Banderazo 8N: los rostros de una protesta ciudadana que comienza a politizarse
Los escenarios que se montaron y los discursos pronunciados durante el banderazo del 8N dieron lugar al reconocimiento de algunos oradores como figuras centrales en la protesta opositora. Pero también dispararon críticas que apuntaron al aprovechamiento partidario de la marcha, en el marco de una protesta ciudadana. La disputa se gestó entre los mismos espacios que impulsaron la movilización.
Aura Marina Ríos Flores es una psicóloga de 62 años que desde 2013 forma parte de Equipo Republicano, un grupo de 130 activistas que se moviliza en contra de la corrupción y en defensa de la República y la independencia del Poder Judicial. Flores, quien estuvo entre los oradores del domingo pasado, dijo a LA NACION que recibió múltiples críticas por haberse expresado frente a los manifestantes. "Muchos dicen que se armaron escenarios por cuestiones políticas, pero no fue así. La gente pidió oradores para lograr mayor alcance. Esto ayudó a que los jueces se sientan apoyados para no renunciar", agregó, en alusión a Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
Tres meses atrás, Equipo Republicano se unió a unos 90 grupos para integrar Acción Conjunta Republicana, un espacio federal que se define como apartidario y dice nuclear a miles de argentinos en todo el país y el exterior, autoconvocados en defensa de la independencia de poderes, la libertad y el cumplimiento de la Constitución. El espacio es reciente. Se gestó en agosto pasado, con solo 25 equipos, y crece exponencialmente: a través de aportes propios y donaciones, armaron el mayor de los escenarios del último banderazo, junto al Obelisco.
"Los libertarios no tienen capacidad para reunir tanta gente y usaron la convocatoria para que sus oradores políticos hablaran y para afiliar personas", indicó Ríos Flores, y advirtió: "Eso no tiene nada que ver con nosotros. Nuestra consigna era solo desplegar banderas argentinas, no banderas partidarias".
Libertarios, entre apartidismo y agrupaciones políticas
En un segundo escenario, sobre la cara sur del Obelisco, se congregó una agrupación de jóvenes liberales y libertarios, con banderas amarillas de Gadsden, un típico símbolo del libertarismo. Sin un nombre que los identifique, los jóvenes pronunciaron discursos en contra de la intervención del Estado.
Arriba de la tarima de los libertarios estaba Agustín Etchebarne, economista y director de la fundación Libertad y Progreso. Si bien es uno de los referentes principales del partido Unidos Argentina, Etchebarne sostuvo, en diálogo con LA NACION, que encabezó su discurso "desde el lugar de ciudadano".
"Me convocó un grupo de centroderecha porque participo siempre de las marchas, peticionando a las autoridades en defensa de la Constitución. Lo hago desde 2007, cuando acompañé al campo con la 125", indicó el economista.
Durante su discurso, Etchebarne afirmó que la cuarentena no solo puso en jaque a la economía sino que también "destruyó familias y cobró vidas", y usó como ejemplo el caso de Mauro Ledesma, un joven de 23 años que murió al intentar cruzar a nado el río Bermejo, en Formosa, para visitar a su hija, tras las restricciones en la circulación.
"Está ocurriendo un avasallamiento de las libertades en la Argentina como nunca antes se había visto. Nos han prohibido dos temas fundamentales, que son la libertad para circular y la libertad de trabajar", dijo el economista a LA NACION, y agregó: "Es terrible, pero, por sobre todo, inconstitucional".
En el mismo escenario que Etchebarne, expusieron otras figuras como el youtuber cordobés "El Presto" y Álvaro Zicarelli, exempleado del Senado de Cambiemos que en 2016 fue despedido cuando se conoció un video en el que insultaba a Cristina Kirchner. Zicarelli dijo que a la sociedad "no le va a temblar el pulso" para seguir condenando a la vicepresidenta.
