Ley ómnibus | Por qué es clave lo que apruebe Diputados para calcular los votos en el Senado
Los principales bloques dialoguistas y los senadores que responden a gobernadores de fuerzas provinciales trabajan coordinados con sus pares de la Cámara baja en la definición del articulado
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El Gobierno deberá prestar especial atención a la discusión artículo por artículo en la Cámara baja del proyecto de ley ómnibus y tendrá que extremar cuidados para no dejar cabos sueltos que puedan complicar la discusión de la iniciativa en el Senado, en donde cualquier modificación obligaría al regreso del texto en segunda revisión a Diputados, un escenario costoso en términos políticos y de tiempos para la administración de Javier Milei.
El dato clave pasa por el kirchnerismo, que con 33 senadores es primera minoría en la Cámara alta y está a tan sólo cuatro votos de alcanzar la mayoría absoluta. En otras palabras, Unión por la Patria podría valerse de la disconformidad de algún sector político o de los senadores de determinada región del país para modificar el proyecto y devolverlo a Diputados.
“Por eso, lo del Senado tiene un complejidad extra, que tiene que ver con la obviedad de que si le cambias una coma (al proyecto) tiene que volver a Diputados”, alertó un senador libertario en diálogo con LA NACION para remarcar la importancia que tendrá el acuerdo que alcance el Gobierno en la discusión del articulado de la iniciativa de cara al debate en particular que se iniciará este martes en la Cámara baja.
Un ejemplo de las tensiones que cruzan al Senado por estas horas es el capítulo referido a las privatizaciones. “En Diputados te podés dar el lujo de perder algunos votos; pero si la lista de empresas no cuenta con el apoyo de todos los senadores corrés el riesgo de que el artículo se caiga o se modifique y el proyecto deba volver a Diputados”, alertaron en un despacho radical.
Es esta indefinición del contenido definitivo del proyecto lo que impide, por estas horas, a la vicepresidenta Victoria Villarruel y a sus colaboradores más cercamos hacer cuentas y saber si podrán ofrendarle a la Casa Rosada la sanción definitiva de la ambiciosa ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
La misma incertidumbre reina en bloques como la UCR y Pro, en donde rehúsan dar una definición antes de tener a la vista el texto que apruebe la Cámara baja. “Hasta que no sepamos el articulado en particular no podemos definir, hay que esperar”, responden, sistemáticamente, ante la consulta periodística en los conglomerados opositores más proclives a dialogar con el Gobierno.
En la misma sintonía se expresan legisladores de fuerzas provinciales como los tres miembros del interbloque Innovación Federal, compuesto por Juntos Somos Río Negro y el Frente Renovador de la Concordia; los dos de Alianza por Santa Cruz y la neuquina Lucila Crexell, alineada con el gobernador Rolando Figueroa. Sus votos serán claves para la sanción de la ley.
Los indefinidos
Como también lo será la posición que adopten los tres peronistas díscolos de Unidad Federal, bloque que preside Carlos Espínola (Corrientes) y que integran Edgardo Kueider (Entre Ríos) y Alekjandra Vigo (Corrientes). En este Senado donde los libertarios apenas tienen siete legisladores, cada voto cuenta.
Con la discusión en particular a punto de comenzar en Diputados, algunos legisladores de las bancadas dialoguistas confían en que lo que se apruebe en Diputados llegará con el suficiente respaldo para unificar sus bloques detrás del apoyo a la iniciativa.
Basan su optimismo en el trabajo coordinado que han mantenido en las últimas semanas con sus pares de la Cámara baja, en donde las consultas entre ambas cámaras estuvieron a la orden del día. Citan como ejemplo la derogación de la denominada ley de zonas frías, que otorga beneficios en la tarifa por consumo de gas a las regiones donde el insumo es vital en épocas invernales; que fue eliminada del proyecto luego de que desde el Senado se hiciera notar que esa medida sería rechazada por todos los representantes de los bloques dialoguistas de las provincias de la Patagonia y de Mendoza.
En un despacho radical mostraron su confianza en que el Gobierno terminará acordando de manera tal que el proyecto salga de Diputados con el suficiente consenso en su articulado para que el texto se discuta en el Senado a libro cerrado. Esto eliminaría la posibilidad de que en la Cámara alta se produzcan casos como el de Facundo Manes, que votó en contra del proyecto en general.
En ese caso, sostienen este senador de la UCR, la discusión en la Cámara alta pasará por lo conceptual más que por cuestiones puntuales. “No podemos pasar del estado centrismo al mercado centrismo de un día para el otro, hay que terminar con esta Argentina pendular”, explicó el legislador.
Sin embargo, entre las bancadas dialoguistas hay coincidencia en que el consenso no implicará que habrá un trámite exprés del proyecto en el Senado. La idea es que los ministros de las diferentes áreas afectadas por la denominada ley ómnibus asistan a las comisiones a dar explicaciones y a justificar las medidas reclamadas por el Poder Ejecutivo.
“Si para Roca gobernar era poblar, para Sarmiento era educar y para este Gobierno es comunicar, para nosotros gobernar debe ser explicar”, manifestó otro senador de la UCR para justificar la necesidad de que los funcionarios del Poder Ejecutivo comparezcan ante las comisiones de la Cámara alta que van a tratar el tema.
Por el momento, Villarruel no tomó una definición al respecto, pero se baraja la posibilidad de que sean dos y que la Comisión de Legislación General, que todavía no se constituyó pero que presidirá el oficialista y presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (San Luis), sea cabecera del debate.
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