Lavagna consideró "positivo" el acuerdo con Europa, pero pidió "prudencia"
Luego de analizar la información y las declaraciones de los distintos países, el precandidato presidencial de Consenso Federal, Roberto Lavagna, consideró que el acuerdo de libre comercio Unión Europea - Mercosur es "positivo", pero manifestó "prudencia" hasta "leer el texto completo" para hacer la "evaluación de ventajas y daños".
En el equipo lavagnista consideran que el impacto del acuerdo puede ser perjudicial para ciertos sectores y muy bueno para otros.
En ese criterio de prudencia, Lavagna coincidió con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que presionado por los sectores agrícolas de su país prometió una "evaluación independiente, completa, transparente de este acuerdo".
En su cuenta de Twitter, Lavagna expresó su aprobación con una clara prevención. "Tengo una visión positiva pero prudente del #AcuerdoUE-Mercosur aunque mientras no esté el texto completo no se puede hacer una evaluación de ventajas y daños", escribió el exmininistro de Economía.
Tengo una visión positiva pero prudente del #AcuerdoUE-Mercosur aunque mientras no esté el texto completo no se puede hacer una evaluación de ventajas y daños. Coincido con el presidente @EmmanuelMacron que dijo que "AL ESTADO ACTUAL ESTÁ BIEN" y prometió una EVALUACIÓN COMPLETA.&— Roberto Lavagna (@RLavagna) 30 de junio de 2019
"Coincido con el presidente @EmmanuelMacron que dijo que "AL ESTADO ACTUAL ESTÁ BIEN" y prometió una EVALUACIÓN COMPLETA", prosiguió el precandidato de Consenso Federal.
En el entorno de Lavagna explicaron que "siempre un tratado de libre comercio es positivo, pero habría que haber sido más cuidadoso en la euforia que puso el gobierno de Macri, porque para el Presidente esto es un motivo de campaña electoral".
En el bunker expresaron sus dudas acerca de cómo responderá el parlamento de cada país y pusieron como ejemplo Francia, Irlanda, Polonia y Hungría, los más refractarios al acuerdo UE-Mercosur.
Sostienen además que, según lo que se firme y la letra chica, "habrá sectores que van a verse muy perjudicados y podrían desaparecer y otros que podrían nacer". Y en ese sentido señalaron su preocupación de que los primeros "tienen un altísimo nivel de empleo" y los otros "son tres o cuatro personas haciendo software".
Un hombre de la diplomacia de Lavagna señaló que falló la Cancillería. "Habría que haber hecho un trabajo de preguntar con las embajadas en Francia, Polonia, Hungría e Irlanda cuales iban a ser las incomodidades y molestias", dijo a LA NACION el ex embajador.
"Hay que leer Le Monde para darse cuenta de que hay que ver si esto pasa por los parlamentos", señaló. Y dijo que cada dos párrafos habla de salvaguardas por lo cual "no se tomó con la seriedad del caso y se hizo más marketing que otra cosa". Y agregó que "es todo muy confuso, ahora Macron dice que no está en condiciones de firmarlo". Además, destacó que "hay luces amarillas" porque "llevará más de tres años firmar un texto final".
Otro economista del equipo de Lavagna explicó que para que pueda garantizarse la competitividad a ciertos sectores de la industria y amoldarse al acuerdo en 15 años se necesitará un apoyo estatal que hoy parece difícil. "Esos sectores necesitarán apoyo del Estado para reconvertirse y ser competitivos. ¿El estado tiene hoy solvencia fiscal para esos sectores que son básicamente las Pymes?", se preguntó.
Y agregó que las pequeñas y medianas empresas son "los que más van a sentir el peso de este acuerdo" por el costo de producción en la Argentina tanto en el aspecto financiero, laboral e infraestructura. "Es muy difícil competir en esas condiciones", concluyó. La visión del acuerdo UE-Mercosur en el bunker lavagnista enciende más luces amarillas que motivos para festejar.
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