Las cuatro batallas electorales de 2023 que inquietan y tensionan a Juntos por el Cambio
El armado de la principal coalición opositora genera fricciones entre los socios
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Atento a la fragilidad del Frente de Todos, Mauricio Macri está convencido de que se acrecentaron las chances de que Juntos por el Cambio (JxC) vuelva al poder con un mayor caudal político al que él tuvo durante su mandato. Proyecta que la oposición podría arrebatarle al peronismo en 2023 sus principales bastiones electorales: desde Buenos Aires hasta Santa Fe o Córdoba.
Por eso, Macri se muestra interesado en el armado de JxC en el interior desde hace meses. Si bien el exmandatario luce optimista y aboga por aplacar el internismo para evitar fracturas, el tablero de la coalición opositora luce desordenado, con movimientos anárquicos, en los distritos más poblados del país, incluso en la Capital, casa matriz de Pro. Es que, en plena reconfiguración de liderazgos internos, el escenario poselectoral agudizó las tensiones que existen entre las distintas tribus del espacio, sobre todo en Pro y la UCR, y adelantó la pelea por la candidatura presidencial y las postulaciones a gobernador en Buenos Aires, Córdoba, la Capital y Santa Fe.
Como ocurre con la PASO presidencial, JxC debe definir durante los próximos meses cómo dirimirá las candidaturas en esos distritos y con qué marco de alianzas competirá en las urnas. Con el objetivo de impedir fracturas, la mesa nacional de la coalición opositora les dio 90 días a las autoridades locales de los doce distritos que no tienen primarias -Córdoba es uno de esos- para que concuerden un método interno para elegir candidatos a gobernador.
Anarquía en Buenos Aires
El Pro luce atomizado en la estratégica Buenos Aires. Diego Santilli, quien se impuso por un punto frente al peronismo en las legislativas pasadas, busca fortalecer su armado para pelear por la sucesión de Axel Kicillof. Consciente de que necesitará ampliar su base de sustentación y de que su engranaje depende de la alianza con los intendentes de Pro, el delfín de Larreta en el distrito pide cuidar la unidad y busca articular las distintas corrientes. A su vez, anhela sumar al liberal José Luis Espert, Cynthia Hotton y acercar posiciones con sectores del peronismo no kirchnerista, como Florencio Randazzo. Es que a Santilli le inquieta, sobre todo, que se le fueron más de diez puntos por derecha en la contienda electoral de 2021.
Por eso, no se altera por el desembarco en el terreno bonaerense de Martín Tetaz, alfil de Martín Lousteau. Es más, se jacta de haber superado con holgura al médico Facundo Manes en el conurbano -donde se define la elección provincial y nacional- y haber sacado más votos que los radicales en las cabeceras del interior. Sin embargo, aún masculla bronca por no haber tenido lista propia en 16 distritos. En el último tiempo cosechó el apoyo de Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano) tras sumar a Florencia Arietto, una jugada que enardeció a Patricia Bullrich. Hubo autocrítica en las filas del larretismo por esa foto.
Pese a las especulaciones que provoca la fractura en el Frente de Todos, el exvicejefe porteño imagina que su rival del oficialismo será Kicillof y no Martín Insaurralde. Aventura que la cruzada para arrebatarle al PJ su principal bastión será compleja, porque el kirchnerismo buscará retener su caudal de poder en el conurbano. La chance de que Kicillof desdoble la elección podría alterar el escenario.
Si bien Santilli confía en sus chances y sabe que su triunfo le permitió posicionarse y ganar en nivel de conocimiento en el distrito -una ventaja respecto de sus rivales-, varios de sus socios en Pro y en la UCR pretenden relegarlo en la pelea por el sillón de Kicillof. Entienden que Santilli no demostró ser el candidato indiscutido a gobernador. De hecho, el vidalista Cristian Ritondo lo desafía. Con estructura propia y en modo “halcón” en las redes, el jefe del bloque de Diputados de Pro recorre la provincia desde hace meses para llegar con chances a los comicios. Con el respaldo del grupo que respondía a la exgobernadora -estuvieron juntos el viernes en Esteban Echeverría-, quien lo ungió como su sucesor en el distrito, Ritondo pretende incorporar aliados para pelear contra Santilli, su amigo desde hace años. “No nos vamos a pelear con Diego. Irá el que llegue mejor”, repite.