Ante los rumores de que, junto a Etchebarne, participarían otras figuras con incidencia política, como el economista Javier Milei o el excandidato presidencial José Luis Espert, Acción Conjunta Republicana se negó a compartir el escenario con ellos.
"Nuestra idea era hacer un escenario para que la proclama ciudadana llegase a todo el país. No queremos que en las marchas se haga campaña política. Es una manifestación ciudadana, sin oradores con bandera", sostuvieron los republicanos, e indicaron, además, que el espacio nuclea "tanto a peronistas, como a gente de Pro y de otros partidos".
Etchebarne, contra las críticas, ratificó a LA NACION que asistió a la marcha sin fines políticos. Aunque que destacó que, anteayer, Unidos Argentina firmó un acuerdo con otros cuatro espacios para conformar Republicanos Unidos, "un primer paso para defender las ideas del sector, que tienen que ver con defender la vida, la libertad y la propiedad privada".
El partido Unidos Argentina –en el que también participan, entre otros, el analista internacional, Gustavo Segré; el analista y consultor económico, Manuel Adorni, y el cirujano Juan Carlos Parodi– se unió ahora con Recrear –un espacio del exministro de economía Ricardo López Murphy–, Mejorar y un sector de Partido Libertario que responde a Agustín Spaccesi.
Listos para firmar el principio de acuerdo republicano. pic.twitter.com/1AVa8QcAjt&— Manuel Adorni (@madorni) November 9, 2020
"Nuestra idea es volver a la moral clásica; la de no robar, no matar, no agredir, no mentir. Hoy la justicia social justifica la acción por la necesidad. Si tenés necesidad, entonces podés usurpar un terreno, como en Guernica o el caso Etchevehere", concluyó Etchebarne.
La juventud también se pronunció en el banderazo
Los discursos del referente de Unidos Argentinos atrajeron, principalmente, a gente joven. Sin embargo, la generación sub-30 también se hizo presente en el escenario principal, montado por Acción Conjunta Republicana.
Tomás Santostefano, un estudiante de Administración de Empresas, de 24 años, fue otro de los oradores del banderazo. "La consigna era ‘basta’, y decidimos juntarnos con 200 jóvenes para transformar el ánimo de resentimiento del país en una esperanza de futuro posible", indicó a LA NACION Santostefano, que participó en su primer marcha tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, en 2015.
Gracias Diego! Que orgullo, los jovenes aprendimos de vos. Un abrazo! https://t.co/F3eZSki8pb&— Tomás Santostefano (@tomaassantos) November 9, 2020
"Lo principal de esto es que el Gobierno tome nota y que sepa que hay disconformidad en la gente. Que ya no pueden venir por todo", sostuvo el joven, quien en su discurso del domingo había afirmado: "Acá hay una juventud sin miedo, que va a luchar por tener el país que merecemos".
Al igual que el resto de los referentes de Acción Conjunta, Santostefano sostuvo que aquel espacio no tiene fines partidarios, y que, entre cientos de jóvenes, tienen la intención de organizarse para defender "tres valores principales: la libertad, la República y el progreso, con énfasis en la educación, el trabajo y el mérito, que tanto defenestra este Gobierno".
Por su parte, voceros de la agrupación Campo Más Ciudad, también promotora de la mayoría de los banderazos, se diferenciaron del resto de los espacios e indicaron a LA NACION que "a las marchas la gente va a ser escuchada, hacerse oír, no a escuchar a nadie".
En ese sentido, agregaron: "Nos oponemos a que se monten escenarios y haya locuciones de cualquier tipo. Buscamos la expresión genuina. Cuando se empieza a politizar, como este 8N, se pierde la esencia de para qué va la gente".
Como en el resto de los banderazos que se dieron desde que asumió Alberto Fernández, Juntos por el Cambio, la principal coalición opositora, también respaldó las movilizaciones y hasta algunos de sus referentes participaron activamente, aunque nadie ofició de orador ni se subió a un escenario.
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