La “vieja guardia” de la Cancillería y diplomáticos de Pro convencieron al Presidente de ir a la cumbre del G-7
Un grupo de embajadores alertaron a la Casa Rosada sobre los riesgos de rechazar la invitación; Milei coincidirá en Italia con el brasileño Lula da Silva, pero prima la cautela
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Todo parecía definido el jueves por la mañana, cuando la embajada argentina en Italia y el propio gobierno de Giorgia Meloni recibieron las disculpas oficiales. El presidente Javier Milei declinaría la invitación de la primera ministra italiana y no estaría en el encuentro del G-7, el jueves 13, en el paradisíaco paisaje de Borgo Egnazia, y con nada menos que líderes mundiales como Joe Biden, Emmanuel Macron, Olaf Scholz, el Papa Francisco y su vecino Luiz Inácio Lula da Silva como participantes e invitados.
Pero todo cambió. Tanto que, por la tarde, el propio Gobierno recogía su propio barrilete y anunciaba de modo extraoficial la presencia de Milei en la cumbre.
¿Qué ocurrió? Según pudo saber LA NACION, la primera línea de la Cancillería, que encabezan diplomáticos de carrera como el vicecanciller Leopoldo Sahores, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Marcelo Cima, y el subsecretario para América latina, Mariano Vergara, más referentes de la diplomacia que responden a Pro insistieron en conversaciones privadas sobre la importancia de la presencia del jefe de Estado en la cumbre. “No podía no estar en ese lugar. Por suerte fuimos escuchados”, coincidieron con tono de alivio dos de los interlocutores diplomáticos que tuvo la Casa Rosada en esas horas de incertidumbre.
En el macrismo, desde cuyas filas salieron varios de los actuales funcionarios de la Cancillería, reconocían que la decisión original del Presidente “sorprendió a todos”, ya que “había sido invitado al G-7 hace tiempo, con Meloni se siente cómodo y es una oportunidad importante para la Argentina”. De todos modos, concedían que dividir el viaje en dos tramos, con cinco días de estadía en Buenos Aires, “parece lógico, porque era un viaje demasiado largo en este momento del país”, según razonaba un alto ex funcionario del gobierno de Cambiemos.
“Somos así”, ironizaban cerca del Presidente a modo de justificativo, cuando la prensa pedía precisiones sobre la cambiante y aún indefinida agenda oficial.
Ya clarificado el panorama en el corto plazo -Milei viajará al G-7, volverá al país y el 20 regresará a Europa para recibir premios en España y Alemania- en el Gobierno aseguran que el zigzagueo presidencial y su preferencia por reuniones con ejecutivos de empresas tecnológicas por sobre los jefes de Estado son “comprendidas” más allá de nuestras fronteras. “Es un Presidente claramente disruptivo, con un mecanismo distinto de comunicación. Más parecido a [Carlos] Menem que a [Raúl] Alfonsín”, lo justifica una alta fuente diplomática de la cancillería que encabeza Diana Mondino.
“La diplomacia tiene reglas bastante estables y por las formas siempre se llega al fondo. ¿Logrará Milei cambiar esa tendencia? No lo sabemos”, se preguntó otra fuente del área de relaciones exteriores, algo perpleja por la estrategia internacional de Milei, que además de cancelar su paso por Francia dejó sin su presencia al presidente ucraniano Volodimir Zelensky, organizador de la Cumbre por la Paz en Lucerna, Suiza, el fin de semana próximo.
Mientras sus representantes legislativos analizan como evitar otra derrota como la del lunes en el Congreso, ordena el reparto de obra pública a los gobernadores a través de la Jefatura de Gabinete y defiende a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, Milei y su círculo más cercano ya comenzaron a pensar en su participación en el G-7.
Además de los esperados cruces con su par norteamericano Biden -de quien aún no recibió una invitación formal para recibirlo en la Casa Blanca-, el francés Macron (a quien Milei le acaba de cancelar la reunión prevista para el 19) y el papa Francisco, Milei estará en el mismo ámbito que el presidente de Brasil, con quien sostiene un “no vínculo” desde el comienzo de su mandato, luego de las acusaciones de “comunista” y “corrupto” que Milei le lanzara durante la campaña electoral que lo llevó a la Casa Rosada, mientras Lula no ocultaba su preferencia por Sergio Massa en la contienda argentina.
Charla pendiente
¿Habrá charla a solas entre Milei y Lula? En ambas cancillerías son cautos. “No hay que presionar, ni apurar los tiempos. Si se tiene que dar, se va a dar”, señala una fuente diplomática brasileña a LA NACION. Y agrega que, más allá de la frialdad entre ambos presidentes, “el vínculo bilateral fluye sin problemas”. En el Palacio San Martín apuntan más hacia mediados de julio, cuando Milei -si todo se da de acuerdo a lo previsto- llegue a Asunción para su primera reunión de presidentes del Mercosur.
Antes de eso, Milei estará en Buenos Aires entre el 15 y el 20 de junio, día de la Bandera incluido. Viajaría por segunda vez el 20 por la noche a Madrid, para estar el 21 en España y recibir el premio que otorga el Instituto Juan de Mariana por su “defensa ejemplar de las ideas de la libertad”. Otros premiados en años anteriores por la misma entidad, un think thank de orientación liberal, fueron el escritor peruano Mario Vargas Llosa; su par español Antonio Escohotado y Alberto Benegas Lynch (h.), uno de los pensadores liberales más elogiados por el Presidente.
En su viaje anterior a España, Milei participó de un acto electoral de campaña de la agrupación ultraderechista Vox, y se mostró junto a su líder, Santiago Abascal. Sus críticas a Begoña Sánchez, la esposa del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, derivó en una crisis diplomática que terminó con la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso, de regreso en Madrid.
Desde la capital española, Milei llegará por dos días a Alemania, donde tendrá dos citas centrales: el 22, en Hamburgo, recibirá el premio Friedrich von Hayek y el 23 será recibido con honores militares por el canciller socialdemócrata alemán Olaf Scholz, quien abrirá un domingo la sede del gobierno alemán para la ocasión. De filiación socialdemócrata, pero fanático del equilibrio fiscal, Scholz sería finalmente el único mandatario con quien Milei se vería en un encuentro bilateral en el segundo tramo de su gira europea.
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