Las razones de los gobernadores para empujar el Consenso Fiscal
Si no renovaban el freno a la baja impositiva, los gobernadores se verían obligados a denunciar el acuerdo para evitar que los contribuyentes fueran a la Justicia
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CORDOBA.- Desde el arranque de la gestión de Alberto Fernández su relación con los gobernadores fue fluctuante. Hubo de todo, desde prometerles administrar con ellos a que los mandatarios se enteraran de algunas decisiones por los medios. Aunque en la campaña electoral, cada mandatario oficialista se concentró en su propio juego y tomó distancia de la Rosada, la semana pasada el Presidente logró que todos, a excepción de Horacio Rodríguez Larreta, firmaran el Consenso Fiscal.
Un sondeo de LA NACION entre diferentes mandatarios del peronismo y de la oposición reveló que sus ministros de Finanzas venían insistiéndole a la secretaria de Provincias, Silvia Batakis -dependiente del Ministerio del Interior- en la necesidad de firmar el nuevo Consenso Fiscal porque sino los obligaba a denunciarlo.
La mayoría de los distritos ya tienen aprobados sus presupuestos y leyes impositivas para el 2022 partiendo del supuesto que el pacto se renovaría manteniendo la suspensión de la rebaja impositiva. Tenían el antecedente del 2018 con Mauricio Macri y del 2019 con Fernández.
Si no se renovaba el riesgo era que los contribuyentes fueran a la Justicia y plantearan el incumplimiento de un acuerdo -el del 2017- que es ley. Sólo quedaban fuera de esa lógica San Luis y La Pampa por no haber suscripto el primero y Ciudad de Buenos Aires (CABA) por haberlo denunciado al llevar a la Corte Suprema de Justicia el reclamo por la coparticipación.
“Sin hacer un acuerdo nuevo tendríamos que denunciarlo todos para evitar un caos de presentaciones judiciales -dice a este diario un ministro de un distrito opositor-. Durante varias semanas insistimos con acelerar el trámite porque debía estar antes del 1 de enero. Se demoraba, había idas y venidas con el impulso del impuesto a la herencia”.
En un momento, el responsable de Finanzas de una provincia peronista pidió a su colega de Tucumán que intentara apurar la cuestión con el Jefe de Gabinete, Juan Manzur. Finalmente, se logró que se excluyera la idea de “obligar” a crear el impuesto a la herencia (se modificó por “proponer”) y que se firmara antes del final del año.
Esa necesidad fue transversal a todos los colores políticos de las gobernaciones, más allá de que a Fernández le haya interesado mostrar su imagen con todos los mandatarios y avanzar en el discurso de que el acuerdo lleva al “equilibrio fiscal” de todas las provincias.
Después del acuerdo, buena parte de los gobernadores insistió en que se comprometían a no aumentar los impuestos e incluso los del radicalismo emitieron un comunicado respecto a que la presión fiscal en sus provincias era más baja. Prefirieron no mencionar el porqué su interés en que el acuerdo se cerrará.
Respecto de si no contar con un nuevo presupuesto para 2022 complica a las provincias por las partidas asignadas que no se aprobaron, en general los mandatarios señalan que un tema que “se soluciona”. “Incluso cuando hay ley, existe manejo discrecional -afirma un mandatario de un distrito grande-. Por supuesto que lo que corresponde es que haya presupuesto, pero acá no se para la administración. Las asignaciones se reconducen todo el tiempo”.
“Aunque el Congreso no haya validado el proyecto de Presupuesto para 2022, existen mecanismos para encuadrar las partidas de gastos que no tienen actualización automática por ley, de modo de reducir el déficit fiscal, dada la inercia inflacionaria del lado de la recaudación”, grafica el economista Jorge Vasconcelos en su último informe.
El próximo miércoles los gobernadores fueron convocados por Fernández para una reunión con el ministro Martín Guzmán para qué les explique cómo va la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “El tema de la deuda no es un problema del Gobierno, sino de toda la Argentina. Cuánto más transparentemos, mejor va a ser”, sostuvo el Presidente ante los mandatarios.
En esa línea, la Rosada pretendió que la firma del Consenso se interpretara como una suerte de “guiño” al FMI. Para el staff técnico del organismo esos “gestos políticos” tienen poca importancia, aunque puede que tanto Nación como provincias “sobrevaloren” la importancia de esa foto para el Fondo.
Las que esperaban que los gobernadores las ayudaran con un planteo a su favor en esa reunión con el Presidente eran las empresas aéreas privadas, las low cost. Insisten en que desde las provincias permanentemente les piden recuperar conectividad, pero no salieron a pedir que se abandonara la idea de las bandas tarifarias que, según insisten, golpean a la competencia e impiden vender a menores precios que Aerolíneas Argentinas.
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