Los "gordos" de la CGT, los más beneficiados por obras sociales
Comercio, UPCN y Uocra fueron los tres gremios más favorecidos por la agilización en el reparto de recursos de la Superintendencia de Salud
La apertura del grifo de los fondos a las obras sociales sindicales tuvo como principales favorecidos a los gremios que conforman la mesa chica de la CGT.
Así se desprende de los registros contables de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), organismo que regula los recursos de la salud, en el primer año de gestión de Mauricio Macri.
La obra social del líder mercantil Armando Cavalieri (Osecac) aparece con $ 689 millones como la principal beneficiada en el reparto. Esa suma corresponde al reintegro de gastos por tratamientos de alta complejidad. El año pasado se entregaron, por ese concepto, $ 8000 millones entre todas las obras sociales registradas. Se trata, en promedio, de un 30% del total de recursos que la SSS giró para que los gremios recuperen el dinero de tratamientos y remedios para discapacidades y enfermedades oncológicas, entre otras.
El porcentaje restante de recursos se distribuye automáticamente con el objetivo de "garantizar un ingreso mínimo por cada beneficiario" y cubrir con las prestaciones básicas que deben garantizar las obras sociales.
Detrás de Osecac, aparece con $ 677 millones Unión Personal, la prestadora de los estatales de UPCN, cuyo jefe es Andrés Rodríguez, también secretario adjunto de la CGT. En tercer lugar, entre los más favorecidos, la obra social de la Uocra (Construcción) que lidera Gerardo Martínez, con $ 455 millones.
Cierran el "club de los 200 millones" los sindicatos de Peones Rurales ($291 millones) que conduce Gerónimo "Momo" Venegas, alineado con Cambiemos; la obra social de Gastronómicos ($248 millones) cuyo jefe es Luis Barrionuevo; y completa Sanidad ($224 millones) que dirige Héctor Daer, uno de los tres jefes del triunvirato cegetista.
La distribución responde, en términos generales, a la regla de a mayor cantidad de afiliados, mayor cantidad de gastos. La nómina presenta, sin embargo, algunas disparidades. La obra social de los bancarios -otro numeroso gremio- de Sergio Palazzo, que integra la Corriente Federal -opositora a la CGT- quedó muy por debajo en el reparto, con apenas $ 22 millones.
La distribución de recursos, según explicó el jefe de la SSS, se hace en base a la liquidación de gastos y presentación de facturas que hace cada obra social, sin margen para un manejo "discrecional".
La agilización en el reparto de los fondos fue parte de la estrategia del Gobierno que favoreció que la central obrera desactivara, antes de fin de año, el llamado a un paro general, en un contexto de caída del empleo e inflación en alza. "Lo único que se hizo fue cumplir la ley, con un estilo de conducción distinto, y se garantizó llegar a diciembre sin un paro", dijo a LA NACION el jefe de la SSS.
En 2016, la apertura del grifo dio un salto en el segundo trimestre del año pasado, cuando pasó de $ 1000 millones a $ 1500 millones. En el tercer y cuarto trimestre, en niveles casi similares, superó los $ 2000 millones, duplicando los valores anteriores. La elección de los momentos no fue casual. Luego del veto de la ley antidespidos -en abril- y a partir de mitad de año, cuando la CGT amenazó otra vez con llamar a un paro, el Gobierno mantuvo alta la inyección de recursos.
Macri se diferenció del kirchnerismo al poner fin al retaceo del Fondo Solidario, la caja en la que se atesora el aporte obligatorio que se les retiene mensualmente a los trabajadores y desde donde se emiten los pagos. "Durante el kirchnerismo fue una caja que sirvió para disciplinar a la dirigencia sindical", dijo Scervino.
Con el objetivo de "transparentar la gestión", además de la publicación de datos, Scervino avanza en la implementación de un observatorio de precios, en base a la auditoría de más de 460 mil facturas. Los jefes sindicales ya fueron advertidos de que a partir de junio podrían comenzar a aplicarse sanciones a quienes hagan contrataciones en un precio por encima del promedio de mercado.
Como hito de la inyección de recursos, en agosto, Macri reunió en Casa Rosada a los jefes de la CGT -todavía atomizada- y anunció que el Gobierno saldaba la deuda por $27.000 millones que se había acumulado durante el kirchnerismo.
Macri ubicó a Scervino en la SSS cuando asumió la presidencia, una concesión hacia la central obrera y una forma de generar entendimiento. Scervino es un hombre de la CGT. Durante años fue director médico de la obra social de Obras Sanitarias, que conduce José Luis Lingeri, hombre fuerte de la CGT.
Más recursos para los gremios
8.100
Millones
Fue el total que giró la Superintendencia de Servicios de Salud a las obras sociales sindicales en 2016 por reintegros de alta complejidad.
689
Millones
Es lo que recibió la obra social de Comercio que lidera Armando Cavalieri, principal favorecida en el repartor de reintegros
27.000
Millones
Es la deuda que se había acumulado durante el kirchnerismo y que Macri reintegró el año pasado
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