Larreta activa un operativo contención para retener los votos de Facundo Manes y Ricardo López Murphy
Con el neurólogo intentarán respetar personalidades y territorios radicales para que no se “licúe la diversidad”; el economista compartirá actividades con Vidal
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Mientras el Gobierno busca a los padres de la dura derrota electoral del domingo, los armadores de Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad y la provincia de Buenos Aires ponen la mira en las elecciones generales de noviembre. Con el objetivo de blindar la unidad y evitar fugas de votos, el larretismo acelera las gestiones para ensamblar las campañas de Diego Santilli y María Eugenia Vidal, los candidatos impulsados por el alcalde porteño, con los espacios de Facundo Manes y Ricardo López Murphy.
En la cúpula de Pro reconocen que las incorporaciones de Manes, la carta que puso sobre la mesa la UCR tras la salida de Vidal de la provincia, y de López Murphy, una ficha que sumó Larreta en la Capital para retener al núcleo duro del macrismo y seducir a votantes libertarios, permitieron ampliar la base de sustentación del espacio. “Las internas nos potenciaron. Conseguimos votos que no eran nuestros porque presentamos un menú más amplio al electorado”, remarca uno de los estrategas del larretismo.
Los referentes del partido fundado por Mauricio Macri señalan que Manes y López Murphy, quienes fueron derrotados por Santilli y Vidal en las PASO, tuvieron una buena performance en las primarias. En su primera experiencia en política, el médico radical cosechó el 15% de los votos en el distrito más poblado del país. En el pelotón de Manes y en la UCR están satisfechos con el desempeño del neurólogo, más allá de que Santilli se impuso por casi 20 puntos (60% contra 40%) en la interna de Juntos.
Como se preveía antes de la contienda, el neurólogo se hizo fuerte en el interior de la provincia, donde pesa la estructura del radicalismo. En cambio, tuvo mayores dificultades para captar apoyos en el conurbano bonaerense y en los distritos más populosos de Buenos Aires, como Tres de Febrero, Lanús, La Plata, Bahía Blanca, General Pueyrredón, Olavarría y Junín, entre otros, donde el exvicejefe porteño ganó con comodidad. A Manes también le costó la elección en un terruño clave: San Isidro, bastión del radical Gustavo Posse, quien pactó con Larreta y Santilli. Allí, el Pro sacó el 77% de los votos, contra el 22% de Dar el Paso.
En su debut como candidato, el neurólogo sumó 1.254.220 de votos en la provincia. Obtuvo importantes respaldos en Lobería, Tandil, Ayacucho, General Villegas y Tres Arroyos. “El radicalismo es fuerte en el interior”, apunta uno de los dirigentes que acompaña a Santilli en su incursión por la provincia. En el conurbano, donde se inclina la balanza de las elecciones, solo pudo doblegar a Santilli en San Miguel, bastión del peronista Joaquín de la Torre, uno de sus aliados que consiguió la UCR en la cruzada contra Pro en Buenos Aires.
Manes se muestra satisfecho ante los suyos por el resultado de la elección. Sus colaboradores destacan que el médico tuvo poco tiempo para instalarse y aceitar los equipos para luchar contra la maquinaria electoral de Pro. “Peleamos contra Larreta, Santilli, Mauricio Macri, Vidal, Carrió, Bullrich, el aparato de la Ciudad y los intendentes de Pro del conurbano”, se jacta un alfil del radicalismo. Incluso, se sorprendieron por los votos que sumó en zonas de bajos recursos de la provincia.
Caciques del ala tradicional de la UCR lamentan los errores no forzados del médico durante la campaña. Le achacan haberse metido demasiado rápido en el “barro de la política”, por sus críticas a Pro, una jugada que, advierten, le quitó al médico uno de sus principales activos: el perfil de outsider. Alfiles de la fuerza de Martín Lousteau también intentaron sin éxito aconsejar al médico en su primera experiencia proselitista. “Fue una campaña amateur”, desliza un dirigente radical.
En Pro repiten que la táctica que tejieron antes de las PASO dio buenos resultados: afirman que Santilli ganó en 45 de los 50 municipios considerados como “estratégicos” durante la campaña. El exvicejefe porteño, destacan, se impuso en las cabeceras seccionales: “Con la interna rompimos el techo del espacio en la provincia”, señalan. En el único traspié que lamentan en el campamento de Santilli es la derrota frente a Manes en Nueve de Julio, donde manda el macrista Mariano Barroso.
En el larretismo se enfocan ahora en ensamblar los equipos de campaña de Santilli y Manes. En Pro y en la UCR imaginan un criterio “territorial” para administrar las actividades conjuntas. “Hay que administrar las personalidades”, señala uno de los armadores macristas. El operativo para contener al médico arrancó el domingo pasado. El Pro buscó que no haya “ni vencedores ni vencidos” en el búnker compartido para evitar tensiones. “La interna fortaleció al espacio. Ahora hay que ver cómo nos integramos. Lo importante es que no se licúe la diversidad”, apuntan cerca del neurólogo.
En el larretismo no solo creen en que lograrán retener los votos de Manes, sino que aspiran a mejorar la performance de la coalición en las generales de noviembre. Apuntan a los sufragios de los espacios que no pasaron el filtro de las PASO, como Cynthia Hotton, Cinthia Fernández o Juan José Gómez Centurión. Será una estrategia focalizada en el “voto útil”. Y, pese a la crisis que generó en la Casa Rosada la debacle electoral, no se confían: “El kirchnerismo va a salir a mover el aparato y va a jugar fuerte para revertir el resultado”, indican cerca de Santilli. Es más, sospechan que la baja concurrencia a las urnas (67%) afectó al oficialismo en la tercera sección electoral.
El caso López Murphy
Para Larreta, la buena performance de López Murphy en las PASO (consiguió el 23,33% de los votos de la interna) fue parte de su estrategia para ampliar a la coalición oficialista y evitar fugas a los libertarios. “Si Ricardo iba por afuera, era una catástrofe”, admite una espada del larretismo porteño.
En Pro consideran que el “bulldog” logró contener a los sectores del macrismo duro –afines a Patricia Bullrich– que estaban disconformes con la boleta de Vidal. Por eso, señalan, el exministro de Economía tuvo un buen desempeño en las comunas del norte de la Capital (la 2, 13 y la 14). En cambio, Javier Milei (La Libertad Avanza) pudo penetrar con su discurso liberal en la zona sur.
Ahora, Vidal enfrenta el desafío de conservar el voto que sumó el economista. De hecho, ya se iniciaron las gestiones para que López Murphy, quien quedó en el cuarto lugar de la lista, y Sandra Pitta –estará en el noveno casillero– comparta una actividad con la exgobernadora durante los próximos días. La idea era juntarlos en un bar horas después de las primarias, pero el estallido de la crisis política en el Gobierno postergó la foto. “Vamos a hacer un trabajo fino para resguardar esos votos”, dicen cerca de Vidal.
Por lo pronto, JxC, la fuerza más votada en las PASO, buscará enviar una señal de unidad el próximo martes. Tras sortear 17 internas en todo el país, los referentes de Pro, la UCR y la CC se mostrarán con los principales candidatos a diputados y senadores en la reunión de la mesa nacional de la coalición.
“La lista en Ciudad quedó bien representada e integrada. JxC duplicó al Frente de Todos. Nuestro objetivo será sostener y crecer”, aseguró Maximiliano Ferraro, titular de la CC.
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