Leandro Zdero asumió como nuevo gobernador de Chaco y dijo que hará una auditoría de la gestión de Capitanich
Luego de jurar, dijo que asume una provincia “con el índice de pobreza más alto del país, con los peores índices educativos, con un sistema sanitario en terapia intensiva y un entramado social destruido”
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Ante representantes de los tres poderes del Estado y en el recinto de la Cámara de Diputados, el arquitecto radical Leandro Zdero juró este sábado como gobernador de la provincia de Chaco. Minutos más tarde, se dirigió a Casa de Gobierno, donde el mandatario saliente Jorge Capitanich le entregó los atributos de mando, completando de esa manera el acto de asunción de quien será el noveno gobernador de la era democrática en el distrito.
Al tomar posesión del cargo, Zdero se comprometió a hacer lo que haya que hacer para dar vuelta la historia de la provincia, que está “en situación crítica” por desaciertos y malas administraciones. “La política está en deuda con la gente”, dijo, pero aclaró asimismo que no llegó para “refundar” el Estado sino para corregir lo mal hecho, continuar lo que está bien y hacer lo que no se hizo. “El que las hace, las paga”, advirtió.
De todas maneras, dijo que la tarea no será sencilla, ya que recibió “una provincia muy mal administrada, con muchos dolores”. Además, el flamante gobernador remarcó que hubo “un sinfín de maniobras que comprometen la caja del Estado y la vida de la gente, actos de gran irresponsabilidad que comprometen el patrimonio, el presente y el futuro de los chaqueños”.
“Recibimos una provincia con el índice de pobreza más alto del país, con los peores índices educativos, con un sistema sanitario en terapia intensiva y un entramado social destruido”, enumeró. “Pero les aseguro que vamos a trabajar con mucho esfuerzo diciendo desde el primer día la verdad a la gente y sin demagogia para salir adelante. No somos magos, la tarea será difícil, pero haremos lo imposible para cumplir con las expectativas de cada uno de ustedes”, añadió.
Zdero llegó puntualmente a las 9 de la mañana al edificio legislativo, acompañado por su compañera de fórmula, Silvana Schneider. Él con traje azul, camisa blanca y corbata gris; ella con un traje íntegramente blanco. Fueron recibidos en la vereda del palacio legislativo por la actual presidenta del cuerpo, Élida Cuesta; por la presidenta electa Carmen Delgado y por la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Iride Isabel Grillo. Luego, ingresaron al recinto donde se entonaron las estrofas del Himno Nacional. Juraron 25 minutos más tarde, ante una sala repleta de funcionarios de los tres poderes, locales y nacionales, futuros ministros y familiares.
Posteriormente, las autoridades junto a los legisladores Carim Peche, Gricelda Ojeda, Darío Ivanoff y Juan José Bergia le entregaron al gobernador el bastón de mando hecho por el orfebre Gonzalo Suarez López, como atributo de poder, de conformidad con la normativa vigente en la provincia.
“Es para mí un honor asumir esta responsabilidad junto a Silvana Schneider. Hoy se cumple un gran sueño para nosotros que somos nietos de inmigrantes, que vinieron con los bolsillos chicos y corazones grandes cargados de ilusión y de esperanza”, dijo. “Me dirijo a ustedes en un momento histórico, a 40 años de la recuperación democrática y recordando una frase de Raúl Alfonsín: “Tenemos una meta: la vida, la justicia y la libertad. Tenemos un método para conseguirlo, la democracia”. Me comprometo a respetar la institucionalidad y tengan la certeza de que gobernaremos para todos”, prometió.
Inmediatamente después pronunció las frases más fuertes del mensaje: dijo que recibe una provincia muy mal administrada, con maniobras que comprometen el patrimonio, el presente y el futuro del Chaco, con los peores índices de pobreza y descalabros en las variables educativas y sanitarias, con el entramado social destruido, razón por la cual, según anunció, este mismo lunes comenzará una auditoría en varias áreas del Estado, tarea que estará bajo la coordinación de la vicegobernadora Schneider.
“Vamos a auditar para dejar constancia formal de qué provincia nos entregan hoy. Queremos saber el estado del Estado e informar”. En ese sentido, según dijo después en rueda de prensa, este mismo lunes habría un primer informe, porque “no estamos bien, estamos mal y no tenemos plata”. Parafraseó así al presidente electo Javier Milei, a quien acompañará este domingo en su asunción.
Ante tal situación, se comprometió a decir “la verdad sin demagogia” para salir adelante. Dijo que presidirá un gobierno de puertas abiertas, plural, participativo y de diálogo, eficiente, cercano a la gente. Dijo que su equipo que estará en territorio, y en el mismo acto, luego trazar las metas de su gestión, que se centrarán en cuestiones de seguridad, salud y educación, le habló a los empleados públicos, que están en puja por contrataciones y recategorizaciones que se hallan bajo la lupa de la justicia. A los agentes públicos les dijo que “se terminó la época en la que uno podía cobrar sin trabajar. Eso se terminó: queremos un estado eficiente, de calidad y moderno”.
Posteriormente, le habló a los movimientos sociales: dijo que una meta es ordenar la administración y luego habló de devolverle la calle a los ciudadanos. “No impediré la protesta, pero también haré respetar el derecho de circulación”, remarcó. Fue una clara advertencia a los piqueteros, a quienes les dijo que las reglas han cambiado a partir de hoy mismo: “No aceptaremos extorsiones en público ni en privado, y no aceptaremos la prepotencia”, dijo, mientras que pidió empatía y paciencia porque “nadie tiene la hegemonía de las preocupaciones” en el estado actual de la provincia.
Pidió también por un pacto chaqueño para conseguir la paz social y el desarrollo, y por ello convocó para este martes a todos los intendentes de la provincia para empezar a diseñar un trabajo conjunto para, entre otras cosas, “recuperar la cultura del trabajo, pues no se crece sólo con ayuda social”. “Vamos hacía una economía para el desarrollo, para salir de este frágil momento económico, de escasez”. Dijo además, que todo este plan demandará sacrificios, pues “no somos populistas”, aunque aclaró que no desatenderá las demandas sociales más acuciantes mientras se despierta la recuperación. “Lo haremos con trabajo y esfuerzo. El Chaco puede”, dijo para cerrar.
Inmediatamente después de jurar, Zdero se trasladó a Casa de Gobierno, donde lo recibió el gobernador saliente, Jorge Capitanich, su compañera de fórmula, Analía Rach, y todo su gabinete, quienes uno en uno fueron saludando a la dupla gubernamental entrante. Minutos más tarde, y luego de los rigores protocolares, que incluyó una oración multirreligiosa, Capitanich le entregó los atributos de mando, la banda y el bastón labrado por miles de manos chaqueñas.
El acto cerró con el saludo del nuevo gobernador a los asistentes al acto, en el hall de ingreso a Casa de Gobierno, y seguirá esta noche con la jura de ministros. El resto del equipo jurará el lunes. La asunción de Zdero se enmarca en los festejos por los 40 años de la recuperación democrática, pero además, en la provincia, pone fin a 16 años de gobiernos peronistas, al tercer mandato de Capitanich y devuelve el poder al radicalismo, que volvió así a la cima del gobierno chaqueño donde estuvo desde 1995 hasta 2007, con dos gobiernos de Angel Rozas y uno de Roy Nikisch. Este último jurará en las próximas horas como nuevo intendente de Resistencia.