Las encuestas reflejan un mayor apoyo a los políticos "moderados" y un rechazo a los "duros"
La pandemia de coronavirus no logró cerrar la grieta en la Argentina, pero sí materializó un deseo mayoritario de la opinión pública para que haya menos confrontación y más liderazgos de tono moderado.
Los sondeos muestran hace meses un fenómeno creciente en la valoración de los dirigentes: aquellos políticos que demuestran mayor voluntad de diálogo y se alejan de las posturas más duras son los que exhiben una imagen positiva mucho más alta que los que marcan solo las diferencias. La buena valoración de estos dirigentes incluso está integrada por quienes no los votaron.
Al mismo tiempo, los números registran alteraciones cada vez que surge en la agenda pública un tema que divide aguas, como fue el anuncio de intervención y posterior expropiación de la cerealera Vicentin. En ese momento, la curva de la imagen del presidente Alberto Fernández se inclinó un poco más hacia abajo, confirmando la tendencia descendente en el apoyo social hacia él desde el récord que registró poco después de establecer la cuarentena por primera vez, en marzo.
Según los sondeos, Fernández es hoy uno de los dirigentes que mayor valoración tiene, junto con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Desde la llegada del coronavirus a la Argentina, ambos se esforzaron por mostrar unidad.
"Sin duda, la voluntad de que haya una buena relación en la dirigencia se acentuó con la pandemia. Etimológicamente el virus representa la reunión de un pueblo para enfrentar a una enfermedad. Tomar decisiones en conjunto fue muy bien valorado. Es ahora cuando se ve con más claridad que en ambos espacios hay dirigentes que tienen mejor imagen que otros y que la explicación es que son aquellos con más facilidad de cruzar la grieta", analiza en diálogo con LA NACION el titular de Aresco, Federico Aurelio, quien señaló que el mandatario cuenta con una imagen positiva cercana al 63% y el jefe de gobierno del 73%.
Pese a que también se acopló al mensaje oficial de unidad y forma parte de las conferencias de prensa junto con Fernández y Larreta, el gobernador bonaerense Axel Kicillof todavía es tomado por la opinión pública como uno de los referentes del kirchnerismo más duro, por lo que su imagen no logró despegar como la de los otros dos funcionarios.
"Hay un efecto de fondo que es el contexto en el que estamos viviendo. Las medidas sanitarias fueron muy bien valoradas, tanto del gobierno nacional como el de la ciudad de buenos aires. Pero al ser mas cercano a una posición más dura como la de Cristina Kirchner lo tenemos a Kicillof, que no estaría capitalizando este contexto. Pero sí tenemos a dos grandes dirigentes, uno de cada lado de la grieta, que tienen niveles de imagen cercanas al 60% y son evaluados positivamente no solo por el electorado que los votó, sino también que captan buenas valoraciones por quienes votaron al otro frente", señala Juan Mayol, director de cuentas de Opinaia.
Los últimos números de la consultora muestran al Presidente como el funcionario con mayor valoración (64%), seguido por Rodríguez Larreta (57%). El listado continúa con otros dirigentes moderados, como María Eugenia Vidal (46%) y Roberto Lavagna (46%).
A medida que se avanza en el ranking, aparecen los políticos que no solo tienen una imagen positiva menor, sino que la imagen negativa tiene un peso mucho mayor en la medición. Detrás de Lavagna está Cristina Kirchner (40% de positiva y 59% de negativa), Kicillof (40% de positiva y 53% de negativa), Patricia Bullrich (38% de positiva y 52% de negativa) y Mauricio Macri (38% de positiva y 60% de negativa).
Cristina y Macri
Tanto Cristina Kirchner como Macri, principales referentes de los sectores duros del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, son los que tienen peor imagen a nivel nacional.
"Claramente los dirigentes con mejor imagen son los que tienen posturas más moderadas, no radicales. En la medida en que un dirigente modere su discurso y tenga una vocación más dialoguista amplía su base de simpatías. Fernández trata de mostrar un perfil más dialoguista de lo que puede verse en otros dirigentes y Larreta es uno de los que menos nivel de confrontación tiene con el oficialismo. Los dos tienen un mayor diferencial de imagen", explica Lucas Romero, de Synopsis.
En este sentido, además de la imagen de los dirigentes el titular de Aresco señala que la evaluación de las medidas sanitarias en cada distrito es mayor en aquellos donde la dirigencia, tanto oficialismo como oposición, buscó consensos.
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