Lorenzetti le mandó a Rosatti una carta con reclamos y reavivó la puja interna en la Corte Suprema
Le reprochó que tienen medio centenar de causas “paralizadas” en sus manos; es parte de las diferencias que viene exponiendo con sus colegas
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La puja interna en la Corte Suprema de Justicia se reavivó hoy cuando se supo que el juez Ricardo Lorezentti le reprochó por carta al presidente de la Corte, Horacio Rosatti, que tiene “paralizadas” en su vocalía medio centenar de causas judiciales, y lo exhortó a votar en esos casos.
Estas diferencias entre Lorenzetti y sus colegas vienen de larga data, en particular desde que perdió la presidencia de la Corte en 2018, luego de estar diez años al frente del tribunal. Después se agudizaron en abril de este año cuando Lorezentti salió en defensa del adminsitrador de la Corte Héctor Marchi, desplazado de su cargo, y en octubre pasado cuando el juez le dijo a su colega que estaba haciendo “populismo judicial” por algunas declaraciones en sintonía con el discurso de campaña del entonces candidato presidencial Sergio Massa.
Ahora Lorezentti le envió una carta a Rosatti fechada el 23 de noviembre pasado donde lo trata de “estimado colega” y le dice que tiene “preocupación” por el atraso que existe en la Corte Suprema en relación a numerosos expedientes”. LA NACION accedió a un texto de la nota de fuentes cercanas a Lorenzetti y a documentos donde consta que fue recibida en todas las vocalías del máximo tribunal.
“En particular, y conforme al informe existente en los registros públicos, estas causas que se detallan más abajo, están paralizadas desde el año 2022 en su vocalía. Es decir, es más de un año, lo cual se aparta ostensiblemente del plazo de tres meses fijado por la Corte para la circulación en cada vocalía”, dice el texto de la misiva.
Y señala que esas demoras “causan un enorme perjuicio a las partes, pero también a la imagen de la Corte Suprema, razón por la cual le exhorto a que haga un esfuerzo en emitir opinión”.
La lista de causas es de medio centenar y se refieren a casos civiles, algunos penales, referidos a bancos, empresa o casos de particulares. Solo se mencionan las carátulas del expediente por lo que no es posible saber a simple vista de qué tratan esos procesos.
En abril pasado, la mayoría de la Corte decidió desplazar a Marchi como administrador y reformar el área. Fue en pleno juicio político. Marchi era hombre de confianza de Lorezentti y quien siempre custodió el fondo anticíclico de la Corte, una serie millonaria de plazos fijos en dólares, para atender situaciones de emergencia.
Luego en octubre pasado se produjo otro choque cuando Rosatti dijo en un acto en Lomas de Zamora que esperaba que el próximo presidente contribuyera a la “unión nacional”, palabras parecidas a las que había pronunciado Massa, por lo que su discurso fue entendido como un guiño al entones candidato.
Tras la repercusión de esas palabras, Lorezetti le mandó otra carta a Rosatti en la que señalaba: “Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”, y le reprochaba que el “‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”.
“Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, dijo Lorenzetti. También advirtió “a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”. En sus palabras, “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad”.
Desde hace años, se consolidó una mayoría para la gestión administrativa de la Corte donde Rosatti cuenta con el apoyo de Carlos Rosenkrantz y de Juan Carlos Maqueda, quien antes estuvo alineado con Lorezentti y ahora está enfrentado. Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda vienen fallando en sintonía.
A pesar de que se ven las caras a diario y se reúnen una vez por semana de manera presencial en la sala de acuerdos, las diferencias son ostensibles y ya no se ocultan, entre Lorezentti y sus colegas.
Estas diferencias no obstante, no se traducen necesariamente a las sentencias, donde los jueces tienen diferentes posturas de acuerdo con el problema jurídico que deben resolver y su mirada sobre el derecho, que además está en orden a lo que ya expresaron en otros precedentes referidos a los mismos asuntos.
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