Lambiris, amigo del ex titular de la AFIP, invirtió millones en Uruguay con una offshore

Una empresa de Jorge Omar Lambiris, amigo y empresario de confianza del ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, es accionista de la offshore panameña Haley Equities Inc. Allí figura como socio junto a Eduardo Figueredo, el ex presidente de la Conmebol acusado de corrupción y hoy detenido en Uruguay. La firma compró una veintena de unidades en el nuevo condo-hotel Hyatt de Montevideo que está a punto de inaugurarse.

Creada por Mossack Fonseca en junio del 2012, Haley Equities Inc. tuvo originalmente tres dueños, uno de los cuales era -y sigue siendo- Figueredo. Pero uno de los accionistas con mayor porcentaje es Ciclor SA, una firma uruguaya controlante del 16,7%, cuyo dueño es Lambiris, según surge del proyecto Panamá Papers, coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y el diario Süddeutsche Zeitung.

Ciclor, a su vez, estuvo presidida por la hermana de Lambiris, Claudia, quien fue denunciada en 2014 en Uruguay por el diputado de la Coalición Cívica Fernando Sánchez por presunto lavado. ¿El motivo? La compra a fines de 2011 de dos terrenos en Pocitos, Montevideo, por los que habría pagado US$ 1 millón en efectivo, con dinero proveniente de la Argentina.

Apodado "el uruguayo" por haber nacido en Montevideo, Lambiris integra el entorno de Echegaray. En el año 2000, pasó un mes y medio detenido como parte de una investigación sobre piratas del asfalto. Fue acusado como uno de los supuestos encargados de ingresar la mercadería robada al mercado. Y durante el kirchnerismo, se dedicó a la explotación de depósitos fiscales, que deben ser autorizados por la Aduana, un organismo que estuvo bajo la órbita de Echegaray. LA NACION intentó comunicarse ayer con el empresario, pero no obtuvo respuesta.

El nexo entre el actual titular de la AGN y Lambiris salió a la luz en enero de 2014, cuando el empresario agredió a un equipo periodístico de TN que había seguido a Echegaray a Brasil. Lambiris fue quien hizo la reserva en el hotel Sofitel de Río de Janeiro para su familia y la de Echegaray por US$ 80.000, para pasar fin de año en esa ciudad.

Ante el escándalo, Echegaray aclaró que fue él quien pagó su estadía en el Sofitel, aunque no negó su "relación social" con el empresario "nacida a partir de la amistad de sus hijos en el colegio". El viaje derivó en una causa penal, pero fue sobreseído por la jueza federal María Servini de Cubría.

Socios en el Hyatt

Según surge de los Panamá Papers, Lambiris figura en Haley Equities como socio de Figueredo (a través de Gilson Overseas SA). Otro 5,6% pertenece a Victoria Celeste SA, una empresa del capitán de la selección uruguaya de fútbol, Diego Lugano. También figuran los dueños de Molinos Cañuelas y el empresario de la construcción Marcelino Pechinotti, quien enfrentó una causa por presunta evasión tributaria en 2006, en la que fue parcialmente sobreseído.

¿Para qué se utilizó Haley Equities? Para comprar 22 unidades en el Hotel Hyatt, un condo-hotel cinco estrellas donde la unidad más económica cuesta US$ 264.000 sobre la rambla de Pocitos, y una inversión total de US$ 50 millones.

En los documentos analizados por LA NACION, Claudia Lambiris aparece como secretaria de una asamblea de accionistas de Haley, de junio del año pasado, en Montevideo. Allí se acordó el cambio de agente registrado en Panamá, y de los directores que hasta ese momento proveía Mossack Fonseca. Fue a pedido del estudio panameño luego de que estalló el escándalo de la FIFA en 2015, en el que quedó implicado Figueredo.

En otro documento, Mossack Fonseca advertía que Haley Equities había recibido "fondos provenientes de cuentas bancarias" de Gilson Overseas o vinculadas a esa firma de Figueredo, hoy con prisión preventiva por presuntos delitos de estafa y lavado. Pero desde Panamá también indagaron sobre la estrecha vinculación entre Lambiris y Echegaray. Eso, sumado a la denuncia de Sánchez sobre la compra de los terrenos en Montevideo por parte de Ciclor SA, hizo que Mossack Fonseca requiriera precisiones sobre los accionistas de Haley y el origen de los fondos al estudio uruguayo que actuó como intermediario.

Con la colaboración de Hugo Alconada Mon, Iván Ruiz y Maia Jastreblansky

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