La UCR celebró la decisión y pidió más apertura
Solo Alfredo Cornejo, presidente de la UCR; Gerardo Morales, flamante gobernador reelegido de Jujuy, y el dirigente mendocino Ernesto Sanz sabían de antemano que el peronista Miguel Pichetto era el elegido de Mauricio Macri para acompañarlo en la fórmula presidencial. El trío celebró la decisión, aunque insiste en que la apertura de Cambiemos no debería limitarse al ingreso del senador peronista.
"Lo ideal sería lograr que más dirigentes de Alternativa Federal se incorporen al espacio. Se está hablando con [Juan] Schiaretti [gobernador de Córdoba], también con Juan Urtubey [gobernador de Salta]. No descartamos tampoco a Roberto Lavagna ni al socialismo. Todo se puede conversar", deslizaron voceros del partido.
En la cúpula de la UCR se vanagloriaban ayer de haber doblegado la resistencia inicial del macrismo de incorporar actores del peronismo al espacio. Tanto Cornejo como Morales y Sanz advertían, preocupados, que de no dar un golpe de timón Cambiemos corría el riesgo de perder en primera vuelta frente al kirchnerismo. Por eso insistirán en que la apertura de la coalición debe ser mayor, aunque celebraron este primer paso: de hecho, fue el propio Sanz quien, tras rechazar el ofrecimiento de acompañar a Macri en la fórmula, sugirió a Pichetto, deslizaron desde la Casa Rosada.
"Toda ampliación de la coalición es positiva. Esa fue una de las demandas de la convención de la UCR en Parque Norte. Seguiremos trabajando para lograr una mejor y más fuerte coalición de gobierno. Bienvenido @MiguelPichetto", celebró Cornejo en su cuenta de Twitter.
Si bien la UCR reclamaba la candidatura a la vicepresidencia para su partido, no tenía para ofrecer un candidato de peso que pudiera complacer a todos los sectores internos. El único capaz de hacerlo era Sanz, quien, por razones personales, rehusó la oferta. Fue entonces cuando el mendocino le sugirió a Macri la alternativa de Pichetto.
Elogios de Sanz
"Pichetto es un referente que reúne las condiciones de experiencia en el manejo parlamentario, procedencia peronista -lo que garantiza la ampliación de Cambiemos, que fue uno de los pedidos principales del radicalismo a través del documento aprobado en su convención- y vínculos con factores de poder relevantes en la constitución de la gobernabilidad", enfatizó anoche Sanz en una carta publicada en su cuenta de Facebook.
Su mensaje pareció dirigido hacia la dirigencia y la militancia del partido, que ayer recibieron con sorpresa y bastante desconfianza la designación de Pichetto.
"Un peronista como vice desperfila al espacio oficialista. Es un error; se perderán muchos votantes de la clase media, ni qué hablar de simpatizantes del radicalismo", advirtió un importante dirigente de la Capital.
Sanz sostiene lo contrario: a su juicio, la fórmula de Cambiemos exhibe "competitividad electoral y condiciones de gobernabilidad".
"Lo que puede parecer a primera vista una pérdida de espacios de poder partidario es, en realidad, una mejora de las posibilidades electorales -insistió el mendocino-. Cambiemos es hoy más competitivo que ayer, una coalición más amplia y diversa que en un principio y una fuerza con mejores condiciones de gobernar el país frente al aglutinamiento del frente opositor".
En el mismo sentido se expresó Emiliano Yacobitti, dirigente de la Capital y cercano a Enrique "Coti" Nosiglia. "La llegada de Pichetto es un primer paso muy positivo que va en línea con lo que veníamos planteando hace tiempo", enfatizó.
Cornejo, jefe del partido, sabe que tiene por delante la faena de contener a los descontentos. Por esa razón, será clave el rumbo de las negociaciones que se retomarán hoy con los socios de Cambiemos: la UCR va a exigir la renovación de sus bancas, como también mayores espacios de poder en un eventual segundo mandato de Macri.
Por lo pronto, el radical Daniel Salvador será nuevamente compañero de fórmula de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. También se menciona que Cornejo podría presidir la Cámara baja si fuera elegido diputado nacional en octubre, aunque el cargo es disputado por Cristian Ritondo, el elegido de Vidal.
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