La foto que difundió Ritondo junto a Sergio “Maravilla” Martínez, quien coquetea con saltar a la política, durante una recorrida en Quilmes tuvo un doble efecto: sorprendió a Martiniano Molina, aspira a un segundo tiempo en la intendencia, y molestó a los radicales que tejen para Facundo Manes, rival de Pro. Es que desde el año pasado armadores del médico buscan atraer a “Maravilla”, quien presentó al médico en España como “el próximo presidente” de la Argentina. Semanas atrás, Macri sugirió ante los antiguos “sin tierra” que Pro debe apostar a los candidatos que ya están consolidados en el conurbano.
“Nos sirve que todos quieran posicionarse en la provincia”, dicen los positivistas de Uspallata. Al santillismo, que profesa el lema “todos adentro” de Larreta, le indigna que los vidalistas no lo defiendan con fiereza ante los embates del kirchnerismo en los distritos más poblados, como La Matanza. ¿Mensaje para Alejandro Finocchiaro, aliado de Ritondo?
En el larretismo ubican a Ritondo como un eventual titular de la Cámara de Diputados y se ilusionan con que Patricia Bullrich se baje de la carrera presidencial para competir como senadora nacional en una posible riña con Cristina Kirchner. La titular de Pro se indigna cuando escucha esas versiones. Ella descarta de plano un salto a la provincia y avisa que irá por la presidencia o nada. Un obstáculo que inquieta al maratonista Larreta. Además, tras haberse quedado con una cuota de poder en el Pro bonaerense, Bullrich apalanca la candidatura de Javier Iguacel (Capitán Sarmiento). Quienes también amagan con subirse al ring para pelear por la gobernación en 2023 son los intendentes Néstor Grindetti (Lanús), exjefe de campaña de Santilli, y Julio Garro (La Plata), entre otros. Grindetti se muestra como un conciliador en el ecosistema de Pro y trabaja desde hace años para incorporar peronistas a su estructura de poder en Lanús. La agrupación Hacemos, que coordina Diego Kravetz, le generó varios disgustos al santillismo. En el larretismo sospechan que Grindetti tira de la cuerda para reclamar un lugar en la mesa chica del proyecto presidencial del alcalde. Cerca del intendente minimizan los ruidos con Santilli: dicen que la relación es buena, pero que hay “diferencias tácticas”.
Si bien se mudó a la Capital para desembarcar en el Gabinete de Larreta, Jorge Macri no descarta regresar al territorio bonaerense. Apuesta a la construcción AMBA: procura acumular capital político y utilizar la vidriera de la Ciudad para posicionarse en las dos veredas. No obstante, en el larretismo lo ven más interesado en la contienda por la Ciudad. Es que el primo del expresidente intenta ubicarse como una suerte de frontman de la gestión de Larreta en los conflictos con el kirchnerismo, como la discusión por los subsidios o la seguridad.
La feroz interna en Pro altera a sus socios. Ven anarquía y creen que el esquema radial del larretismo genera tensiones. El ala radical que apalanca el proyecto presidencial de Manes apuesta por la “movilización partidaria” y alistar “el colectivo” (la herramienta electoral de Dar el Paso “se sostiene”) en Buenos Aires. Frente a la división de Pro, Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense, trabaja en tándem con el médico para fortalecer su armado en el distrito. Frente a la crispación social, no se apresuran para no quemar posibles candidatos y conservar el factor sorpresa. Se menciona a Abad, Gustavo Posse (San Isidro) o un extrapartidario como eventuales postulantes de Manes o Gerardo Morales. Entienden que en el conurbano y en el interior importan las “puntas” de las boletas (presidente o intendente) y que el candidato a gobernador no debe “desentonar”. Joaquín de la Torre sigue cerca de Manes y aspira a ser gobernador. En la UCR no lo descartan.
¿La CC, que lidera Maricel Etchecoin, seguirá apostando por Santilli? En la fuerza de Elisa Carrió advierten que quieren discutir un acuerdo programático para el distrito y anticipan que se inclinarán por el “mejor candidato que represente a los bonaerenses”. Buscarán impulsar postulantes propios a intendentes y, conscientes del hartazgo social por la crisis y las disputas entre políticos, caminarán la provincia para escuchar reclamos y mostrarse como alternativa. Quieren garantizar el crecimiento de la CC (¿apuestan a integrar una fórmula?) y conservan los lazos con la UCR.
