La trastienda secreta del acuerdo por la deuda: la jugada de póker del Presidente y los consejos de Cristina Kirchner y Roberto Lavagna
"¡Brillante! ¡Primer paso, adentro!". Así respondió Alberto Fernández a Martín Guzmán, vía WhatsApp, después de que, pasadas las 3 de la madrugada, el ministro de Economía le comunicó que acababa de cerrar el acuerdo con los acreedores externos. El Presidente se había ido a acostar unas horas antes, pero le pidió al funcionario que le avisara si había novedades. Cuando por fin llegó el mensaje que tanto esperaba, Fernández mataba el tiempo con un capítulo de la última temporada de Sorjonen, un policial finlandés de Netflix.
El Presidente casi no pudo volver a dormirse, según le contó horas después al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, uno de los primeros en llegar a la residencia de Olivos, junto con el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
En las primeras charlas de la mañana, Fernández repasó una y otra vez las etapas por las que había atravesado el proceso de renegociación, desde fines de diciembre. Recordó los consejos que recibió de Cristina Kirchner y de Roberto Lavagna, y las críticas que soportó Guzmán durante los casi nueve meses que lleva en el cargo. Cuando se encontró con su ministro esta mañana, en Olivos, el Presidente dejó de lado las medidas de distanciamiento social y festejó con un abrazo. "Gracias por todo el esfuerzo", le dijo.
Varias veces durante el día, Fernández reivindicó la decisión de haber designado a Guzmán, pese a que era un desconocido en la Argentina. Fue su gran apuesta para el gabinete y será la cara del plan de salida, dicen cerca del Presidente. Entre risas, Fernández se ufanó este martes de la instrucción que le dio el viernes pasado a su ministro, cuando parecía que la negociación iba camino al fracaso. "Tienen que entender claramente que no estamos jodiendo", le dijo, después de ordenarle que no extendiera el plazo de aceptación de la última oferta que había hecho la Argentina. Una jugada de póker, que Guzmán ejecutó al pie de la letra.
Con ese mismo objetivo, el Presidente dejó su impronta en el comunicado que el Ministerio de Economía publicó hacer una semana. En el último párrafo, un agregado personal de Fernández, se reiteraba que la oferta formulada el 6 de julio era la definitiva y dejaba una advertencia: "Nuestro país alienta a la comunidad de acreedores a aceptarla, sabiendo que de no ser así toda negociación futura será más compleja porque más difícil será la situación que enfrente Argentina".
Por fuera de eso, Fernández le da casi todo el crédito por el acuerdo a Guzmán, el único al que habilitó para negociar con los bonistas. "BlackRock [el grupo de bonistas más duro] decía que estaba hablando directamente conmigo para debilitarlo a Martín", contó el Presidente. En una de esas charlas de celebración sin euforia, dejó trascender su disgusto por la conferencia de prensa que dio esta mañana Sergio Massa, al que varias veces le pidió que no interviniera en la negociación. En Olivos también niegan con énfasis que haya habido una gestión del exCEO de YPF Miguel Galuccio, quien no goza de la simpatía del Presidente.
En la lista de agradecimientos aparecen, en cambio, Cristina y Lavagna, que recomendaron al Presidente ceder para evitar el default. "No te pongas tan duro", le dijo la Vicepresidenta, en contacto permanente con Guzmán, los primeros días de mayo, ante el rechazo casi generalizado de la primera propuesta argentina. Una sugerencia parecida le hizo el exministro de Economía unas semanas después, durante un almuerzo en Olivos: "No te pongas terco. Además de la sostenibilidad económica de la que siempre hablás, acordate que necesitás de la sostenibilidad política".
Fernández también le atribuye un porcentaje del éxito a una gestión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Le llamó especialmente para que intercediera ante Larry Fink, fundador de BlackRock. "La oferta que terminamos cerrando está en los parámetros que ellos le transmitieron a AMLO", contó este martes el Presidente, minutos después de hablar con la otra figura internacional que, según la mirada del Gobierno, intervino para favorecer al Gobierno: la directora general del FMI,
Con ella conversó de la negociación de la Argentina como caso testigo, para otros 44 países que, por efecto de la pandemia, entraron en riesgo de default. La gestión para la charla mano a mano entre el Presidente y la directora del FMI la había hecho Guzmán.
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