Las críticas de Cristina Kichner “no tienen efecto” y Alberto Fernández no prevé modificaciones en el equipo económico
Desde la Casa Rosada aseguraron que no habrá ninguna modificación y relativizaron el efecto de los cuestionamientos de la vicepresidenta
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Las críticas, reflexiones e “infidencias” de la vicepresidenta Cristina Kirchner “no tienen efecto” en el camino que definió el presidente Alberto Fernández, que no vio el discurso de la expresidenta porque estaba en vuelo de regreso a la quinta presidencial de Olivos desde Tierra del Fuego. Según altísimas fuentes de la Casa Rosada, el jefe del Estado ya trazó el rumbo económico y al que no le guste que “se baje”. No prevé cambios en el plan ni en el equipo económico.
“El anecdotario no construye nada, no modifica nada. Genera aplausos, pero si no hay efecto, sólo demuestra impotencia”, resumió un integrante del gabinete nacional.
Pese a los cuestionamientos, cerca de Fernández rescataron el tono de la presentación de Cristina Kirchner. “Bajó tensiones”, graficó otro ministro. Con todos menos con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. “Pobre Matías”, se lamentó uno de sus compañeros.
Sin embargo, desde el entorno del ministro no se quedaron en silencio y salieron aclarar una de las imputaciones que le hizo Cristina: haber rechazado los consejos de un funcionario (a quien no mencionó) y supuestamente haberle dicho que ellos iban a hacer las cosas en un modo diferente al que se hizo hasta 2015. Y afirmaron: “Hace referencia a un diálogo que no existió. Un día de noviembre de 2019 fue a verlo Hernán Letcher para ofrecerse como secretario de Comercio Interior. El ministro le dijo que ya tenía definido quién iba a ser (Paula Español) y que podía hablar con ella para sumarse al equipo. Esta persona dijo que no, tuvieron un diálogo amable y se fue. En ningún momento le dijo que no iban a confrontar, que solo iban a dialogar, todo no existió en la charla”.
Tras la andanada de críticas que soltó Andrés Larroque, desde la Casa Rosada rescataron que, aunque con su estilo, Cristina Kirchner intentó retomar la discusión interna a un cauce de cierta normalidad. “Se debaten de ideas”, aseguraron cerca del Presidente. De esa manera, morigeró el impacto de las palabras del referente de La Cámpora que, según la mirada de los funcionarios que habitan Balcarce 50, tuvo un matiz “destituyente”.
Pegados a las pantallas, gran parte del equipo de Alberto Fernández siguió atentamente las palabras de la vicepresidenta que, si bien no subió el tono de los cuestionamientos, sí dejó en claro sus diferencias con el rumbo económico del Gobierno y minimizó el peso político del mandatario. “Elegí a alguien que no representaba a ninguna fuerza política, pero que además me había criticado duramente desde 2008″, graficó. En contraposición, puso como ejemplo al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Antes del discurso de Cristina Kirchner, que duró una hora y media, Fernández, desde Ushuaia, a una distancia de 3700 kilómetros de su vice, remarcó la necesidad de sostener la “unidad” en el Frente de Todos después de una semana de máxima tensión.
“Yo lo que les pido es que pensemos todo lo que hicimos en este tiempo, pensemos todo lo que logramos en la unidad”, arengó el Presidente. Y agregó: “Por favor, miremos al futuro, que nadie nos desuna. Trabajemos juntos. Eso es lo que nos hace falta”. El mandatario, que por momentos gritó, mencionó en varios pasajes de su presentación la palabra unidad.
Desde Tierra del Fuego, 40 minutos antes de que la expresidenta monopolice la discusión política, el Presidente defendió su gestión. “Hay más empleo formal que el que había en el 2019″, describió Fernández y aseguró que, pese a la pandemia de coronavirus, la economía se reactivó.
“La encendimos y crecimos 10 puntos y medio y el desempleo pasó de 11 a 7 puntos”, remarcó el Presidente, quien llamó a dejar de lado a las “voces del desánimo” y convocó a seguir apostando a la “Argentina que produce y da trabajo”.
El jefe del Estado y la vice cerraron así una semana atravesada por la interna dentro del Frente de Todos. La crisis fue creciendo con el correr de los días hasta hoy. El encargado de encender la mecha fue Larroque. “El Gobierno es nuestro”, disparó el ministro de Desarrollo de la Comunidad, frase descolocó al Presidente, que decidió dejar de lado por un instante la estrategia de no responder los cuestionamientos internos.
En un clima de desconfianza total, Larroque volvió a dejar en claro que la única opción para el Presidente es descabezar a su equipo económico, algo que sin tanto énfasis también sobrevoló la vicepresidenta. En su raid mediático, el camporista apuntó contra Martín Guzmán, Claudio Moroni (Trabajo) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo). Cristina Kirchner, en cambio, fue muy dura con Kulfas y muy crítica con Guzmán, aunque no lo mencionó.
Sin diálogo con Cristina Kirchner hace más de dos meses, el Presidente comenzará el lunes una gira presidencial por Alemania y España. Todo indica que no habrá un llamado antes. “Si quiere hablar conoce el número de Alberto”, sintetizó un funcionario de primera línea. Todo se mantiene igual.
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