En tanto, Nicolás Massot y Sebastián de Luca, laderos de Emilio Monzó en el distrito, ya se sumaron a las filas del sector que responde a Bullrich. Con aspiraciones en Tigre, Massot compite con los afiles de los binomios Larreta-Santilli y Vidal-Ritondo en el territorio que solía dominar Sergio Massa: Alex Campbell y Segundo Cernadas. Los escuderos de Monzó conservan el vínculo con concejales y la UCR, de Abad, para mantener en pie los pilares de “Dar el paso”, el frente que impulsó a Manes. ¿Monzó será articulador de JxC o intentará disputar la gobernación?
Disputa porteña
Larreta deja correr a todos y les promete reglas de juego claras a sus potenciales herederos en la Ciudad. En esa contienda ya se anotan Jorge Macri, quien activó recorridas por las comunas, y Waldo Wolff -conforma equipos y armó un búnker en Núñez-, cuya candidatura es promovida por Bullrich. Martín Lousteau, líder de Evolución, también acelera para posicionarse en la grilla multicolor de JxC: el viernes participó de su primera actividad en Floresta. ¿Quiere que llevar en la boleta a todos los candidatos a presidente de JxC en caso de que la elección sea unificada?
En Pro no desestiman la chance de que se sume al lote de posibles postulantes María Eugenia Vidal, quien recorre el país y envía señales de que se enfoca en su tarea legislativa y no piensa en candidaturas. En el papel de “rockstar” del Gabinete de Larreta desde la llegada de la pandemia –lo llaman el “Capitán Marvel” en Uspallata-, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, también podría entrar en la pelea por la Ciudad. Consciente de sus chances, Quirós, un médico de extracción radical, deja trascender que hoy no evalúa postularse y se enfoca en sus objetivos de gestión, pero no oculta sus ambiciones. Si decidiera jugar, irá por el premio mayor: jefe de gobierno o nada. No está para “acompañar” y postularse a vice, como especulan algunos de sus contrincantes en Pro.
Quien también se suma a la nutrida grilla de aspirantes en la Capital es Paula Oliveto, del partido de Carrió. Confianza Pública, de Graciela Ocaña, y Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, evalúan la chance de competir. ¿Se anota el liberal Roberto García Moritán, el marido de la modelo Pampita?
Inquietud por Córdoba y Santa Fe
JxC tiene el desafío de ordenar su tropa en Córdoba, el segundo distrito electoral más grande del país. Los trascendidos de que Juan Schiaretti -a quien Larreta y Gerarlo Morales anhelan atraer a JxC- podría sumarse a la coalición volvieron a tensionar al espacio. Sin PASO a gobernador, la mesa provincial de la coalición opositora debe definir cómo dirimirá la interna. Luis Juez (Frente Cívico), quien rechaza una alianza con Schiaretti, como la CC y el Pro local, y Rodrigo de Loredo, la apuesta de Lousteau, tienen aspiraciones y se preparan para articular una estrategia conjunta. “Está todo abierto”, dicen cerca de De Loredo, quien pretende cuidar su relación con Juez.
Atentos a las jugadas de Evolución, el sector de Mario Negri y Ramón Mestre procura que haya un candidato del radicalismo y entiende que De Loredo sería el mejor posicionado. Sin embargo, temen que en caso de que sea ungido como postulante de la UCR, De Loredo haga un acuerdo con Juez y compita como intendente de la ciudad de Córdoba. Tanto De Loredo como Juez saben que el internismo es funcional a Schiaretti y su delfín, Martín Llaryora. En tanto, los popes de Pro, de buen vínculo con Juez, mencionan a Gustavo Santos, Pedro Dellarossa y Javier Pretto. “No hay ninguna posibilidad de que haya una alianza con Schiaretti antes de la elección a gobernador”, dicen en Uspallata. Eso sí, nadie descarta un acuerdo para la elección general.
El Pro también sigue con atención el escenario electoral en Santa Fe, en donde JxC aspira a desbancar a Omar Perotti. Mientras un sector del macrismo intenta persuadir a Miguel Del Sel para que vuelva a la actividad política, Macri, dicen fuentes de Pro, no descarta sondear a Gabriel Batistuta para conocer si tiene deseos o no de involucrarse. Luciano Laspina, más abocado a ser ministro de Economía, y Federico Angelini también están en el lote de posibles candidatos de Pro.
En el radicalismo lucen dispersos: Lousteau empuja a Maximiliano Pullaro y un sector de la UCR apuesta por el senador Dionisio Scarpin, exintendente de Avellaneda y aliado de Carolina Losada. A diferencia de Córdoba, Santa Fe tiene primarias a gobernador. En el macrismo imaginan armar un gran frente electoral, si logran cerrar un acuerdo con el socialismo y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, entre otros.
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