Ley Bases: Karina Milei y Francos fueron al Congreso a supervisar negociaciones, el oficialismo insiste para que vote Marcela Pagano y sigue de cerca a los dialoguistas
La hermana del Presidente y el ministro del Interior acudieron al Parlamento, mientras se suceden llamados y gestiones para facilitar la aprobación de la ley tanto con los opositores como con aliados
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Con la presencia de Karina Milei y el ministro Guillermo Francos en el Congreso, el gobierno de Javier Milei continúa trabajando en algunos puntos sensibles de los proyectos de Ley Bases y el paquete fiscal. Entre ellos, buscan apuntalar el artículo 3, que refiere a los organismos que el Presidente podrá disolver si se aprueba la norma. Se trata de uno de los ejes “más ajustados”, según admiten en la Casa Rosada. “Se está chequeando con los [diputados] que más cuesta [convencer]”, detallaron a LA NACION importantes fuentes de la Casa Rosada.
La importancia de la apuesta para el Gobierno, de hecho, hizo que la secretaria General de la Presidencia acudiera al Congreso luego de un acto que compartió con el Presidente en el Puerto de Buenos Aires, mientras que el ministro del Interior arribó al Parlamento luego de su viaje a Rosario, donde más temprano se había reunido con intendentes.
El artículo 3 de la Ley Bases faculta al Poder Ejecutivo a modificar competencias, trasladar a las provincias y hasta disolver a los “órganos u organismos de la administración central o descentralizada contemplados en el inciso a) del artículo 8° la Ley N° 24.156 que hayan sido creados por ley o norma con rango equivalente”. El proyecto excluye a las universidades nacionales, entidades de los poderes legislativo y judicial y a organismos como el Conicet, la Anmat, el Incaa, el Enacom, el INTA o el Incucai, entre otros señalados expresamente.
La polémica se desató cuando el legislador radical Rodrigo de Loredo dijo que el Gobierno tenía intención de habilitar la disolución del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), lo que fue negado este lunes por el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Todo indica que va a ir bien, no creemos que pueda haber un cisne negro, pero la realidad es que en política todo puede ser”, dijo uno de los funcionarios consultados por LA NACION en medio de las negociaciones y llamados de los operadores del Gobierno al Congreso. Inicialmente, en la Casa Rosada llegaron a calificar como “aburrida” la jornada y lamentaron las expresiones de la legisladora kirchnerista Carolina Gaillard en el comienzo de la sesión. “Más de lo mismo”, sintetizaron.
“Llegamos con más aire que en febrero. Hubo más diálogo y todo fue mucho más puntilloso, como no había ocurrido antes”, reconocen en Gobierno, sin adentrarse en una autocrítica por el fracaso de la primera versión de la ley ómnibus. En la Casa Rosada resaltaban hoy el trabajo que hicieron no solo Francos, principal interlocutor con los gobernadores, sino también el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el asesor presidencial Santiago Caputo; Lisandro Catalán, quien secunda a Francos, y José Rolandi, que hace lo propio con Posse.
Fue Francos quien precisamente esta mañana, en un encuentro con intendentes en Rosario, manifestó: “Ojalá el espíritu que encontramos en esta reunión con intendentes se replique también en el Congreso de la Nación, en el que distintos espacios políticos trabajen para buscar soluciones. Las leyes que tratará el Parlamento esta semana generarán crecimiento, actividad económica y bienestar para todos los argentinos”.
Las tensiones internas
La atención del oficialismo no solo se centra en los opositores, dialoguistas o no. También buscan relativizar las diferencias internas que estallaron en las últimas semanas. De hecho, admitieron que se están sucediendo llamados para lograr que la diputada Marcela Pagano, ausente en el debate por cuestiones de salud, llegue al recinto en algún momento de la sesión, que se extenderá durante buena parte de este martes. “En la medida en que sus problemas de salud se lo permitieran”, insistían.
En la Casa Rosada atribuían esas diligencias al titular de la Cámara baja, Martín Menem, precisamente quien llamó a desconocer la sesión en la que Pagano fue designada presidenta de la Comisión de Juicio Político, y quien convocó a una nueva reunión de esa comisión para desplazarla. Luego de ese cortocircuito y cuando la diputada fue internada por un cuadro de “deshidratación”, desde el entorno de Pagano atribuyeron la crisis a un llamado de Menem, que trabaja a las órdenes de Karina Milei. Desde entonces, Pagano no volvió a mostrarse en público.
“Se le está pidiendo que venga dentro de sus posibilidades”, remarcó un funcionario consultado por LA NACION. Pagano despierta muchas resistencias internas en la cúpula de La Libertad Avanza, que crecieron en el último tiempo. En la Casa Rosada se evitan la críticas directas, pero subyace un importante malestar por sus formas y manejos.
Javier Milei, por su parte, no fue este lunes a la Casa Rosada, fiel al cronograma que prevé asistencias regulares solo los martes y jueves. “Él eventualmente sabrá quienes son los que dejan los dedos pegados si pasa algo, sabe dónde hay que mirar los temas y lo que algunos pueden querer plantear”, dicen en Balcarce 50, en referencia los eventual cambios en la ley que impulsen los opositores. El Presidente se mostró en público al recibir un buque estadounidense junto a su hermana y secretaria general de la Presidencia.
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