Las razones de Graciela Camaño tras el voto que inclinó la balanza en el Consejo de la Magistratura
"Perdón señor presidente, pero se ha hablado mucho y me gustaría que esto quede bien claro", interrumpió Graciela Camaño, cuando pidió la palabra ante el plenario del Consejo de la Magistratura. El debate ya llegaba a su final y ella había sido la primera que había dejado clara su postura: acompañaría al oficialismo en la declaración que advirtió hoy al Poder Ejecutivo que el traslado de diez jueces clave estaba no estaba completo y que dicho trámite debía ser completado con la aprobación del Senado.
"Los traslados no fueron realizados conforme al reglamento de este Consejo y a las acordadas N°4 y N°7 de la Corte Suprema. Solamente hay que leer las acordadas de la Corte para darse cuenta. Se debe enmendar tamaño error", aseguró la diputada de Consenso Federal ante el silencio del plenario, que la escuchaba -una vez más- argumentar en favor de la decisión.
Aunque reniega de ser "el voto" a convencer dentro un Consejo polarizado, los últimos temas que despiertan controversias la tuvieron como protagonista. "¿Ya hablaste con la negra?", es la pregunta más recurrente en la previa de las sesiones más picantes. "Estoy acostumbrada a que me ataquen de todos lados. Significa que estoy haciendo las cosas bien", dice Camaño más relajada, cuando atiende a LA NACION. Con enojos circunstanciales, desde hace meses que tanto la oposición como el oficialismo esperan sus definiciones para saber de qué lado se inclinará la balanza.
Camaño fundamentó su voto de hoy en las acordadas de la Corte Suprema, que se convirtieron en el argumento tanto para defender como para atacar la intención de revisar los traslados de estos diez jueces, que fueron concretados, en su mayoría, durante el gobierno de Mauricio Macri. La diputada defendió hoy su decisión en base a la última acordada, que dice que los traslados de los jueces deben cumplir con los criterios iguales o similares en competencia temática, jurisdicción y grado. Sobre la misma acordada, la oposición entiende, en cambio, que estos traslados sí cumplen con todos esos requisitos.
"Estos traslados están mal. No importa quién lo haya hecho, sea el kirchnerismo o el macrismo, hay que arreglarlo. No podemos tolerar lo que está mal", explica Camaño ante la consulta de este medio. Y, sobre las acusaciones de un posible beneficio a Cristina con el traslado de estos jueces clave, agregó: "Es mentira porque ella y todos sus funcionarios ya están en juicio oral. La alzada de Cristina Kirchner es la Corte Suprema", agregó la esposa del sindicalista Luis Barrionuevo.
"No me van a encontrar en ninguno de los dos extremos"
Las más de tres horas de sesión fueron mucho más tensas, pero Camaño se lució con definiciones políticos poco habituales en un Consejo habituado a la monotonía. "No me van a encontrar en ninguno de los dos extremos. Van a tener en mí una funcionaria que sabe que el valor más importante que tiene es el debe ser", lanzó la diputada, una afirmación que luego fue recogida por los consejeros kirchneristas y cuestionada, en voz baja, por los opositores. "Se cree que es la única que sabe de derecho", respondió, todavía enojado, un opositor.
Pero inmediatamente después, Camaño volvió a marcarle la cancha tanto al kirchnerismo como a la oposición con una de las discusiones que se viene en el Consejo: el posible nombramiento de jueces subrogantes para ocupar los nuevos juzgados que se crearán como parte de la reforma judicial que anunció ayer Alberto Fernández. "Yo no quiero que [el consejero Gerónimo] Ustarroz venga y me diga en unos meses: 'Vamos a subrogar acá, allá y más allá con fulano, sultano y mangano que son amigos'. El deber ser es siempre, no es cuando yo no soy poder. Acá se llenan la boca hablando de la República pero la tienen pero la tienen vulnerada desde hace mucho tiempo", sostuvo.
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