Horacio Rodríguez Larreta echó a su ministro de Seguridad por las fallas del operativo
Ocampo dejó su cargo y será reemplazado por Santilli; el gobierno porteño había debido asumir la responsabilidad por los desbordes y quedó en el foco de las críticas
El escandaloso operativo de seguridad del fin de semana en la frustrada final de la Copa Libertadores entre River y Boca determinó la salida del ministro de Seguridad porteño Martín Ocampo, máximo responsable del desplazamiento de las fuerzas policiales en la Ciudad.
La partida de Ocampo fue una decisión del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que intentó mantener a su funcionario hasta último momento. Ayer a la tarde se había vuelto insostenible.
En su reemplazo fue designado Diego Santilli, vicejefe de gobierno porteño que absorberá el área de Seguridad, La decisión fue interpretada puertas adentro del Gobierno como "una fuerte apuesta de Rodríguez Larreta al poner a su mano derecha al frente del área", dijo a LA NACION una alta fuente del GCBA.
Ocampo había llegado a su cargo con el respaldo de Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, el equipo agredido en los disturbios. De hecho, Angelici es padrino del hijo de Ocampo.
Tras su renuncia no descarta regresar a su cargo anterior como fiscal general de la ciudad, del que dependen todos los fiscales contravencionales.
La situación del funcionario ya era insostenible en las últimas horas, pero en el Gobierno evaluaban que podían cortar la cadena de responsabilidad en el jefe del Departamento de Seguridad en Espectáculos Públicos, comisario mayor Horacio Marot, que ayer quedó también en la cuerda floja.
Pero el costo político fue mayor y sobrepasó a los uniformados.
Ocampo acompaña a Rodríguez Larreta desde 2015 y en enero de 2016 piloteó el traspaso de parte de la Policía Federal a la Ciudad. Y puso en marcha la reforma que definió su funcionamiento.
En su gestión tuvo a su cargo polémicos operativos de seguridad como los que se desarrollaron a fines del año pasado cuando se discutió la reforma previsional en el Congreso. Allí la actuación de la policía mereció duras críticas de la Justicia Federal que sobreseyó a la mayoría de los detenidos por falta de evidencias. A la par que en la calle no estuvo a la altura de las circunstancias para contener a los manifestantes violentos que destrozaron la Plaza del Congreso.
Ayer, a las 19, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta dio una conferencia de prensa junto a Santilli con la idea de mostrar que el relevo de Ocampo aseguraba la continuidad de una política de seguridad.
Rodríguez Larreta reiteró que, en su interpretación, el ataque al micro de Boca y los incidentes que protagonizaron hinchas de River en las inmediaciones del estadio están vinculados con la investigación contra una facción de la barra del club de Núñez a la que le secuestraron 300 entradas falsas y 10 millones de pesos.
El funcionario admitió errores en la seguridad del fin de semana. "El operativo podría haber sido mejor", fue la máxima autocrítica que se permitió y dijo que los responsables de lo ocurrido en las inmediaciones del estadio de River fueron "los barrabravas que arrojaron las piedras".
En ese sentido celebró la decisión del presidente Mauricio Macri de enviar al Congreso un proyecto de ley contra los barras, "un mal enquistado en el fútbol desde hace 50 años", según declaró el jefe comunal.
Rodríguez Larreta explicó que ayer se comunicó con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para garantizarle la continuidad de las acciones de coordinación que se vienen llevando adelante de cara a la reunión del G-20. "Vamos a continuar con el mismo esquema de seguridad. El trabajo para el G-20 está garantizado", dijo el funcionario, que ratificó que el equipo de seguridad del gobierno porteño "continúa en su cargo".
Rodríguez Larreta aseguró que le entregaron a la Justicia los elementos con que cuentan sobre lo ocurrido en las adyacencias de River, y que ahora espera que la Justicia les dé una respuesta.
"Le pedimos al fiscal que avance a fondo con la investigación. Esperamos contar, y estamos seguros de que así va a ser, con la colaboración de los clubes. Tenemos que determinar quién les dio las entradas e ir a fondo contra la mafia de las barras", sentenció el funcionario que celebró que ayer se activara la investigación con un nuevo allanamiento en el estadio de River Plate.
Santilli había anunciado ayer a la mañana la continuidad de Ocampo, pero dijo que estaban haciendo investigaciones para determinar las responsabilidades.
Esa postura, que era unánime en el seno de la jefatura de gobierno, cambió alrededor de las 16, cuando concluyeron que la permanencia era insostenible. A esa hora en la Casa Rosada, miraban de lejos la crisis de seguridad en la ciudad y comentaban que alguna decisión iba a tener que tomar para conjurarla. El correr de los minutos les dio la razón.
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