Las prioridades del ministro Taiana apuntan a la Antártida y se reflejan en tres proyectos claves
El titular de Defensa tiene en marcha la construcción de un buque polar, la apertura de una base naval en Ushuaia y la recuperación de una base en el continente antártico; propuestas en cada fuerza
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Las inversiones para sostener la presencia argentina en la Antártida y levantar la bandera de la soberanía figuran al tope de las prioridades en la agenda del ministro de Defensa, Jorge Taiana. Así lo reflejan tres de los principales proyectos que el Gobierno financiará con el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), la única fuente de recursos accesibles en tiempos de escasez.
Esos tres proyectos, que intentan sostener la presencia en un territorio que también pretenden Chile y el Reino Unido, son la construcción de un buque logístico polar, complementario al rompehielos Irízar, para ampliar la capacidad de transporte en las campañas antárticas; la puesta en marcha de una Base Naval Integrada en Ushuaia, en un punto austral estratégico que concentra las miradas de los gobiernos de Estados Unidos, Rusia y China, y la reactivación de la base antártica Petrel, que después de 48 años, volverá a ser permanente y tendrá habitantes en el invierno.
Aunque el Ministerio de Defensa no difundió números, la idea es que estas inversiones, al igual que las compras y la recuperación del material militar, se financien con el Fondef, que se integra con el 0,5% de los ingresos corrientes previstos en el Presupuesto anual del sector público nacional. En 2021 significaron $34.000 millones y el proyecto del presupuesto 2023 contempla $160.000 millones (US$550 millones), según expuso recientemente el ministro Taiana ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.
Los tres proyectos prioritarios que tienen la mirada en el territorio antártico responden a la “visión bicontinental” proclamada por Taiana en sus distintas apariciones, en las que insiste en “el lugar estratégico que ocupa el país en el Atlántico Sur y en relación con la Antártida”.
En el complejo Tandanor se encuentra en desarrollo el proyecto del buque polar de apoyo logístico antártico, con capacidad para el transporte de 12.000 toneladas y hangar para dos helicópteros Sea King, con el propósito de fortalecer el abastecimiento a las seis bases permanentes (funcionan todo el año) y siete temporales (operativas solo en el verano). A mediados de este año se estimaba su costo en 220 millones de dólares y un plazo de construcción de cinco a seis años. El objetivo es “potenciar la innovación productiva, sustituir importaciones y adquirir capacidades productivas y tecnológicas”, explicaron fuentes oficiales.
La Base Naval Integrada de Ushuaia, emplazada en un punto estratégico, prevé la construcción de un muelle y la incorporación de maquinarias y equipos. La finalidad es ampliar el desarrollo de las capacidades logísticas y científicas en la Antártida, además de prestar servicios logísticos y de asistencia a otros países, como ya hace Chile en Punta Arenas.
El tercer proyecto clave es la modernización y recuperación de la Base Conjunta Petrel, que pasará a ser permanente. “El objetivo es convertirla en el polo logístico más importante de la península antártica”, explicaron en el Ministerio de Defensa. Taiana visitó hace pocos días la Base Marambio, en un viaje a la Antártida que compartió con los ministros de Ciencia, Daniel Filmus, y de Salud, Carla Vizotti.
También está en ejecución el plan de radarización, que apunta a fortalecer el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial, en el que participan investigadores del Invap. A fines de julio, un radar inaugurado en Tierra del Fuego permitió detectar el ingreso al espacio aereo de cinco vuelos que se dirigian desde Chile a las Islas Malvinas sin la autorización de las autoridades argentinas.
Compras y material modernizado
Actualmente hay 91 proyectos del Ministerio de Defensa financiados con recursos del Fondef, creado para impulsar el equipamiento de las Fuerzas Armadas. No solo se solventa la compra de unidades, sino también los trabajos de recuperación y puesta al día de materiales. Como beneficio adicional, cerca de Taiana apuestan, así, a la reactivación de la industria nacional de la defensa, a partir de trabajos que se desarrollan en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) y el Complejo Naval e Industrial Argentino (Cinar), que incluye al astillero Tandanor.
En la Fuerza Aérea, por ejemplo, se trabaja en la modernización de los aviones Hércules C-130, TC-69 y TC-100, para mejorar la capacidad de transporte aéreo operacional; así como en la incorporación y modernización de las aeronaves Pampa III, para la instrucción avanzada y el adiestramiento de pilotos.
En la empresa Fadea se construye la aeronave de entrenamiento primario IA-100 Malvina. Y a eso se suma la llegada de 12 aviones T-6C TEXAN II, destinados al entrenamiento de aviadores militares.
En la Armada, mientras se evalúa la posible compra de un submarino, se completó la adquisición de los cuatro Patrulleros Oceánicos Multipropósito (OPV), destinados al patrullaje marítimo y a la protección contra la pesca ilegal. Las compras habían comenzado a gestionarse en la presidencia de Mauricio Macri.
Se avanzó, también, en la recuperación de embarcaciones MEKO 140, la incorporación de dos helicópteros Sea King, por 12,8 millones de dólares; la construcción de 12 remolcadores en Tandanor y la mejora de la operación del Dique N° 2 del Arsenal Naval de Puerto Belgrano.
Todo ello, a pesar de que en el proyecto del presupuesto 2023 para el área de Defensa se reducen los fondos destinados al adiestramiento militar. La Armada tendrá apenas 60 días de navegación en el año para adiestramiento naval técnico y táctico. El año pasado, ese número alcanzaba los 79 días, mientras que en 2012, hace una década, los marinos tenían a su disposición 358 días de navegación. Así lo advirtió en un informe el Centro de Estudios en Defensa y Seguridad, que dirige el exdiputado nacional Carlos Alberto Fernández (UCR).
Las restricciones en el presupuesto también alcanzan al Ejército, que tendrá en 2023 solo tres días de adiestramiento operacional en campaña (fuera de los cuarteles) y 15 de entrenamiento dentro de las guarniciones. Hace diez años, el adiestramiento era de 27 días en campaña y 40 en guarnición.
Fuera de estas limitaciones, el Ministerio de Defensa encaró con el Fondef la modernización de 74 Tanques Argentinos Mediano (TAM), a partir de un convenio con Israel, que comprende transferencia de tecnología. Y se acordó la compra de 54 camiones Mercedes Benz 4x4 militarizados, de 15 toneladas, por 10,2 millones de dólares.
Se trabaja, en ese sentido, en la compra de vehículos para ampliar los sistemas de transporte de campaña, de guarnición y de comunicaciones del Ejército, y la modernización de helicópteros Bell.
A ello se suman proyectos trianuales para la compra de uniformes y calzados, de industria nacional, para las Fuerzas Armadas.
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