Las fuerzas de seguridad sufrieron un ciberataque y ahora investigan su origen
Luego de siete meses de investigaciones y una denuncia judicial, el gobierno de Mauricio Macri confirmó que el 18 de mayo existió un ataque informático muy intenso posiblemente de una potencia extranjera sobre los servidores del Ministerio de Seguridad, que dirige Patricia Bullrich ; de la Gendarmería Nacional; la Prefectura Naval, y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Pero el ciberataque fue repelido por los sistemas de defensa de esos organismos.
Las investigaciones posteriores establecieron 15 intentos desde diferentes direcciones IP en todo el mundo: de la Federación Rusa, Francia, la India, Alemania, Paquistán y Medellín, entre otros. El caso se destapó con una investigación de la revista Semana, de Colombia, publicada hace diez días.
Ese informe vinculó el ciberataque con el caso en el que las fuerzas de seguridad argentinas capturaron 12 valijas cargadas con 400 kilogramos de cocaína colombiana de máxima pureza dentro de la embajada de Rusia en Buenos Aires, en febrero último, que tenían como destino Europa. Por ese caso existen cuatro detenidos. Esa carga había sido informada por el entonces embajador ruso, Viktor Koronelli, en diciembre de 2016 a la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La ministra confirmó a LA NACION los ciberataques y dijo que fueron coordinados y repelidos por los sistemas argentinos. Confirmó la denuncia judicial que investiga el ataque y dijo que no se pudo establecer aún si provinieron de Rusia o de otros lugares. Pero desestimó una supuesta vinculación con las narcovalijas.
La presentación judicial recayó en el juzgado federal de Sebastián Casanello y fue delegada a la Fiscalía Federal Nº 4, que dirige Carlos Stornelli . Todavía no existieron avances sustanciales más allá de un detallado informe secreto de una investigación de la cartera de Seguridad.
El director de Investigaciones de Ciberdelito del Ministerio de Seguridad, ingeniero Pablo Lázaro, fue convocado a declarar y ratificó la denuncia por el ataque informático del 18 de mayo último.
El caso despertó fuertes alarmas en los organismos de seguridad, al tiempo que la Casa Rosada quiere mantener la mejor relación diplomática con el gobierno de Vladimir Putin. El presidente Mauricio Macri se reunió con su par de Rusia durante la Cumbre del G-20 y firmó tratados bilaterales de comercio y de pesca. Consultada por LA NACION, Bullrich confirmó que "el ataque es real y está judicializado por el ministerio, pero no tiene nada que ver con las valijas". "Fue un intento de ataque a las fuerzas y recolectamos la evidencia, pero no lograron entrar y lo judicializamos. Luego, hace dos meses, ratificamos la denuncia ante Stornelli", dijo Bullrich.
"Muy pocos sabemos de ese ataque porque fue uno de los tantos que detectó el sistema, pero al ser coordinado y con evidencia lo denunciamos. La Dirección de Investigaciones de Ciberdelito hizo un informe del origen de las IP y los fiscales", agregó. "Lo más raro de todo es eso: el ataque no fue efectivo. Lo frenamos", aseguró la ministra de Seguridad. Según otras fuentes de Seguridad, esa cartera recibió ataques informáticos también antes y durante la Cumbre del G-20 que también fueron repelidos.
La causa radicada en la fiscalía de Stornelli es la número 14.062/2018 y está caratulada "NN/S violación sistema informático público".
Según el expediente, investiga "hechos ocurridos en fecha 18 de mayo de 2018 vinculados al presunto ataque informático que alcanzo a los servidores de la Prefectura, la Gendarmería, la PSA y el Ministerio de Seguridad".
Según confiaron a LA NACION fuentes judiciales, "no existieron avances sustanciosos ni grandes resultados más allá de que se conoce un informe sobre le intento de ataque informático que no afectó las bases". Tampoco existen aún sospechosos en la mira.
Según otros organismos de Seguridad, la relevancia del ataque radicó en que se registró un ejército de botnets, que según el informe del ministerio tendrían origen en Rusia, aunque no se sabe si por organismos estatales, de inteligencia o por bandas de hackers. Sobre los móviles existen diversas hipótesis: narcotráfico o un intento de afectar el G-20 por aquellos días.
Según fuentes de ciberseguridad, se trató de un ataque conocido como "denegación de servicios distribuida". Confirmaron que en algunos casos surgieron de "IP de Rusia", pero "hay de todos lados". "Pensamos que fue una exploración de alguien en el marco del G-20", concluyeron.
Los expertos de Seguridad estiman que tras la información aportada se identificará al proveedor de internet de las IP y se les enviará un oficio, con trámites internacionales que demoran un tiempo, y que a principios del año próximo habrá novedades.
Un informe técnico de Seguridad señaló que se trató de "un escaneo masivo de puertos a rangos de direcciones IP públicas de la PNA (Prefectura), GNA (Gendarmería), PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) y el Minseg (Ministerio de Seguridad), desde una dirección IP cuyos datos de radicación pertenecen a la Federación Rusa".
El propósito, estimó el informe, fue "extraer información de los organismos atacados o, de máxima, hacerse del control de las redes y servidores pertenecientes a los mismos". Pero aclaró que la integridad de la información "quedó fuera del alcance del ciberataque".
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