Los intendentes presionan a Moyano
Decididos a enfrentar las colectoras, quieren forzar el apoyo del jefe de la CGT; rol clave de De Vido
Los intendentes ahora esperan que aparezca quien hasta ayer era su principal enemigo interno: Hugo Moyano. Mientras multiplican reuniones reservadas, anuncios públicos y llamadas cruzadas para resistir las colectoras, los jefes territoriales empezaron a construir una tensa expectativa en torno al jefe de la CGT: quieren forzar su apoyo en la cruzada para combatir el plan electoral de la Casa Rosada.
"¿No es el jefe del PJ bonaerense? Algo debería decir", insistía ayer ante LA NACION un influyente intendente del sur del Gran Buenos Aires, que aún analiza la posibilidad de sumarse en público al creciente pelotón que ya rechaza abiertamente la posibilidad de que varios postulantes, municipales y provinciales, acompañen la boleta de Cristina Kirchner.
El grupo está ansioso por conocer el rol de Moyano. Tiene sus razones. La relación es tormentosa, alimentada por las ansias de dominio mutuas. Ahora, sin embargo, apareció un sorpresivo eslabón de contacto: Julio De Vido. El ministro de Planificación es aliado del gremialista y respalda al peronismo tradicional en su batalla contra las colectoras. Todos podrían unirse si se pusiera en juego el statu quo partidario.
"La necesidad tiene cara de hereje", graficó ayer ante La Nacion uno de los hombres del círculo íntimo de Moyano. En el juego de poder, De Vido tiene sus propios intereses: pretende frenar el avance de lo que considera el "ala progresista" del Gobierno, liderada por Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, principal sostén del proyecto para garantizar el futuro de la Presidenta.
Moyano pivotea. Necesita del Gobierno, pero sabe que las colectoras pueden convertir al PJ bonaerense en un campo minado. Los intendentes reclaman algún gesto y el sindicalista sueña con lugares en las listas. Los caciques presionan. Uno de ellos ayer ironizó, enojado, ante LA NACION: "¿Va a permitir las colectoras? ¿Y quiere lugares en las listas? Que se los pida a Sabbatella".
Sin pistas
El moyanismo pretende ganar influencia sin dar pistas. "Habrá que ver. Lo analizaremos el 18 de febrero en la reunión formal del partido en Mar del Plata", anunció Omar Plaini, mano derecha del sindicalista en el PJ bonaerense. No apoyó las colectoras, pero tampoco a los intendentes. La declaración fue un mensaje: Moyano exige que se termine la rebeldía de los que pretenden vaciarle los encuentros partidarios. Y asegurarse beneficios a cambio de respaldos.
En medio de la espera y las presiones, ayer se sumaron más caciques contra las colectoras. Pero también hubo encuentros urgentes. Uno de ellos fue en Florencio Varela. El intendente, Julio Pereyra, reunió a colegas que lo apoyarán en su intento de ser vicegobernador: Darío Giustozzi (Almirante Brown), Daniel Di Sabatino (San Vicente), Alejandro Granados (Ezeiza), Juan José Mussi (Berazategui), Gustavo Arrieta (Cañuelas) y Osvaldo Amieiro (San Fernando). Un ministro nacional también participó de la reunión.
El tema clave, otra vez, fueron las colectoras. Aunque dijeron que apoyarán la decisión del Gobierno, se quejaron de tres problemas. El primero: el temor a tener que dar explicaciones públicas por "forzar la ley", y perder votos. El segundo: soportar a Sabbatella, a quien acusan de haberle hecho "perder a Kirchner la última elección". Y el tercero: que se extienda en todo el Gran Buenos Aires lo que llaman "voto a la carta". Es decir, que los jefes territoriales se desentiendan de la campaña nacional, sólo se ocupen de tratar de afianzar sus liderazgos en riesgo y no eviten un eventual corte de boleta en el nivel nacional. Este último temor es, a su vez, una amenaza.
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