
Los aviones A-4, en acción
SAN LUIS.- Una impactante presentación de los tres aviones de combate Fightinghawk A-4 AR, arribados recientemente al país desde los Estados Unidos, le sirvió a la Fuerza Aérea para realizar un ejercicio de bombardeo y tiro que no efectuaba desde hacía siete años.
Con lanzamientos en picada sobre blancos simulados, las nuevas máquinas cazabombarderas arrojaron sus bombas a gran velocidad, pero con la misma precisión con que minutos después lo hicieron aviones Mirage V y Canberra, utilizados por nuestro país en la Guerra de Malvinas, en 1982.
El ejercicio de prueba de tiro, que se realizó en el Campo Táctico Antuna (una zona desértica que utiliza para este fin la Fuerza Aérea, en el norte de esta provincia), se completó con ataques rasantes seguidos por ráfagas de disparos que impactaron contra un viejo y destartalado vagón de ferrocarril.
La acción ocurría a unos 1500 metros del estrado desde donde observaban las maniobras el ministro de Defensa, Jorge Domínguez; el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Rubén Montenegro, y el presidente de la Comisión de Defensa del Senado, Jorge Villaverde (PJ), junto a otras autoridades y a legisladores.
Un misil
El ejercicio incluyó el lanzamiento de un misil Roland II, que interceptó, a cinco kilómetros de distancia, el paso de un pequeño avión dirigible que transportaba detrás, a unos cien metros, un objeto plástico sobre el que se produjo el estallido.
Finalizadas las acciones, el ministro de Defensa dio una conferencia de prensa en la Brigada 5, de Villa Reynolds, donde expresó que en octubre próximo se enviará uno de los ocho aviones Fightinghawk a los Estados Unidos para homologar por completo el sistema de armas.
Domínguez reiteró, además, que el mes próximo la empresa Lockheed entregará a nuestro país el primer avión armado completamente en la planta que esa firma norteamericana instaló en Córdoba.
La situación judicial del jefe del Ejército, teniente general Martín Balza, por la causa de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, fue otro de los temas a los que se refirió Domínguez. "¿Es posible que Balza deba abandonar su cargo si la investigación en marcha lo complica?", fue consultado el ministro. "No hay ningún tipo de actuación de la Justicia que ponga en riesgo a ninguna de las jefaturas de las Fuerzas Armadas", respondió, sin mencionarlo.