La UTA presiona con el paro de colectivos y crece la puja en el tramo final de las paritarias
El sindicato convocó para mañana a una huelga en todo el país; reclama una suba de 35%; también la UOM y Alimentación están en conflicto
Con la paritaria en suspenso desde el 1° de enero, el sindicato de los colectiveros de la UTA desafió ayer con activar un paro en el transporte de pasajeros de corta, media y larga distancia a partir de mañana. El nudo del conflicto no es únicamente el reclamo por un aumento salarial. Existe una creciente incertidumbre porque estaría en riesgo el futuro laboral de unos 5000 choferes.
Como parte de la pulseada salarial, el jefe de la UTA, Roberto Fernández, protagonizó ayer un fuerte cruce retórico con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. "No voy a aceptar un carajo el 28%", cortó en seco el sindicalista al funcionario, que le habría sugerido por teléfono aceptar el porcentaje de referencia que vienen acordando otros gremios.
En marzo, la UTA obtuvo entre $ 1200 y $ 1400 a cuenta del porcentaje anual que aún no se acordó. Fernández dijo que les exigió a los empresarios un alza del 35%. Pero en la paritaria también entra en juego el Estado, a partir del reparto de los subsidios.
"No hemos tenido ninguna noticia del sector empresario. A partir de enero tuvimos las paritarias y, debido a que a ellos les dan un subsidio, decidimos esperar un mes, dos meses, hasta que los empresarios arreglen el nuevo porcentaje del subsidio con el Gobierno. Y hasta la fecha no tuvimos ninguna solución. Ahora dijimos basta", se quejó ayer Fernández en diálogo con FM Latina.
Desde el Gobierno intentarán evitar que la medida de fuerza se concrete (ver aparte). Fernández será recibido hoy por segunda vez en 15 días por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. "Hasta las 24 horas del martes [por hoy] tenemos tiempo para conversar con las autoridades. Pero mientras tanto el paro está ratificado en los servicios de corta, media y larga distancia", dijo ayer el líder de la UTA.
El transporte de larga distancia se desplomó tras la quita del subsidio al combustible y por la competencia aerocomercial, sobre todo la de Aerolíneas Argentinas. Pero la misma incertidumbre cae sobre los choferes de corta y media distancia, que, a pesar de la ayuda oficial que reciben las concesiones, no logran cerrar aún la suba del sueldo. Este brete podría desencadenar una nueva suba del boleto en el transporte urbano.
"Hemos estado en los ministerios [de Trabajo y del Interior y Transporte]. Cosa rara, porque nosotros en los ministerios no podemos hablar de paritarias con los empresarios porque el empresario nos dice: «Si a mí me dan subsidio, te damos aumento»", manifestó Fernández. El jefe de la UTA mantiene una curiosa ambigüedad: es miembro de la CGT oficialista que encabeza Antonio Caló, pero actualmente es una de las voces de referencia del sindicalismo opositor. Es más, es uno de los impulsores, junto con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, de una futura movilización de protesta por el impuesto a las ganancias y en reclamo de mejoras a los jubilados.
Los cuatro gremios ferroviarios observan de reojo el curso de la paritaria de la UTA porque su situación es similar: ya lograron una suma a cuenta de entre $ 1100 y $ 2500 por el primer trimestre y ahora deben cerrar el porcentaje anual. "El acuerdo es parecido porque se hará en dos tramos, pero también por los subsidios que recibe el sector; el reclamo de la UTA es justo y nosotros también vamos a exigir un 35%", dijo a LA NACION Omar Maturano, jefe de los maquinistas de La Fraternidad.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el gremio del jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, también afronta una disputa salarial. Finaliza hoy la conciliación obligatoria que determinó el Ministerio de Trabajo en su puja con las empresas siderúrgicas por la aplicación de la suba pactada en la paritaria y por el pago de los adicionales.
También está vivo el conflicto con el Sindicato de la Alimentación, que exigió un 40% de aumento. En este gremio, donde la izquierda fortaleció su poder, la amenaza de nuevas medidas de protesta está latente a pesar de la conciliación.
En medio de este berenjenal, los gremios de los camioneros y de los gastronómicos se aprestan a negociar sus paritarias. Sus jefes, Moyano y Barrionuevo, anticiparon que pedirán el 38 y el 52%, respectivamente.
Un gremio que se mueve entre Caló y Moyano
Roberto Fernández - Secretario gral. de la UTA
- Fernández integra la CGT oficialista, pero se sumó al paro general del 10 de abril que activaron Moyano y Barrionuevo.
- Exige un aumento del 35% para los colectiveros y está orquestando una protesta por Ganancias.
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