Las incoherencias de D'Alessio, el lobista acusado de extorsionar en la causa de los cuadernos
¿Quién es, realmente, Marcelo D'Alessio? ¿Cuál es su verdadero vínculo con el fiscal de la causa de los cuadernos , Carlos Stornelli ? ¿Trabaja para el gobierno de Estados Unidos, como él se ufanaba de decir a sus interlocutores? Esas y otras preguntas surgen de sus propias declaraciones y de sus acciones, que salieron a la luz durante la última semana. Pero solo una parte es verdad.
El resto de las afirmaciones caen en las sombras. O son falsas directamente, según reconstruyó LA NACION.
Por lo pronto, D'Alessio sí mantenía una relación fluida con Stornelli, con quien se reunió en Pinamar y en su fiscalía del quinto piso de los tribunales federales de Comodoro Py , como también intercambió mensajes a través del servicio WhatsApp.
Célebre por su carácter seco y hasta hosco, Stornelli mostró un trato más amigable de lo habitual con D'Alessio, como también demoró cinco días en radicar una denuncia en su contra por presunta extorsión, a pesar del escándalo que los sacudía.
Al mismo tiempo, sin embargo, una decena de datos contradicen los dichos y las acciones de D'Alessio. Entre otros:
1- Al contactar al empresario Pedro Etchebest para extorsionarlo, D'Alessio le comunicó que su nombre figuraba en el expediente que instruyen Stornelli y el juez federal Claudio Bonadio sobre la base de los "cuadernos de la corrupción". Pero eso es falso. Etchebest no aparece por su nombre, ni por su empresa, ni por vía alusiva;
2- Para intimidar al empresario Etchebest, D'Alessio también indicó que quien lo involucró en la investigación fue el exfuncionario kirchnerista devenido "arrepentido" Juan Manuel Campillo, cuando detalló la operatoria delictiva de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). Pero Campillo solo aludió al luego disuelto organismo para exponer sus desavenencias con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sin mencionar ilícito o empresario alguno.
3- En sus diálogos con Pedro Etchebest, el abogado Marcelo D'Alessio también afirmó que el notario que certificó las copias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno antes de que el periodista de LA NACION Diego Cabot se los devolviera a Jorge Bacigalupo fue un escribano que designó su tío, a quien identificó como el actual escribano general de la Nación. Eso también es falso.
4- En otro audio que D'Alessio le envió a Etchebest el 20 de enero pasado, le dijo que había estado reunido en Pinamar con Stornelli y el fiscal Carlos Rívolo, "que es el que le está cubriendo el culo, que había pasado el fin de semana ahí... bah, no importa". Consultado por LA NACION, Rívolo negó haber participado en esa reunión y aclaró que "hace siete años" que no va a Pinamar.
5- D'Alessio también afirmó que trabaja para el Ministerio de Seguridad nacional, que le habría pagado para defender a Leonardo Fariña. Pero la ministra Patricia Bullrich indicó que D'Alessio nunca trabajó para su ministerio. "Es absoluta mentira y va a haber una querella por esa mentira impune, por decir cosas que no son", afirmó Bullrich. En la misma línea, Fariña negó que D'Alessio haya sido su abogado. "Voy a tratar de hablar tranquilo. Este sujeto dice que fue abogado mío, que me sacó de la cárcel, pero hay algo que no se puede soslayar: yo salí de la cárcel el 13 de abril de 2016 y al señor D'Alessio lo conocí en febrero de 2018. Hay pruebas de eso. Ni siquiera tengo su teléfono. Este tipo es un delirante mental", afirmó.
6- D'Alessio también se ufanó de trabajar para la agencia antinarcóticos del gobierno de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y se incautó una presunta credencial alusiva durante el allanamiento de su casa que dispuso el juez Alejo Ramos Padilla el fin de semana, según reveló el diario Compromiso de Dolores. Mientras los investigadores judiciales buscan determinar su autenticidad, la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires modificó su silencio habitual sobre su personal para negar cualquier vínculo con D'Alessio o que trabaje para la DEA y que, por tanto, esa supuesta credencial "es falsa", según remarcaron a LA NACION.
7- D'Alessio también le indicó a Etchebest que debía entregarle US$300.000 porque Stornelli los necesitaba para comprarle una casa al empresario heredero de Alfredo Yabrán, Héctor Colella, frente al balneario CR de Pinamar. Consultado por LA NACION, Colella indicó a través de un vocero que no tiene ninguna casa en Pinamar, que por lo tanto no tiene una propiedad en venta en esa localidad, a la que no va desde hace muchos años y que no conoce al fiscal Stornelli.
8- Tras el estallido del escándalo, D'Alessio también indicó que trabajó en la firma estatal Enarsa durante el kirchnerismo y con el gobierno de Cambiemos, pero que a los 15 días lo echaron como represalia por recomendarle al entonces ministro de Energía Juan José Aranguren que vendiera sus acciones en Shell. Consultado por LA NACION, Aranguren precisó que se reunió una sola vez con D'Alessio y otras personas, que fue antes de que asumir como ministro en diciembre de 2015, que no le dio ninguna recomendación porque además eso era "imposible": para entonces sus declaraciones juradas patrimoniales no eran aún públicas y, por tanto, D'Alessio no podía saber que tenía acciones en Shell.
Por el contrario, D'Alessio registra al menos un antecedente similar al vivido con el fiscal Stornelli y Etchebest. Ocurrió en 2016, cuando contactó al empresario Gabriel Traficante y ofreció servir de puente con el juez a cargo de la investigación sobre la "mafia de los contenedores", Marcelo Aguinsky. Traficante lo denunció por extorsión y durante la pesquisa se comprobó que D'Alessio mostraba presuntos mensajes de WhatsApp con el juez Aguinsky, aunque la imagen del remitente no era la de ese juez, sino la de su colega Gustavo Meirovich. ¿Por qué? Porque en internet figura una imagen de Meirovich identificado como si fuera Aguinsky.
La sospecha de los investigadores judiciales es que D'Alessio o algún colaborador falseó un intercambio de supuestos mensajes con Aguinsky, pero equivocó la imagen. Del mismo modo que creen haber detectado un patrón común entre sus víctimas. D'Alessio conoció a Etchebest (en el mismo edificio de oficinas de Puerto Madero) y Traficante (viven en el country). Sospechan que investigó sus hábitos, personalidades y flancos débiles para luego encararlos.
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