Gente sin vivienda, agrupaciones aborígenes, movimientos sociales, militantes políticos. Diferentes protagonistas para un fenómeno que en los últimos meses se multiplicó en la mayor parte del país: la toma ilegal de tierras. Según un relevamiento de LA NACION, en por lo menos 12 provincias hubo usurpaciones u ocupaciones y en muchos de esos casos fue a partir de la utilización de la violencia.
Río Negro y la provincia de Buenos Aires aparecen como los focos más conflictivos, en un caso por la participación de amenazantes grupos mapuches y en el otro por la masificación de las tomas. Pero también, el fenómeno vienen creciendo en otras provincias importantes, como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Por Gabriel Podestá
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