Los 10 indicios que para la Justicia desacreditan la acusación de Cristina Kirchner contra Gerardo Milman por el atentado

Pese a que Cristina Kirchner volvió a acusar al diputado Gerardo Milman (Pro) de estar detrás del atentado contra su vida, hay al menos 10 indicios en el expediente judicial que desacreditan esas afirmaciones, que son tan inverosímiles que la propia jueza María Eugenia Capuchetti dispuso investigar al denunciante por falso testimonio ante la sospecha de que todo se trata de una maniobra montada.

La hipótesis de Cristina Kirchner es que el 30 de agosto, dos días antes del atentado, un asesor legislativo del Frente de Todos, Jorge Abello, escuchó en el bar Casabanca, ubicado frente al Congreso, cómo desde otra mesa, el diputado Milman les decía a dos colaboradoras que cuando ocurriera la tentativa de homicidio iba a estar lejos, camino la Costa, dando a entender que sabía con antelación del ataque o que estaba ligado a él.

Además de asesorar al oficialismo en la Cámara baja, Abello fue diputado provincial de Santa Fe por el Frente para la Victoria. Su mandato terminó en 2015 y al año siguiente fue eje de noticias en medios santafesinos y nacionales por trabajar como chofer de Uber.

Lejos de descartar esta línea de investigación propuesta por la querella, a cargo de los abogados de la vicepresidenta José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo ahondaron en el asunto. Al punto que el 23 de septiembre, a las 17.30, Abello se presentó en el juzgado. Capuchetti se había retirado de los tribunales pero regresó y le tomaron declaración. Luego buscaron corroborar sus dichos y escucharon como testigo al cuñado de Sebastián Rende, que lo había acompañado en esa reunión en el bar Casablanca. También pidieron las cámaras de seguridad de la calle y del local, y trataron de determinar si el testigo estaba en lo cierto.

Declararon además las mujeres que acompañaban a Milman y los investigadores concluyeron que todo era tan descabellado que extrajeron testimonio para investigar a Abello por presunto falso testimonio, en una causa que tramita el juez federal Julián Ercolini.

Según fuentes judiciales, estos son los indicios que llevaron a la Justicia a desacreditar la versión de Abello que sostiene Cristina Kirchner para acusar a Milman:

• En su declaración, Abello señala que escuchó a Milman afirmar que sabía del atentado contra la vicepresidenta sentado a una mesa de por medio con el diputado. En esa mesa intermedia estaba sentado el diputado nacional del Frente de Todos y presidente del Club Atlético Tucumán, Mario Leito, según los croquis que ambos dibujaron y a los que accedió LA NACION. Los investigadores del caso fueron al café y establecieron que no se escuchan las conversaciones de mesa a mesa y menos con una mesa de por medio. Leito, que tras el atentado responsabilizó a los discursos de odio y a la oposición en declaraciones públicas, no dijo nada sobre Milman. Tampoco fue citado a declarar.

• Abello se presentó ante la Justicia 23 días después del atentado, lo que resulta extraño considerando que era un caso público que causó una fuerte conmoción. El propio Abello declaró que le “temblaron las piernas” cuando supo del ataque.
• Dijo también que “de ese tema no se habló más”; que con su cuñado “hablaba más que nada de fútbol” y que, según la declaración a la que accedió LA NACION, tampoco le comentó lo que escuchó ni a su cuñado “ni a nadie”.
• El cuñado, Rende, declaró por Zoom desde Santa Fe. Dijo que mientras estaban en el bar Abello buscó en Google a Milman para saber de quién se trataba. Que le dijo que le parecía “que era político, que había trabajado en el gobierno de Macri”. Y completó: “No me refirió nada más”.
• Cuando le preguntaron a Rende si su cuñado le dijo algo sobre Milman y su supuesta frase sobre al atentado, respondió: “No, no, le digo la verdad: hablábamos más de las chicas que lo acompañaban, que eran jovencitas, que de él”.
• El cuñado estaba mirando un partido en el televisor del bar, ubicado a cinco o seis metros. Cuando le dijeron si se escuchaba la televisión, respondió: “No. No no se escuchaba. Tendría volumen pero no se escuchaba porque había mucha gente”.
• Cuando el fiscal Rívolo le preguntó si escuchaba lo que se decía en la mesa del presidente de Atlético Tucumán, que estaba más próxima que la de Milman, respondió: “No se escuchaba de qué hablaban, eran cuatro que estaban con él ahí”. Y cuando le preguntaron dónde estaba Milman, respondió: “Más lejos, a tres o cuatro metros. No escuchaba de qué hablaban. Parecía que él hacía chistes y las chicas se reían”.
• La Policía de Seguridad Aeroportuaria pudo identificar a las mujeres que acompañaban a Milman mediante las cámaras de seguridad y ambas fueron citadas a declarar. Cristina Kirchner sostiene que se contradijeron y que generaron dudas. Una de ellas inicialmente dijo no recordar el encuentro pero luego, cuando se lo exhibieron en las cámaras, lo recordó. Ambas negaron el comentario que le adjudican a Milman. No hay reticencia, no mintieron, explicaron en los tribunales.

• Unos días más tarde, apareció publicado en el diario Página12 un supuesto chat que le envió Abello al diputado Marcos Cleri, el 1 de septiembre, en el que le relata el episodio y le dice: “Ayer cuando salí de tu oficina…”. Pero ayer debería haber sido el 31 de agosto y no el 30 de agosto, como lo afirmó en su declaración bajo juramento. Ese chat no fue incorporado al expediente sino hasta hace pocos días, cuando la jueza Capuchetti lo mandó al juzgado de Ercolini para investigar el presunto falso testimonio de Avello.
• La querella pidió secuestrar los teléfonos de las dos empleadas de Milman, pero la jueza no lo hizo porque entendió que son testigos, no imputadas, y porque no estaban explicadas las razones de esa solicitud. La querella insiste en ligar este caso con el de los detenidos de Revolución Federal, donde el juez Marcelo Martínez de Giorgi hizo lugar a todos los pedidos de Cristina Kirchner y procesó a los acusados. Ese fallo está ahora en revisión en la Cámara Federal.

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