Los 70: cómo fue el atentado por el que Javier Milei acusa a Patricia Bullrich
Fue un ataque de Montoneros contra la vivienda del coronel José María Noguer, en enero de 1977; el candidato libertario reactivó el tema en la campaña y acusó a su rival, aunque no hay constancias judiciales ni documentales sobre los autores
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-Hola.
-Coronel Noguer. Habla el que le puso la bomba.
Molesto porque el coronel José María Noguer, el entonces intendente de facto de San Isidro, había declarado a la prensa que no sabía por qué le habían colocado una bomba en su casa, el dirigente montonero Rodolfo Galimberti lo llamó por teléfono al día siguiente para explicarle los motivos. El diálogo lo reproducen los periodistas Marcelo Larraquy y Roberto Caballero en el libro Galimberti. De Perón a Susana. De Montoneros a la CIA, una biografía del extravagante jefe de la Columna Norte de la organización guerrillera.
Pese a que no se avanzó en una investigación judicial ni se conocen fuentes documentales que lo acrediten, el candidato presidencial Javier Milei reflotó el caso en plena campaña electoral y acusó a su rival Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) de ser una de las autoras del atentado.
“Usted anda diciendo que no se explica por qué le hicimos esto. Yo se lo digo: usted no es un coronel del Ejército de Salvación. Usted es un coronel de un Ejército asesino. Usted es un asesino, Noguer”, le dijo Galimberti al intendente desde un teléfono público, revelan Larraquy y Caballero en su libro.
El ataque, registrado por los medios periodísticos, entre ellos LA NACION, provocó destrozos en el frente de la vivienda, a raíz del estallido de una bomba de un kilo y medio de trotyl colocada en el jardín de la casa, en la calle Eduardo Costa 448, de San Isidro. Los autores del libro mencionan que Galimberti iba acompañado en un Fiat 128 rojo por dos militantes de la organización: “Yuyo” (Jorge Rubino) y “Cali”, un seudónimo que ambos periodistas le atribuyen a Bullrich.
Inicialmente, Milei había acusado a Bullrich de “haber colocado bombas en jardines de infantes”. Luego, se corrigió y explicó que se refería a un artefacto explosivo depositado en el jardín de una casa, que había provocado heridas “a la esposa del intendente y a una criatura”. Según la crónica publicada en la edición del domingo 23 de enero de 1977 en LA NACION, el atentado causó “heridas de poca consideración” a la señorita Ana María Noguer, de 25 años, hija del intendente, y a la señora Hortensia M. de Noguer, nuera del intendente de San Isidro. La primera presentaba una lesión en el arco superciliar izquierdo y la segunda sufrió lastimaduras en un brazo.
La explosión de la bomba de San Isidro no derivó en una investigación judicial, por lo que no hubo imputados y no hay constancias de los autores del ataque, aunque el libro de Larraquy y Caballero narra los preparativos y otras acciones de la Columna Norte de la organización guerrillera, que lideraba Galimberti. El dirigente montonero estaba en pareja con Julieta Bullrich (fallecida en 1983), hermana de Patricia, que en ese momento tenía 20 años.
Consultadas por LA NACION, voces cercanas a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio negaron la acusación y aseguraron que Bullrich “nunca participó de esas acciones”. Incluso, la candidata denunció penalmente al dirigente libertario ante los tribunales por su acusación. En tanto, fuentes vinculadas con la familia de Noguer dijeron a este diario que no querían opinar para no contribuir a las especulaciones con fines electorales del ataque guerrillero.
Por otra parte, en el libro Los otros muertos, que registra los casos de víctimas civiles de la violencia de las organizaciones guerrilleras de los años 70 y fue escrito por el periodista Carlos Manfroni y la abogada Victoria Villarruel -hoy candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza-, no se menciona el caso Noguer.
Una sobrina montonera
Egresado del Colegio Militar en 1945 y perteneciente al arma de Artillería, el coronel Noguer se había retirado del Ejército en 1973 y tres años después fue convocado para asumir como intendente de San Isidro, cargo que ejerció hasta 1981. Solía recorrer las calles del municipio para advertir personalmente los problemas que debía resolver.
Una sobrina suya, María Fernanda Noguer, militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en la zona norte del conurbano. Conocida con el apodo de “Namba”, concurría a la parroquia Nuestra Señora de la Unidad de Olivos y realizaba trabajos sociales en el barrio La Manuelita, donde vivían los seminaristas asuncionistas.
“Namba” Noguer fue secuestrada por un grupo de tareas al que se vinculó con la ESMA en junio de 1976, en un operativo realizado en la rotonda de Acassuso, en avenida Santa Fe y Perú. En esa redada también cayó José Alberto Carballo, conocido como “el Negro Antonio”, responsable de la UES.
Su padre, Jorge Eduardo Noguer –herrmano del intendente-, había sido teniente de fragata de la Armada y buscó información sobre su paradero entre sus antiguos camaradas de arma, que atribuyeron la desaparición al Ejército.
María Fernanda Noguer estaba en pareja con José Villagra, egresado del colegio San Juan El Precursor, de San Isidro, y que también realizaba tareas de asistencia social en La Cava. Fue, además, militante de Montoneros. En el momento de su detención, María Fernanda Noguer iba con su hija Lucía, que fue apropiada por una familia aparentemente vinculada con la Armada y luego restituida, según el sociólogo e historiador peronista Roberto Baschetti, autor del libro La memoria de los de abajo.
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