a los condenados", dijo Torlasco. Y recordó que Videla se mostró siempre muy serio y circunspecto en el juicio. "Estaba muy creído en su postura. Era una postura de casta", explicó el ex magistrado. Señaló que cuando la justicia militar juzgó a sus pares, sólo les dictaron prisión preventiva rigurosa, que ellos, como jueces civiles, confirmaron.
Por otra parte, el ex juez Guillermo Ledesma, que también integró el tribunal, rescató la importancia del juicio a las juntas. "Fue producto de una decisión política en el momento adecuado. Fue simbólicamente muy importante", dijo Ledesma. Sostuvo que fue un mensaje fuerte para evitar nuevos golpes de Estado. "Se juzgó a tres presidentes. Hubo tres presidentes en el banquillo de los acusados. Y no hubo más golpes militares", destacó el ex magistrado.
Ledesma recordó que Videla fue el único que se negó a participar del proceso y por eso no designó defensor, pero dijo que su actitud no había sido desafiante. Cuando le tomaron la primera indagatoria, en una audiencia privada, Torlasco le preguntó si iba a declarar. Videla estaba nervioso y le llevó un rato responder que no. "Tartamudeaba", recordó.
Otro de los camaristas, el diputado radical Ricardo Gil Lavedra, afirmó: "Videla será recordado como un dictador que sembró la muerte en la Argentina y produjo la dictadura más sangrienta y terrible. Nunca ha mostrado arrepentimiento sobre los hechos, ni tampoco una reparación a las víctimas". Dijo que durante el juicio se mostró como "un hombre sumamente respetuoso con el tribunal. Duro. Cerrado sobre sí mismo". Recordó que se pasó todo el proceso leyendo un libro religioso. "Armó toda una atmósfera de autojustificación, que siguió sosteniendo siempre", dijo. "Teníamos una sociedad dividida. Los familiares clamaban por justicia y había que darles respuesta, los asesinos estaban en la calle y la única forma era un juicio para evitar la venganza en tiempos de una democracia que se iniciaba. Hubo tres alzamientos militares a partir de los juicios. No sabíamos si íbamos a poder terminar."
Gil Lavedra criticó: "Hace ocho años que se derogaron las leyes de obediencia debida y punto final y todavía no se pudieron terminar los juicios. Nosotros lo hicimos en un año y dos meses, sin computadora, fotocopiadoras, ni Word, con las Olivetti".
El juicio estuvo a cargo, además, de Carlos Arslanian, Jorge Valerga Aráoz y el fallecido Andrés D’Alessio. Los fiscales fueron Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo.
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