Los gobernadores, en rojo, extreman el ajuste: analizan licuar salarios, subir impuestos y frenar pagos a proveedores
Después de que la mayoría de los mandatarios anunciaran medidas de recorte, la caída fuerte de la coparticipación los obliga a pensar en nuevas reducciones del gasto con efecto “inmediato”
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CÓRDOBA.- Aunque la mayoría de los gobernadores arrancaron sus gestiones con medidas de ajuste fiscal, la fuerte caída real interanual de la coparticipación en noviembre y diciembre (12,4% y 19,4% respectivamente) y la baja de la recaudación propia por la recesión los hace analizar alternativas para un achicamiento del gasto. La licuación de salarios públicos aparece como un hecho. A eso se le sumarían opciones como pisar el pago a proveedores (lo que ya se registró en el último trimestre); subir impuestos y analizar posibilidades de endeudamiento (son escasas). En última instancia, queda el fantasma que agitó el bonaerense Axel Kicillof: la emisión de cuasimonedas.
En las provincias, en promedio, alrededor de 60% del presupuesto se destina a salarios por lo que el ajuste tiene ese límite. En medio de la recesión, varios mandatarios -en línea con el pedido del presidente Javier Milei- no renovaron contratos, pero coinciden en que “no hay margen social” para despidos.
Apuestan, al menos en el primer trimestre, a que la inflación licue los salarios aunque saben que las protestas gremiales están a la vuelta de la esquina. De hecho, la caída del peso de ese rubro en las cuentas públicas provinciales especialmente entre 2017-2020, fue clave para la mejora de la situación fiscal.
Fuera de esa, ninguna de las alternativas que barajan -y así lo admitieron funcionarios públicos de una decena de distritos consultados por LA NACION-, implica una baja de gasto a largo plazo. Son salidas transitorias ya que después deberá hacerse frente a esas decisiones. La suba de impuestos, en especial si se avanza en alícuotas de Ingresos Brutos, es “insostenible”, según coinciden referentes de los sectores productivos.
Para resolver el factor clave que explica la fuerte baja real de la coparticipación, los gobernadores esperan saber qué hará Milei con el proyecto de vuelta atrás de los cambios de ganancias. Tal como adelantó LA NACION, los mandatarios no tuvieron más novedades. Si bien la mayoría tiene contactos con el ministro del Interior, Guillermo Francos, no tienen ningún adelanto de cómo sigue la dinámica.
A diez días de la reunión que mantuvieron con Milei, la tensión y la impaciencia vienen creciendo, incluso entre los más proclives a “colaborar” con la gobernabilidad. Incluso, como el proyecto de ley ómnibus propone que toda la recaudación de la carga tributaria País vaya a la Anses, algunos gobernadores del peronismo kirchnerista más dispuestos al diálogo analizan insistir en la coparticipación del impuesto al cheque, aun sabiendo que el Presidente lo rechaza. “Al menos, plantear una alternativa para discutir”, indica un ministro del norte del país.
“Gran parte de los recursos de las provincias se los lleva el pago de sueldos y jubilaciones. Con la caída de la coparticipación y de la recaudación propia por el freno a la actividad, es complejo hacer más. Ya se avanzó en medidas, pero hay más preocupación que respuestas”, dicen a LA NACION desde el gobierno del chubutense Ignacio Torres, quien fue el primero en alertar antes del 10 de diciembre que podría tener problemas para pagar el aguinaldo, aunque después lo abonó de una sola vez.
En el caso del cordobés Martín Llaryora -quien fue uno de los que habló después de la reunión con Milei-, a la preocupación por la baja de ganancias se le suma una “urgente”: que la Anses cancele la deuda que mantiene con las provincias que no transfirieron sus cajas de jubilaciones a la Nación. “Una manera de ganar tiempo mientras se negocia lo otro, era empezar a pagar esas cuestiones, pero tampoco por ese lado hay nada”, se quejan desde el gabinete cordobés.
El entrerriano Rogelio Frigerio intenta, a partir de las medidas de ajuste que ya instrumentó, hacer un “colchón” al menos para el primer trimestre. El ahorro fiscal para esos meses ya está proyectado, pero eso no reduce la “preocupación” por la coyuntura que transita la provincia.
“Tenemos chances de tomar deuda, pero las tasas siguen siendo un problema y tampoco hay tantos mercados a donde buscar -dice el ministro de una provincia cuyana grande-. Hay que resolver la coparticipación”.
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