Liberación de De Vido: una decisión que suaviza las tensiones en el oficialismo
La liberación de Julio De Vido le resuelve un problema político al Gobierno. Alberto Fernández, enfrentado internamente con el exministro de Planificación Federal desde que los dos compartían el gabinete de Néstor Kirchner, recibirá menores presiones de un sector del oficialismo, que le reclama un involucramiento mayor para solucionar la situación de los que llama "presos políticos", evaluaban anoche en la Casa Rosada.
La decisión del Tribunal Oral Federal (TOF) N°1 se produjo sin intervención del Poder Ejecutivo, destacaron anoche en Balcarce 50. De todos modos, en el Gobierno consideraron que es una decisión correcta. Aunque ningún funcionario quiso hacer declaraciones sobre el tema, varios recordaron que en más de una oportunidad el Presidente había manifestado que el arresto de De Vido era parte de lo que él denunció desde la campaña electoral como "detenciones arbitrarias", dado que el exministro no cuenta con una condena firme.
"Los funcionarios se enteraron cuando salieron del acto en el CCK", dijo uno de los voceros habituales del Gobierno, para poner de relieve la ajenidad del Gobierno en el tema. "Es un tema de la Justicia", se desentendieron en otros despachos de la Casa Rosada. En privado, Fernández solía mostrarse muy ofuscado ante los reclamos recientes de De Vido. "¡Se hubiera acordado antes!", dijo en febrero, en su despacho, cuando empezaba a escalar la discusión sobre los "presos políticos". El Presidente reconoció, en cambio, haber hecho una gestión en favor de Milagro Sala, ante el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Uno de los pocos dirigentes del oficialismo que se manifestó ayer fue el secretario general de La Cámpora, el diputado Andrés Larroque. "Me parece un acto de justicia", respondió, ante una consulta de LA NACION, minutos después de la liberación. El "Cuervo" es uno de los dirigentes que estuvo más cerca de De Vido durante los más de dos años que estuvo preso. Durante el debate sobre la legalización del aborto, en 2018, leyó en el recinto un mensaje que le había hecho llegar el exministro. Además, lo visitó varias veces en la cárcel. En la Casa Rosada tampoco se refirieron anteayer a la condena que recibió Martín Sabbatella, actual titular del Acumar.
Los detenidos
De Vido, con detención domiciliaria desde diciembre pasado, no es el único de la lista de lo que un sector del oficialismo llama "presos políticos". Siguen detenidos Milagro Sala, Amado Boudou y Luis D’Elía, entre otros.
Los reclamos de un sector del kirchnerismo se concentrarán ahora en reclamar la liberación de esos dirigentes, aunque sus situaciones procesales no son idénticas. La discusión interna en el oficialismo, que involucró a ministros y a dirigentes de organismos de derechos humanos, no se extinguió, aunque parece bajo control.
El exministro de Planificación Federal es uno de los que ejercía mayor presión sobre el Gobierno. Fue, de hecho, el que protagonizó un enfrentamiento público con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, después de que el funcionario negara en una entrevista la existencia de "presos políticos".
"Quisiera saber dos cosas: Primero ¿qué opinaría si Cristina Kirchner hubiera sido desaforada y estuviera presa? y luego, si eso hubiera sucedido, ¿cree que usted sería jefe de Gabinete? Por favor. ¡Cuánto déficit de formación política, qué superficialidad insoportable!", lo cruzó De Vido el 10 de febrero, vía Twitter. "Sr. Jefe de Gabinete: ¿Esta es la instrucción que recibió Argüello en la Casa Blanca?", agregó.
Cafiero optó por no responderle a De Vido ni a otros dirigentes del oficialismo que aprovecharon para cuestionarlo, como la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, quien se sumó a la polémica, con la publicación de una frase de Antonio Cafiero, abuelo de Santiago: "Cuando me preguntan cuál fue el mejor cargo que ocupé, siempre digo que el haber sido un preso político durante la dictadura".
Cristina Kirchner también había sido blanco del enojo del exministro. La vicepresidenta no visitó nunca a De Vido, ni se contactó con su esposa, Alessandra Minicelli. "Fue un error haber dejado a Julio solo, como el piojoso, y ese 'si agarran a Julio a nosotros no nos van a carpetear', porque en realidad lo que se hizo fue sacar el tapón de la bañadera. Me parece que lo entregaron a Julio para no ir presos ellos", declaró en mayo del año pasado.
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