Ley Bases y reforma fiscal: el Gobierno se acerca a Villarruel para tratar de conseguir votos para los proyectos
El ministro del Interior, Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, se reunieron con la vicepresidenta para acercar posiciones e intentar acelerar el trámite legislativo de las iniciativas
- 5 minutos de lectura'
Luego de dos semanas de desencuentros y de versiones de enojos cruzados con la Casa Rosada, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, visitaron a la vicepresidenta Victoria Villarruel y acercaron posiciones para “aunar esfuerzos” en el intento del gobierno de Javier Milei por apurar el tratamiento en el Senado de los proyectos de Ley Bases y de reforma fiscal.
Por lo pronto, y a pesar de sus intentos por acelerar los tiempos, el Gobierno debió aceptar que sus anhelados proyectos tendrán que esperar una semana más para tener dictamen en las comisiones que lo están discutiendo desde hace diez días. Se confirmó, así, la caída definitiva del Pacto de Mayo, ya que es reglamentariamente imposible que las iniciativas sean aprobadas por la Cámara alta antes de la última semana del corriente mes.
“Fue una reunión para aunar esfuerzos. Estamos dispuestos a ayudar en todo lo que podamos”, informaron cerca de la vicepresidenta sobre el cónclave con Francos y Rolandi, que se celebró en el despacho de la presidencia del Senado, en el primer piso del palacio legislativo.
Más político y menos diplomático fue un senador oficialista. “Vicky es una herramienta que [los negociadores del Gobierno] pudieron usar desde hace 10 días y que no estaba siendo utilizada”, afirmó.
Sin embargo, el clima de concordia y pacificación que reinó entre las espadas oficialistas se vio interrumpido por la confirmación de la mala noticia de que el Gobierno, otra vez, fracasó en su intento obtener dictamen antes del fin de semana.
Los enviados del Gobierno se llevaron esa noticia luego de hablar con Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), que participó en un tramo del encuentro en el despacho de la vicepresidenta. Francos tanteó a la senadora para saber si había posibilidades de firmar dictamen al término del plenario que en ese momentos se desarrollaba en el Salón Azul. La legisladora fue directa y le contestó que era imposible y que no había tiempo material para discutir los temas sobre los que la oposición dialoguista viene pidiendo cambios.
Tagliaferri no es la única que pretende acordar un paquete de cambios y volcarlos en el dictamen, para evitar el descontrol que implicaría llegar al recinto sin una versión con un mínimo de acuerdo con los senadores que piden modificaciones. En la misma postura se ubica el porteño Martín Lousteau (UCR) y el peronista antikirchneristas Juan Carlos Romero (Cambio Federal-Salta) y Carlos Espínola (Unidad Federal-Corrientes).
De todas maneras, a la hora entre Francos y Rolandi hablaban con Tagliaferri, el radical fueguino Pablo Blanco ya había anunciado, al inicio de la nueva jornada de debate de los proyectos, que no pensaba firmar ningún dictamen.
Por lo pronto, la cumbre libertaria en la presidencia de la Cámara alta servirá para calmar las siempre turbulentas aguas internas del oficialismo, en particular los poco disimulados cortocircuitos de la Casa Rosada con Villarruel.
Rápida de reflejos, la vicepresidente comenzó con los contactos con senadores casi de manera inmediata. Minutos después, recibió en su despacho a Lousteau. Poco se supo del encuentro, salvo que no se hablaron de cambios en los proyectos sino de la situación política que rodea al debate que tiene como escenario a la Cámara alta.
Si bien el conflicto entre Villarruel y Milei y su entorno viene desde la campaña electoral y tuvo episodios públicos, como las polémicas por el aumento de sueldos de los legisladores y el rechazo del DNU 70/23 en el Senado, volvieron a salir a la luz con el aterrizaje de los proyectos de Ley Bases y de reforma fiscal en el Senado, tras la aprobación de ambos textos en la Cámara de Diputados del pasado 30 de abril.
Al inicio de esta semana, desde la Casa Rosada se deslizaron críticas a la vicepresidenta, responsabilizándola por la demora en la firma del dictamen de los proyectos, a los que el Gobierno pretendía darles un trámite exprés y tener dictaminado el jueves pasado y aprobados esta semana. Nada de eso ocurrió.
La réplica no se hizo esperar y Villarruel dejó trascender también por los medios su malestar por la decisión del Poder Ejecutivo de excluirla de las negociaciones con los senadores para tratar de conseguir el respaldo que las iniciativas necesitan de parte de la oposición dialoguista.
Villarruel considera que puede aportarle al Gobierno la relación que forjó en estos seis meses desde que llegó a la presidencia de la Cámara alta con gran parte de los senadores de la oposición dialoguista. Tiene como antecedente la sesión del 13 de diciembre del año pasado, cuando logró conformar una mayoría modular de 39 votos –la Libertad Avanza sólo tiene siete legisladores– para arrebatarle al kirchnerismo el control del Senado.
Lo hizo con diálogo y negociando el reparto de lugares y de presidencias en las comisiones que le aseguraron quitarle a Unión por la Patria la mayoría en cada uno de esos cuerpos de trabajo parlamentario. Pero esa estrategia encontró su límite en aquellas cuestiones políticas que exceden su poder de acuerdo. Ocurrió con el proyecto de boleta única, en la que se plantaron tres senadores de fuerzas provinciales y trabaron el avance de la iniciativa, y en el rechazo del DNU 70/23. En ambos casos, Villarruel no encontró apoyo del Poder Ejecutivo para acercar posiciones.
Más leídas de Política
Con insultos. Un exministro de Alberto Fernández dijo que Cristina “está cooptada por un grupo de cincuentones de La Cámpora”
"Cruzados de Milei". El tuitero estrella de los libertarios presentó una agrupación como el “brazo armado” de La Libertad Avanza
Traspaso, privatización o "tercerización". El Gobierno busca desprenderse de hospitales y choca contra el rechazo de Kicillof
En modo campaña. Cristina Kirchner afirmó que “la condena y la proscripción son un vuelto” y dijo que no se "arrepiente de nada"